A veces, la invención más simple puede cambiar millones de vidas. Ese es el objetivo de The Shoe That Grows al crear productos responsables y rentables.
¿Y si existieran zapatos que crecen…?
Caminar es una actividad básica que nos permite desplazarnos prácticamente adonde sea, pero muchas personas pobres en el mundo no tienen el calzado adecuado. Un buen par de zapatos proporcionaría ayuda a esta gente y los protegería contra los parásitos del suelo, cortes, abrasiones e infecciones. El uso de calzado puede ayudar a prevenir enfermedades, complicaciones físicas y daño cognitivo a largo plazo, así como permitir a las familias necesitadas caminar con más comodidad para obtener alimentos, agua, refugio o asistencia médica.
Para quienes viven en los países de primer mundo, comprar zapatos solo es un cargo más a la tarjeta o billetera, pero para aquellos que viven en países en desarrollo comprar zapatos nuevos cada pocos meses no es una opción y el riesgo de correr descalzo puede tener muchas consecuencias.
Los niños son los que más necesidad tienen de tener un buen calzado puesto que conforme crecen, especialmente entre los 2 y 6 años, los zapatos dejan de quedarles. Esta situación a menudo no les deja más opción que caminar descalzos. Se estima que 300 millones de menores en todo el mundo no tienen zapatos y están expuestos a enfermedades y parásitos transmitidos por el suelo. Con zapatos, los niños son más saludables, asisten a la escuela con más frecuencia y tienen mayor confianza.
Ahí es donde entran «los zapatos que crecen». Estos productos responsables y rentables pueden expandirse hasta cinco tamaños y durar cinco años.
Este calzado tiene una suela de goma comprimida resistente que protege los pies del usuario. Se pueden ajustar en tres lugares: la parte delantera con un gancho y agujeros como un cinturón, los lados con velcro y la parte posterior con una hebilla. La parte inferior está hecha de goma de neumático comprimida y la parte superior es de cuero de alta calidad.
La historia de los zapatos que crecen, productos responsables y rentables
Kenton Lee de Nampa, Idaho, tuvo la idea de trabajar en Nairobi, Kenia después de ver a niños corriendo descalzos y con zapatos de tamaños demasiado pequeños. Eso lo llevó a trabajar en su idea. Se preguntaba qué pasaría si hubiera un zapato que se pudiera ajustar y expandir para que los niños siempre tuvieran un par de zapatos que les queden.
De esa manera, inventó un par de zapatos que se ajustan a los pies de los niños conforme crecen. No duran para toda la vida, pero tienen un ciclo de vida mucho más largo que un calzado normal. Lee cree que han creado algo increíble. Tiene mucha razón, ¿no? Después de todo, ayudó a crear productos responsables y rentables.
Luego de regresar a los Estados Unidos, Kenton lanzó el concepto de un «zapato que crece» a varias compañías de calzado diferentes. Aunque ninguna mostraba interés en su idea, Kenton creía en su visión. Su siguiente paso fue formar un equipo pequeño, y juntos comenzaron a construir muchos prototipos diferentes. Después de cinco años de duro trabajo y experimentación, su idea se hizo realidad.
Estos son los resultados obtenidos hasta el momento:
- 121,447 pares de zapatos distribuidos.
- 926 socios en 91 países.
La historia de Ludi, productos responsables y rentables en práctica
Ludi tiene 12 años y vive en Haití. Su sueño de toda la vida es crecer para ser maestra, pero la escuela está a cinco millas de distancia y requiere zapatos para poder asistir. Algunos años, Ludi tenía zapatos y podía ir, pero otros no.
Ahora, gracias a The Shoe That Grows, Ludi siempre tiene un par de zapatos que le quedan bien. Ella puede ir a la escuela y perseguir sus sueños gracias a la invención de estos productos responsables y rentables.
Maneras de ayudar a los niños a través de The Shoe That Grows
Hay 2 formas principales en las que puedes ayudar:
- Llevar el zapato a los niños que lo necesitan.
- Donar para que otros puedan tener zapatos.
The Shoe That Grows trabaja con organizaciones sin fines de lucro, iglesias, escuelas e individuos para llevar zapatos a los niños que viven en la pobreza.
¿Qué te parecen estos productos responsables y rentables? A mí sí me hubiera gustado tener un par de estos zapatos en mi infancia. Te leemos en los comentarios.
Pensé que era un lujo cuando compré unas sandalias que tenían tres puntos de amplitud… ahora veo que si la plataforma fuera como la de estos «zapatos que crecen» hubiera sido pionera en este magnífico proyecto!!!
Felicito al creador!
Están geniales, donde los puedo conseguir??