Según información publicada en The New York Times, después de varios meses en que los precios de la gasolina en Estados Unidos fueron uno de los símbolos más visibles de la inflación, hoy tienen una nueva distinción: El precio de la gasolina a la baja.
Esta reversión de la escalada de precios, que acompañó a la invasión rusa a Ucrania, aliviará a los consumidores estadounidenses que enfrentaban altos costos para adquirir cualquier tipo de artículos esenciales.
Gasolina a la baja
La caída en los precios de la gasolina fue iniciada por una disminución en la demanda mundial de energía, que hizo bajar los precios del petróleo. Por lo que el precio promedio nacional de la gasolina regular se ubicó en 3.33 dólares por galón para el jueves 8 de diciembre. Lo cual se equiparó con el precio de 2021, que rondaba los 3.34 dólares.
En su punto máximo, los precios de la gasolina estaban por encima de 5 dólares por galón a mediados de junio de este año. Asimismo, el precio del petróleo crudo West Texas Intermediate, la referencia estadounidense que sirve como principal impulsor de los precios de la gasolina, cayó el jueves a su nivel más bajo del año, cruzando por debajo de los 72 dólares por barril, luego de cotizar por encima de los 120 dólares en marzo y junio.
Por ello, la noticia del precio de la gasolina a la baja ha sido una bendición para la actual administración a cargo de Joe Biden, quien ha estado utilizando la Reserva Estratégica de Petróleo del país, en un esfuerzo por contener los precios del hidrocarburo.
Petroleras generan ganancias récord
Aunque los precios de la gasolina han caído desde los máximos recientes, siguen siendo más altos que en los último años. Además, los elevados precios del petróleo y el gas natural han impulsado ganancias exorbitantes para los gigantes energéticos como Exxon Mobil y Chevron.
De hecho, se prevé que los ingresos netos de los productores mundiales de petróleo y gas se dupliquen en 2022, a una cifra «sin precedentes» de 4 billones de dólares, dijo la Agencia Internacional de Energía en un informe reciente.
La caída de los precios de la gasolina también puede ser una buena noticia para la Reserva Federal —también conocida como Fed, el banco central de Estados Unidos—, ya que trata de frenar la inflación elevando las tasas de interés y ralentizando la economía. Aún así, las impresiones económicas podrían ser complicadas, como los consumidores gastan menos en gasolina, tienen más efectivo para otras compras.
«Es bueno para los hogares y es bueno para la asequibilidad. Per,o al mismo tiempo, la relajación de la presión sobre los precios en las gasolinas deja más dinero para gastar en otros lugares, lo que podría dar un impulso a la inflación a corto plazo, que la Fed tiene que combatir».
Beth Ann Bovino, economista jefe para EE.UU. de la firma de análisis financiero S&P Global.
Panorama incierto para el hidrocarburo
Si bien la caída en los precios de la gasolina se ha sentido mucho, algunos estados todavía tienen precios muy por encima del promedio nacional. En California, los rigurosos estándares de emisiones aumentan el costo de la refinación, por lo que el precio promedio de la gasolina regular fue de 4.62 dólares el galón el jueves, por debajo de los 6.44 dólares en junio.
En varios estados del sur y medio oeste, en cambio, los precios están por debajo de los 3 dólares por galón, principalmente porque tienen impuestos mínimos sobre la gasolina, y la demanda es menor en las áreas rurales, según Devin Gladden, Vocero de AAA.
La gasolina comenzó a subir a mediados de 2020 mientras las economías se recuperaban de los impactos económicos de la pandemia de la COVID-19. Pero se experimentaron nuevos incrementos cuando EE.UU. y sus aliados anunciaron sanciones contra Rusia por la invasión a Ucrania. Si bien se espera que continúen los precios de la gasolina a la baja, existen factores más allá de los EE. UU., incluyendo la desaceleración económica mundial, que hacen que las perspectivas sean inciertas.
