Se confirmó la falacia que sospechábamos en un artículo el 5 de abril sobre los Premios GRI al mejor reporte de sostenibilidad. En aquel artículo (Premios GRI al mejor reporte de sostenibilidad: ¿Falacia?, www.cumpetere.blogspot.com), basado en los finalistas al premio preguntábamos si serían una falacia, con signo de interrogación. Ahora con los resultados finales se confirma, ¡los Premios GRI son una falacia!, con signos de exclamación.
Se han entregado seis premios y los ganadores son…!!SORPRESA!!!!…seis empresas brasileñas. Tres premios a una misma empresa, el Banco do Brasil y las otras tres a la minera Vale, a la empresa de cosméticos Natura y al Banco Bradesco.
Ya el 27 de mayo del 2008 (¿En que se parecen los premios GRI y los de Eurovisión?, www.cumpetere,blogspot.com ) advertíamos de las dificultades de otorgar premios a reportes de sostenibilidad basados en el voto popular y mostrábamos la casi imposibilidad que tiene un lector de leer y mucho menos comparar varios reportes. Lo comparábamos a los Premios de Eurovisión, donde los nacionales de un país (que no pueden votar por la canción de su país) votan por la de países vecinos con los que tienen afinidad. El caso del GRI es peor, los supuestos lectores votan por los informes de su país. Este es una competencia donde la gana la audiencia, no los competidores.
¡Esperemos que el Mundial de futbol se decida en el campo y no en las gradas! Si no, África del Sur será campeón.
En la primera edición de los premios mostrábamos la baja probabilidad de que los ganadores fueran mayormente de Brasil e India y ninguno de los países tradicionalmente fuertes en reportes de sostenibilidad. En esa primera edición Brasil fue el tercer país del mundo en votos, pero el segundo en votantes. Casi el 80% de los votos de los brasileños fueron para reportes de su país. Para esta edición no tenemos los números de los que votan por su país, pero es de sospechar que superaron estas proporciones.
Lo que sí está disponible en el sitio web del GRI es la distribución geográfica de los votos, pero no de los votantes. Por ejemplo, para el premio de Involucramiento (“engagement”) hubo 12.748 votos de los cuales el 82% fueron para reportes de Brasil (de procedencia no revelada). India obtuvo el 10%, quedando el resto del 8% para los demás 11 países. Para el premio de Inversionistas hubo 1.991 votos, de los cuales el 84% fueron para Brasil.
Cada votante votó por un promedio de 8 reportes (¡qué capacidad de lectura!)
Ahora ya ni las apariencias se mantienen: Todos los ganadores son de un mismo país. Del país donde los premios reciben más promoción, del país del principal patrocinador del premio (aunque hay que felicitarlo ya que éticamente decidió dejar su reporte fuera de concurso).
Ya con las finalistas mostrábamos la extraña distribución por países, si en el concurso participaran votantes de muchos países de forma imparcial. Reproducimos la tabla de los finalistas comparados con el número de reportes que se presentan al GRI.
Ahora resulta que los cuatro ganadores son del mismo país. Brasil tiene 66 informes sometidos al GRI de los 1346.del año 2008-2009. O sea que tiene el 5% de los reportes. Si la selección fuera imparcial y hubiera votantes de todos los países en proporción al número de reportes, la probabilidad, a priori, de que Brasil ganara uno es del 5% pero de que ganara cuatro es del 0.0006%. Imagínense un dado con 20 caras. Se tira cuatro veces y las cuatro veces sale la misma cara. Posible pero poco probable. Y no hablemos de que ganen los 7 premios.
Menos probable es que Estados Unidos o España, con una proporción de reportes GRI que exceden del 10%, no ganen ninguno.
Es cierto que la selección no es aleatoria. No debe serlo. Solo hacemos la comparación para ilustrar el otro extremo, de que la selección es altamente sesgada.
Con esto no queremos decir que los informes no sean los mejores, o que Brasil no sea un país de excelencia en reporte. Son todas empresas reconocidas y muy reputables, algunas de ellas modelos de sostenibilidad. Es muy posible que sus reportes sean los mejores. Lo que queremos decir es que la metodología es absolutamente inapropiada para seleccionar “mejores reportes”. Ya en la votación anterior y en los finalistas de esta se había visto que los reportes se seleccionan con pocos votos y de nacionales de estos países. De un país donde la sostenibilidad está tan avanzada, que es tan nacionalista y sus habitantes están orgullosos de sus logros internacionales como Brasil, es de esperar que voten por sus empresas. Nada malo. Lo inadecuado es la metodología.
¿Tiene esto importancia? Total, es un simple premio. Sí tiene importancia y mucha por cuatro razones: Porque desprestigia a la sostenibilidad (que está en duda sobre si es lavado de cara y esto no ayuda) desprestigia a los ganadores (que ganaron un premio sospechoso), desprestigia a los reportes de sostenibilidad (que no son tomados en serio por los muchos de los votantes) y desprestigia al GRI.
La sociedad necesita al GRI, un GRI con credibilidad que produzca los lineamientos que sirvan de guía para el reporte de prácticas responsables, que inspire a su adopción.
Pero lamentablemente el GRI cae víctima de una de las peores prácticas en sostenibilidad: la búsqueda de notoriedad los lleva a acciones irresponsables como esta.
Por favor señor@s del GRI: Cancelen estos premios y dedíquense a producir y promover el uso de las guías. Y si quieren dar premios, háganlo con un panel de expertos, imparciales, que hayan estudiado los reportes.
P.D. En aras de la transparencia debo reportar que no tengo los datos de la procedencia de los votos de esta edición, solo adonde fueron. Sería altamente deseable que el GRI, siguiendo la transparencia que aboga, reportara además de donde vinieron los votos que recibieron todos 103 finalistas.
Antonio Vives
Con un Ph.D. en Mercados Financieros de Carnegie Mellon University y con una trayectoria como profesor en 4 escuelas de negocios, Antonio Vives es actualmente catedrático y consultor en la Stanford University. Socio Principal de Cumpetere. Ex-Gerente de Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo. Creador de las Conferencias Interamericanas sobre RSE. Autor de numerosos articulos y libros sobre RSE y del blog Cumpetere en español.
¡Comprobado mi buen Antonio!
Recuerdo aquello de «elemental mi querido Watson» en las novelas de Sherlock Holmes. La metodología y los resultados mismos hacen que las cosas caigan por su propio peso.
Por ganar notoriedad el GRI perdió credibilidad, y ahora, veamos cómo le hacen para recuperarla. En México tenemos un dicho popular que reza: «Zapatero a tus zapatos», se pusieron hacer zapatillas de balet y…¡salieron bailando de puntitas!
Veamos que más sorpresas nos trae el tema de la RSE y sus reportes, cuando se pierde la brújula…
Saludos,
Luis