La industria del plástico se desarrolla a pasos agigantados. Pese a la crisis económica mundial, entre 1950 y 2011 la tasa de crecimiento medio anual de este sector fue cercana al nueve por ciento. Y la previsión para los próximos años también es alentadora: el consumo mundial de plástico aumentará un cuatro por ciento año por año hasta 2016.
Actualmente los embalajes son responsables de alrededor del 40 por ciento del plástico que se genera en el mundo; la construcción representa el 20 por ciento; la industria automovilística acapara el ocho por ciento y la electrónica el cinco por ciento. Finalmente, en un rubro que abarca un nada desdeñable 26 por ciento, se incluyen los utensilios de uso diario y todo aquello que guardamos y apilamos en nuestros hogares.
Los datos, proporcionados por Rainer Buschl, director de desempeño de materiales de BASF, The Chemical Company, la empresa química más grande del mundo, hablan de un mercado que se expande con fuerza en cualquier latitud y que es liderado por Asia, donde se consume el 43 por ciento del plástico que se produce, seguido de Europa, con un 22 por ciento.
En este contexto, un dato actúa como atenuante ante la protección del medio ambiente: para 2016, los plásticos biodegradables representarán más del 34 por ciento de la producción total.
«Existen importantes mercados de consumo de biopolímeros en Europa, América y Asia, si bien es cierto que la tasa de utilización no es igual en todos los países», señaló Buschl en su visita a México.
«Hay industrias en Suiza y Brasil que están realizando importantes investigaciones en biopolímeros. Hay que tener cuidado en que su uso no incida en la producción de alimentos, así como en el sector en el que serán utilizados. Por ejemplo, no tendría mucho sentido aplicarlos a la industria automovilística», afirmó.
Fuente: Reforma
