¿Sabías que las personas que usan el humor en su trabajo son más felices, se estresan menos y son más productivas? A todos nos gusta pasarla bien y tener momentos para reír en el trabajo, pero en ocasiones puede ser difícil conjugar esto con un puesto de alta presión o con los límites de un ambiente corporativo. La buena noticia es que no es imposible.
La empresa Humor That Works fue creada por el ingeniero Andrew Tarvin con el objetivo de enseñarle a las compañías cómo pueden ser más efectivas usando el humor. Tarvin dice que el tema no le interesa «porque es divertido» sino «porque funciona»: solo en Estados Unidos, el 83% de las personas dicen sentirse estresadas por el trabajo, el 55% está insatisfecho con lo que hace y el 47% tiene dificultades para ser feliz; el humor puede solucionar estos problemas, que a su vez resultan en pérdidas económicas.
Entonces, si a una compañía responsable le interesa el bienestar de sus colaboradores, debe interesarle también encontrar formas de incorporar esta poderosa arma a la cultura corporativa. Aquí 5 tips que dio Tarvin a la revista Inc.:
Enfocarse en la diversión, no en lo gracioso:
Usar el humor no significa contar chistes (aunque si una persona es buena contando chistes y lo hace con respeto, no hay problema). Hacer reír a las personas es solo una forma de humor, hacer que sonrían es otra. Cuando la empresa está empezando a experimentar, puede enfocarse en hacer que las cosas sean divertidas, no necesariamente graciosas.
Conocer el MAP:
MAP significa «Medio, Audiencia y Propósito». Conocer cómo se va a ejecutar el humor (medio), quién lo recibe (audiencia) y por qué se está usando en primer lugar (propósito) puede ayudar a la compañía a elegir el tipo de humor adecuado para la situación. A un jefe de proyecto le puede gustar una broma sobre el Síndrome de lavadero, mientras que los mercadólogos no entenderían de qué se está hablando: ¿es un nuevo limpiador?
Ser inclusivo:
El mejor tipo de humor de oficina es inclusivo: une a todos, no señala a un individuo. Las bromas a costa de otros se ganan algunas risas, pero no ayudan a mejorar la efectividad del lugar de trabajo. Trabajar como un equipo, tomando clases de improvisación o contando historias son formas de usar el humor sin excluir a nadie.
Ser positivo:
El sarcasmo y la sátira son tipos de humor muy comunes, pero no necesariamente encajan bien con el ambiente de trabajo. El humor positivo mantiene la actitud correcta al mismo tiempo que lleva humor a la oficina.
Mostrar confianza:
La forma más fácil de sabotear una broma es contarla a medias, perdiendo la pista a los detalles o hablar en voz baja e insegura. Quien está contando un chiste debe mostrar confianza en su ejecución para venderlo, aún cuando no sepa cómo se lo tomará la audiencia.
Con un poco de investigación y sobre todo, compromiso, cualquier compañía puede hacer más agradable trabajo de sus colaboradores, al mismo tiempo que mejora tanto su productividad como su salud y motivación.