La responsabilidad social no es una moda, hay empresas que hace más de 100 años la practican. Al conocer sus iniciativas dan ganas de participar, de recibir una invitación para operar.
Pero el tiempo escasea, apenas alcanza para el trabajo, el hogar, el gimnasio, la vida misma. Esta columna pretende encontrar esos momentos y situaciones en las que todos podemos poner un grano de arena, ser socialmente responsables sin invertir dinero ni tiempo, lo que en verdad se puede.
Empezamos con algo que hacemos todos, a toda hora, en cualquier lugar: producir basura. En Internet, con sólo buscar reciclaje de basura, es posible encontrar numerosas propuestas, cursos; enseñanza para quien está interesado en separar desechos.
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