El sector requiere una mejor estructura para cumplir sus objetivos, dice Laila Elías; la experta detalla que la jerarquización y planeación son parte de una buena organización.
Al igual que las organizaciones públicas (primer sector) y las privadas (segundo sector), las organizaciones sociales o del tercer sector, requieren de una estructura organizacional a fin de contar con una adecuada gestión interna y externa y que con ello puedan cumplir con sus objetivos planteados.
Dicha estructura organizacional, debe estar basada en la misión y razón de existir de la organización, ser soportada por una serie de recursos tanto humanos como económicos, materiales y tecnológicos, que le permitan llevar a cabo cada procedimiento y actividad de manera eficiente para lograr la permanencia y continuidad proyectada.
Es necesario que la estructura organizacional se valga de una composición jerárquica del recurso humano, a fin de definir la posición de cada miembro, su línea de mando, sus estrategias de dirección, comunicación y liderazgo y con ello se pueda delimitar las responsabilidades y obligaciones, funciones, alcances y limitaciones de los mismos.
Por otra parte, la planeación estratégica juega un papel de suma importancia dentro de la estructura organizacional, ya que con ésta se definen los procedimientos operativos y administrativos necesarios, así como las acciones más próximas a seguir para el cumplimiento de cada estrategia en el corto, mediano y largo plazo.
Un factor determinante de cualquier organización, es el estilo para dar a conocer, promover y/o difundir su causa, así como la forma en que esto impactará dentro de sus procedimientos y actividades continuas. Para ello, desarrollar un plan de mercadotecnia social acorde a las necesidades e intereses de la organización y por ende de sus stakeholders, permitirá atraer mayores recursos (de todo tipo) a la organización, y con ello, alcanzar el éxito planteado inicialmente.
Cabe señalar que lo anterior siempre debe ir acorde con el tipo de organización según la actividad preponderante que realiza, así como de la necesidad que atiende, ya que de lo contrario se provocará una incongruencia entre lo que expresa o comunica y lo que hace y las acciones que emprende, lo cual se transforma en desconfianza y mala reputación tanto dentro de su medio externo como interno y una vez que la confianza se pierde, resulta casi imposible recuperarla.
Finalmente, es necesario que las organizaciones del tercer sector estén soportadas sobre una estructura o base sólida que les permita estar más preparadas para enfrentar los retos y desafíos que se les presentan en el día a día, ya que de otra forma resulta mucho más difícil ser organizaciones eficaces y eficientes que permanezcan a través del tiempo.
*La experta es alumna del doctorado en Administración de la Universidad Anáhuac, México Sur.