El primer ministro de India, Narendra Modi, llamó hoy a terminar con la discriminación en contra de las mujeres y a poner fin a la violencia por razones de género, casta o religión.
Al participar en la celebración de la independencia del país, el jefe de gobierno indio dijo que estaba avergonzado por el creciente número de crímenes sexuales en contra de las mujeres.
Modi hizo un llamado a los padres para que asuman la responsabilidad por las acciones de sus hijos, al insistir que los menores deben ser educados por sus familias bajo la premisa de enseñarles valores que les permitan ser adultos responsables.
“En una sociedad cada padre tiene la responsabilidad de enseñar a sus hijos la diferencia entre el bien y el mal”, señaló Modi en un discurso con motivo del Día de la Independencia de India, que destacó por haberlo improvisado al dejar a un lado el texto preparado.
Nueva Delhi, la capital, ha estado bajo una impresionante operativo de seguridad, con miles de policías y soldados desplegados en toda la ciudad.
Durante muchos años, los primeros ministros habían utilizado sus discursos anuales del Día de la Independencia para atacar a Pakistán, con la cual mantiene un litigio territorial, pero en esta ocasión Modi aprovechó para difundir un mensaje de fuerte contenido social.
La presentación de Modi fue transmitida en directo a toda el país, y recibió una enorme aprobación de los medios sociales que describieron el discurso como “refrescante”, “inspirador” e “impresionante”.
Pero los críticos han aprovechado la ocasión para cuestionar su actuación en los pocos meses desde que asumió el cargo de primer ministro y el fracaso de su gobierno de llevar a cabo reformas cuando la economía pasa por la peor recesión en dos décadas.
Modi habló de convertir a India en un centro de producción y pasar de una economía basada en la importación a uno basado en las exportaciones. “Dejénme construir una nueva India”, exclamó en su discurso en el cual no contó con un vidrio blindado de protección.
Prometió cuentas bancarias para todos en un país donde casi el 40 por ciento de las personas tienen poco acceso a los servicios financieros y están a menudo a merced de los prestamistas que cobran intereses onerosos
Fuente: Sin Embargo
