Volkswagen de México podría ser sancionada por un monto superior a 118,000 millones de pesos, al haber engañado al consumidor con la venta irregular de vehículos con motores a diésel falsos, advirtió la titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Lorena Martínez Rodríguez.
En caso de que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) compruebe que los 32,000 vehículos que la empresa alemana colocó en el mercado mexicano no cumplen con la normatividad de emisión de contaminantes en el país, la Profeco procederá a multar a VW.
En conferencia de prensa, la funcionaria federal explicó que la sanción podría ser de alrededor de 3 millones 700,000 pesos por cada operación comercial.
“Una sanción que básicamente procede de manera directa, partiendo de un principio claro, en el supuesto de que la Profepa ratifique que los automóviles no cumplen con las normas y por tanto, significa que vendieron un automóvil engañando al consumidor”, dijo.
La Ley Federal de Protección al Consumidor, en su artículo séptimo, establece como una violación el engaño. Sin embargo, hasta el momento la Profeco no ha recibido ninguna queja por parte del consumidor, la cual puede ser por publicidad engañosa o simplemente por haber vendido un producto distinto al que se ofreció, aseguró.
Legislación menos exigente
En cuanto a las sanciones ambientales, aunque la Profepa ya tomó muestras de las unidades vendidas con el software alterado que no cumple con las emisiones de contaminantes en Estados Unidos, el secretario del Medio Ambiente, Rafael Pacchiano Alamán, aseguró previamente que en México la legislación no resulta tan “exigente” como en el vecino del norte y por tanto las sanciones serán por el consumo, y no por la violación de emisiones.
Según analistas del sector automotriz, este tipo de alteraciones en las piezas, también conocidas como recall, se ha presentado anteriormente, por ejemplo en el caso de Toyota, que incluyó bolsas de aire que no se activaban en el momento del impacto de un automóvil, en más de 1 millón de unidades; o bien, General Motors en Rusia, con problemas en el termostato al no regular la temperatura; otro caso es Hyundai, que mandó a revisión unidades que sí ponen en riesgo la vida de los conductores.
Sobre la eventual sanción de la Profeco a VW, analistas y distribuidores consideraron que aún no es un hecho, por lo que “habrá que esperar”.
Escándalo en EU y sus consecuencias:
- El 18 septiembre, el gobierno de EU ordenó a VW y a Audi retirar y reparar 482,000 autos a diésel con software lector de emisiones contaminantes alterado.
- Posteriormente, se suspende en EU la venta de estos autos.
- Se desploman acciones de la marca alemana en Frankfurt.
- El presidente de VW, Martin Winterkorn , se disculpa y más tarde deja el cargo.
- Profepa anuncia que en México, 32,000 autos contienen este software.
- La planta de VW en Puebla suspende labores sabatinas.
- Conacyt no excluirá a VW por escándalo para buscar fondos
Puebla, Pue. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) no impedirá a Volkswagen de México que concurse por recursos públicos para proyectos de innovación, a pesar del escándalo que sufre la firma alemana por alteración de software de emisiones contaminantes en Estados Unidos.
Así lo dijo entrevista para El Economista el director general del consejo, Enrique Cabrero Mendoza, quien explicó que hasta el momento la armadora alemana ha salido bien calificada en los proyectos que ha presentado para recibir financiamiento federal. En el 2014 se le otorgaron más de 30 millones de pesos.
Comentó que el problema que enfrenta la firma automotriz por la alteración del software para la medición de las emisiones contaminantes en algunos de sus modelos diésel no se tomará en cuenta si sus propuestas de la planta en Puebla son bien evaluadas con base en resultados.
Los modelos Jetta, Beetle y Golf, fabricados en la planta de Cuautlancingo, están entre los que Estados Unidos detectó que fueron trucados.
Cabrero explicó que el programa de estímulos a la innovación del Conacyt es abierto para todo tipo de empresas –pequeñas, medianas y grandes–, y que en el caso del sector automotriz son muy útiles los recursos para que “pasemos de ser simples armadores de automóviles en México a tener mayores componentes tecnológicos”.
Confió en que tal problema habrá de superarlo el consorcio alemán a nivel mundial, ya que existe preocupación entre el sector de proveeduría, cuyas empresas también acceden a recursos públicos.
Fuente: El Economista