Es un hecho que Donald Trump llegará a la Casa Blanca en enero del 2017 después de una larga campaña presidencial llena de controversias. A Trump no le basta con marcar la historia de los Estados Unidos e impactar los mercados internacionales, ahora se convierte en una amenaza letal contra el medio ambiente. Pero, ¿cuáles son sus propuestas para mitigar el impacto negativo sobre el medio ambiente y qué acciones tomará durante su gobierno a favor del mismo?
El éxito de Donald Trump en las elecciones presidenciales se debe a que “supo explotar la ansiedad sobre el presente y el miedo sobre el futuro de los estadounidenses”, según un artículo publicado en CNN Español. Sin embargo, si durante su administración cumple a cabalidad con lo prometido en su discurso de campaña, pondría en serio riesgo al planeta.
Como primera medida, el republicano afirma que cancelará el acuerdo sobre el cambio climático que firmaron varios representantes de más de 200 países durante la “Cumbre del Clima”, que se llevó a cabo en París en diciembre del 2015. El acuerdo tiene por principal objetivo, entre otras cosas, mitigar el calentamiento global producto de las emisiones de gases de efecto invernadero desencadenado por el hombre.
A pesar de esto, Trump afirma que “el calentamiento global es una falsa noticia inventada por los chinos” y no prolongaría las medidas que el presidente Obama anunció durante su gobierno sobre el cambio climático, como por ejemplo el Plan de Energía Limpia, el cual “busca reducir para 2030 en un 32% las emisiones de las centrales termoeléctricas respecto a los niveles de 2005”, según BBC Mundo, puesto que EE.UU es el segundo país del mundo que más gases de efecto invernadero produce.
El periódico El País dice que “si Trump cumple con esta amenaza y decide salirse del pacto, tendrá que esperar tres años para denunciarlo, según establece el artículo 28 del Acuerdo de París” y se volvería a repetir la historia del fracaso del Protocolo de Kioto, en el que Estados Unidos firmó el acuerdo pero no lo corroboró. A su vez, Donald Trump anunció que EE.UU. declinaría su aporte al fondo de Naciones Unidas para programas que ayudan aminorar el calentamiento global a pesar de que “Obama se comprometió en diciembre de 2015 a que su país aportaría 3.000 millones de dólares al Fondo Verde para el Clima en 2020”.
A su vez, el magnate estadounidense promete reactivar el Proyecto del Oleoducto Keystone XL, “rechazado por el presidente Barack Obama y con el cual se transportaría petróleo desde la región canadiense de Alberta hasta el estado de Nebraska. Es un tema del que hay mucha tela de donde cortar. Costoso, improductivo, que no genera empleos ni acaba con la dependencia energética de Estados Unidos”, según reporta Univisión Noticias.
Este proyecto genera mucho interés y controversia porque según la BBC Mundo, “Canadá tiene una de las mayores reservas petroleras del mundo, pero la extracción de esas arenas (conocidas en inglés como tar sands) implica un operativo que es considerado altamente contaminante y dañino para el medio ambiente”. Aunado a esto, el republicado ha señalado estar a favor de más perforaciones en búsqueda de combustibles fósiles y realizar menos regulaciones.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, el pasado miércoles felicitó a Donald Trump por su victoria en las elecciones presidenciales y agregó que las «Naciones Unidas contará con el nuevo gobierno (estadounidense) para fortalecer los lazos de la cooperación internacional mientras luchamos juntos para defender ideales comunes, combatir el cambio climático y proteger los derechos humanos», de acuerdo a NTN24.
Es un hecho que el triunfo de Donald Trump y su llegada a la Casa Blanca genera mucha incertidumbre a nivel mundial sobre la lucha contra el cambio climático y su escepticismo con respecto al Acuerdo de París, sin embargo, es evidente que sus declaraciones amenazan al medio ambiente y ponen en alerta a organismos y gobiernos del mundo a que tomen medidas inmediatas al respecto.
SUSTENTUS
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