La pandemia de COVID-19 trajo diversos cambios en la vida de las personas, entre ellos nuestra forma de trabajar. Por primera vez en la historia el home office se tornó una necesidad y no una opción, y para su implementación se hicieron ajustes inmediatos como brindar las herramientas necesarias a las y los trabajadores, y el uso imprescindible de la tecnología para comunicarse.
Sin embargo, también tuvo consecuencias en la salud y en el desempeño laboral. En México, de acuerdo con estudio dirigido por la Coordinación de Psicología Organizacional de la Facultad de Psicología, UNAM se generaron padecimientos como: estrés crónico, postraumático y económico; síndrome de desgaste ocupacional; trastornos de ansiedad e incremento en la depresión.
Esto se debió a que los horarios de trabajo parecieron difuminarse y las solicitudes por parte de los superiores no respetaron el tiempo libre o vida privada de los colaboradores. Ante esto, un país acaba de decir: ¡Alto!
Portugal frena mensajes fuera de la oficina
De acuerdo con Euronews, Portugal ya ha prohibido enviar mensajes fuera la oficina. Esta medida refleja las nuevas condiciones a las que se enfrentan empresas y empleados. En dicho país, con estas medidas se pretende establecer un equilibrio entre el trabajo y la vida personal:
Las nuevas reglas aprobadas el viernes son una respuesta a la explosión del trabajo a domicilio, como resultado de la pandemia de COVID-19.
Dirigente del Partido Socialista de Portugal.
El teletrabajo implicó diversas modificaciones laborales entre horarios e insumos de trabajo. Por lo que con estas nuevas reglas, los empleadores podrían sufrir sanciones por comunicarse con sus colaboradores fuera del horario de oficina.
Nuevas Reglas del home office
Esta reforma en Portugal resalta por tener varios elementos en cuenta, entre ellos destacan las obligaciones de las empresas:
Frenar mensajes fuera de la oficina
Las empresas podrán ser multadas si contactan a sus colaboradores fuera del horario laboral. Pese a esta medida, los diputados portugueses no incluyeron el derecho a desconectarse. Es decir, los trabajadores no tendrán el derecho legal a apagar y desconectar sus dispositivos de trabajo.
Sin embargo, el frenar los mensajes fuera de la oficina supone un avance importante para esta nueva modalidad laboral en la que por momentos se pierde la noción del tiempo. Y ya que espacialmente, la casa y el trabajo se desarrollan en el mismo lugar, al menos limitar los mensajes fuera del horario laboral supone un respiro para quienes continúan haciendo home office.
Empresas se hacen responsables de gastos
Por otro lado, se han tomado en cuenta los gastos que se producen con el teletrabajo como el uso de luz o Internet, por lo que ahora en Portugal las empresas deberán contribuir a ellos, aunque no todo se incluye, por ejemplo el pago del agua.
Sin embargo, las empresas podrán justificar estos costos como gastos comerciales, ya que son necesarios para realizar sus actividades productivas o de servicios. Solo que ahora no se reflejan en el pago de oficinas, sino en los gastos que sus colaboradores realizan, por lo que las empresas deberán pagarlos y podrán justificarlos como gastos operativos.
Trabajo de cuidado y home office
Otro tema que destaca en las nuevas reglas en Portugal sobre el home office es el tema de cuidado, en especial en referencia a los niños y niñas. Ya que ahora los padres y madres portugueses tendrán la oportunidad de trabajar desde casa sin concertarlo previamente con sus empleadores, hasta que sus hijos o hijas cumplan ocho años.
Acciones contra la soledad
Al inicio se hacía énfasis en los problemas que causa el teletrabajo y entre ellos se encontraba el estrés y la depresión. Además, otra característica de esta nueva forma de laborar radica en que se hace de manera completamente individual, casi aislado.
Por lo que colaboradores y colaboradoras sienten la soledad en su nueva forma de trabajo. Por ello, las nuevas medidas portuguesas resaltan que las empresas deberán organizar reuniones presenciales al menos cada dos meses.
Estas reglas, sin duda ayudar a entender que:
El teletrabajo puede ser un cambio de juego si aprovechamos las ventajas y reducimos las desventajas.
Ana Mendes Godinho, Ministra de Trabajo y Seguridad Social de Portugal.
En especial, es vital entender que el home office si bien trajo flexibilidad en horarios y ahorro en desplazamientos, también generó problemas como el acceso desigual a Tecnología de Información y Comunicación (TIC), así como la necesidad de establecer acciones para respetar los horarios laborales.
Estas medidas parecen indispensables en la nueva normalidad, pero… ¿cuál es la realidad en México? ¿Existe algo que esté regulando el tema?
¿Y México?
En primera instancia, se podría pensar que no hay claridad en el rubro, empero, esta idea no es del todo cierta. El pasado 29 de abril de este año se presentó en nuestro país una iniciativa al respecto.
El Senado presentó una iniciativa a La Ley del Trabajo, de hecho, el proyecto de desconexión digital se aprobó con 116 votos a favor. En especial resaltó:
Está en nuestras manos garantizar el bienestar de miles de personas.
Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado.
Pero, ¿en qué consiste exactamente este proyecto de reforma? La reforma se centra en adicionar el artículo 68 bis, el cual prevé:
- Regulación en las modalidades de desconexión digital.
- Se atienda la relación laboral, privilegiando la conciliación de la vida laboral y personal.
- El empleador deberá desarrollar una política interna para los empleados (incluidos puestos directivos) con el fin de acordar las modalidades de desconexión.
- Sensibilizar al personal sobre el uso razonable de herramientas tecnológicas.
- Mecanismos para prevenir y sancionar actos hostiles cuando el trabajador ejerza su derecho de desconexión.
Además, en la discusión de este proyecto se señaló que el responder correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas telefónicas, equivale al trabajo no remunerado y a una violación de los derechos humanos. Hecho que debe limitarse como práctica común. También se recalcó que:
La flexibilidad del teletrabajo es benéfica cuando mantiene o eleva la calidad de vida de las personas. Consideró que debe haber un equilibrio entre la productividad y la salud de los trabajadores.
Patricia Mercado, Senadora de Movimiento Ciudadano.
Esta propuesta fue turnada a la Cámara de Diputados, de la cual aún no existe una respuesta sobre el tema. Pese a este proyecto, la realidad laboral en México es más compleja, en especial porque de acuerdo con el INEGI 6 de cada 10 trabajadores pertenece al empleo informal.
Es decir, si bien esta propuesta para regular el home office parece un buen ejercicio a favor de las y los trabajadores en México, no es suficiente. En primer lugar, porque no se ha aprobado, tiene áreas de oportunidad para mejorar como el tema de los gastos y además no contempla la informalidad laboral.
Este último punto no se resume al comercio informal, sino a la informalidad dentro de las empresas constituidas legalmente con figuras como el insourcing, que si bien generan empleo no se respetan todos los derechos laborales, solo una parte de ellos en el mejor de los casos.
La realidad es que el tema laboral es sumamente complejo, pero al menos este proyecto da una idea de que hay prioridades que son discutidas por las y los representantes legislativos en México, y sin duda podemos aprender de Portugal para frenar los mensajes fuera de la oficina, pero en general para regular el teletrabajo.
Me parece que la visión que expone la ministra de Trabajo y Seguridad Social de Portugal, Ana Mendes Godinho, respecto al teletrabajo puede ser un excelente modelo a aplicar en nuestro país. Si bien como señala; si se aprovechan las ventajas y se reducen las desventajas. Pero debemos considerar lo que implicó de manera general para todos aquellos empleados que se tuvieron que adaptar a las distintas formas de trabajo, a distancia, presencial e híbridas.
Y si bien en el Senado mexicano ya hay por lo menos una iniciativa a La Ley del Trabajo (de desconexión digital), falta comprobar si es viable. Habría que ver si los patrones o empleadores querrán desarrollar una política interna para sus empleados que hagan posible acordar las modalidades de desconexión. Muy cierto que será complicado alcanzar un equilibrio entre productividad y salud de los trabajadores.
Porque de por sí no les dan buen trato (condiciones), menos será si durante este proceso ven en riesgo sus utilidades. Me parece que el Legislativo en nuestro caso debe hacer algo más que un esfuerzo y trabajar más cercanamente con el empresariado, pero no hay muchas esperanzas luego de ver las dificultades que se están dando en los temas torales como el presupuestal, de salud y el educativo. Saludos.