Chontales y la organización ambiental Costa Salvaje anunciaron que interpondrán una denuncia popular ante la federación por daños ambientales y sociales causados por la paraestatal.
Representantes de comunidades chontales y la organización ambiental Costa Salvaje alertaron sobre los daños que todavía puede ocasionar el derrame de hidrocarburos de Pemex, ocurrido el pasado 11 de agosto en Salina Cruz, Oaxaca.
La afectación podría extenderse a 200 kilómetros de ecosistemas costeros, prioritarios para la anidación de tortugas marinas, así como a lagunas de mangle que aportan pesquerías a unas mil familias chontales, lo cual amenaza la actividad de turismo alternativo de playa como el surf.
Convocados por los senadores Benjamín Robles Montoya y Miguel Barbosa, representantes de esas comunidades, coordinados por la organización ambiental Costa Salvaje, señalaron que Pemex trata de minimizar los impactos provocados en zonas de alto valor ambiental, turístico y para sustento alimenticio.
Con el lema “Es hora de derramar la verdad” en playeras alusivas al desastre ambiental provocado por el derrame de Pemex y con una pancarta con la leyenda: “No queremos nadar en petróleo”, los inconformes dieron a conocer que interpondrán una denuncia popular ante la federación por los daños ambientales y sociales provocados por la paraestatal.
Sergio Flores, coordinador de Prensa de la organización ambiental Costa Salvaje, afirmó que los daños ambientales provocados por Pemex, impactaron ya playas de anidación de tortugas marinas en Salina Cruz, Tehuantepec, Morro Ayuta, San Pedro Huamelula, donde arriba hasta medio millón de golfinas al año, así como el santuario de la tortuga laúd en playa Barra de la Cruz.
“Profepa denunció ante la PGR a Pemex por la muerte de 13 tortugas golfinas y daños en manglares en distintas playas de los municipios de Salina Cruz y Tehuantepec. Y el derrame llegó a playas con frágiles arrecifes coralinos como Chachacual y Riscalillo en el Parque Nacional Huatulco, por lo que estos daños ambientales y sociales no pueden quedar impunes.
“Exigimos que autoridades de Salud e investigadores ambientales dictaminen el grado de afectación de las playas, desde Salina Cruz hasta La Escobilla; ésta, santuario de la tortuga golfina, pues de existir residuos tóxicos en esa playa, como ocurrió en la de Morro Ayuta, estaría en riesgo casi 50 por ciento de la población mundial de tortugas golfinas anidadoras”, advirtió el representante de Costa Salvaje.
Fuente: milenio.com
Por: Oscar Rodríguez
Publicada: 22 de Septiembre de 2012