La migración humana es un fenómeno social y demográfico que ha estado presente en todas las épocas de la historia y en todo el mundo. A pesar de ser una situación común, los motivos que la originan y las reacciones respecto a la misma han sido muy diversos a lo largo del tiempo.
En la actualidad, la cuestión migratoria se ha politizado fuertemente en algunos países, convirtiéndose incluso en un tema de confrontación partidiaria. De acuerdo con el Informe sobre las Migraciones en el Mundo, se necesitan crear capacidades que permitan a los estados responder a los retos que plantea este fenómeno y llevar a cabo una labor de planificación eficaz y sostenible.
¿Por qué entonces se ha dejado de ver a la migración como un fenómeno social, el cual ha sido parte de la humanidad, y se ha convertido en un problema que ha llegado a la intolerancia? Este es el planteamiento de Jonás Cuarón en su debut como director de la reciente película Desierto.
Desierto es una película de acción que se desarrolla en el desierto de Arizona, y retrata la obsesiva persecución de un minutemen, o un vigilante americano, a un migrante en su intento de cruzar la frontera de Estados Unidos y México.
En el preestreno de la película que Fundación Cinépolis llevó a cabo con líderes sociales y organizaciones de la sociedad civil, comprometidas con los derechos del migrante, se realizó un debate donde los diversos participantes, incluyendo Jonás Cuarón, pudieron exponer su punto de vista respecto al tema.
“Para mi Jeffrey (personaje acechador), aparte de representar a los minutemen, representa este discurso de odio que se da mucho en Estados Unidos; y me parece peligroso porque tienes a políticos como Donald Trump diciendo estas palabras, que si llegan a personas vulnerables, personas que por cuestiones socioeconómicas no están en su mejor momento, en mi opinión, pueden empujarlos a cometer actos de violencia.” Compartió Jonás Cuarón.
Al inicio de la película, se proyectó un video que combina escenas de la película con algunas frases del pre candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump. Haciendo referencia al discurso y opiniones de odio e intolerancia por parte del líder político, y recordando que “las palabras son tan peligrosas como las balas”.
Como parte del espacio de diálogo que Fundación Cinépolis abrió al final de la película, se habló de la importancia de ser concientes como sociedad de las dificultades que atraviesan los migrantes para poder llegar a su destino. Además, hay que recordar que esta es la realidad de mucha gente, no solo de los mexicanos; hay muchas personas de otros países que tienen que cruzar nuestro país para llegar a otros, y así como buscamos un buen trato de otras naciones, nosotros también debemos de ofrecerlo.
