La propuesta del presidente Calderón para producir biodiesel en México, presentada en la Expo Forestal 2008 el 4 de septiembre en Guadalajara, va en contra de todo un movimiento mundial que lo rechaza por sus dudosos beneficios ambientales.
La propuesta de recurrir a los biocombustibles parece bastante simpática, con ella aparentemente todos ganan. Por una parte, se dice que mediante la producción de etanol el sector cañero de México obtendría grandes beneficios.
Se afirma también que el medio ambiente ganaría al disminuir los gases de efecto invernadero, al bajar la contaminación por otras sustancias tóxicas y al disminuir la presión sobre los recursos naturales no renovables, como es el caso del petróleo, generándose combustibles a partir de la caña de azúcar, maíz, palma aceitera, jatrofa, etcétera.
Reforma, “Opinión”, Opinión, p. 20, domingo 28 de septiembre de 2008