En una reciente investigación llevada a cabo por la organización benéfica Possible, surge un cuestionamiento en torno a la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) relacionada con los programas de viajeros frecuentes en la industria de la aviación, de acuerdo con Business Green.
Estos programas, ampliamente conocidos por sus incentivos para los viajeros frecuentes, han sido señalados como «irresponsables» por promover comportamientos intensivos en carbono. El análisis revela que estas membresías podrían estar impulsando una huella de carbono considerable, emitiendo hasta 112 veces más Gases de Efecto Invernadero (GEI) que una persona promedio.
Viajeros frecuentes son irresponsables y tienen efectos colosales
El análisis realizado por esta ONG pone de manifiesto que estas prácticas comerciales, a menudo implementadas en aras de fomentar la lealtad del cliente, presentan una paradoja significativa y perjudicial para los objetivos climáticos de mantener el aumento de la temperatura del planeta por debajo de 1.5°C.
Si bien las aerolíneas argumentan que los programas de viajero frecuente fomentan la interacción del cliente y reflejan una forma de recompensar la lealtad, el análisis de Possible cuestiona si este incentivo está alineado con la responsabilidad ambiental y social de las aerolíneas.
Possible revela que la membresía de por vida en uno de estos programas, como los que ofrecen British Airways y Virgin Atlantic —dos aerolíneas del Reino Unido—, podría conllevar la emisión de más de 1,800 toneladas de GEI por persona.
Estos hechos han puesto en el centro de atención el impacto ambiental de estos programas, subrayando que el pasajero promedio tendría que realizar un número significativo de vuelos para calificar para la membresía de viajero frecuente.
Exigen fin a programas de viajeros frecuentes por irresponsables
Para Possible, la conclusión es clara: aquellos que califican para la membresía de estos programas de incentivos para viajeros frecuentes tienen un impacto climático «colosal», ya que emiten cantidades de carbono significativamente mayores que la mayoría de las personas.
Esta situación ha llevado a Possible a exigir un «fin inmediato» de estos programas ofrecidos por aerolíneas en el Reino Unido. La organización benéfica propone la implementación de un impuesto de viajero frecuente y un gravamen al queroseno, con la finalidad de desalentar los viajes intensivos en carbono y reducir el consumo excesivo de recursos ambientales.
Alethea Warrington, activista principal de Possible, destaca que los incentivos para viajeros frecuentes están generando emisiones «en la dirección equivocada», resaltando que las aerolíneas están motivando a un pequeño grupo de viajeros a realizar vuelos innecesarios con el único objetivo de acumular puntos, mientras que el impacto medioambiental negativo afecta a todo el planeta.
«Las aerolíneas están alentando a un selecto grupo de viajeros extremadamente frecuentes a realizar vuelos no deseados, únicamente con el fin de acumular puntos, mientras que personas alrededor del mundo afrontan las consecuencias reales, como peligrosas olas de calor e incendios forestales incontrolables».
Alethea Warrington, activista principal de Possible.
Virgin Atlantic y British Airways responden
Virgin Atlantic y British Airways, dos de las principales aerolíneas del Reino Unido, han emitido sus respuestas al respecto. Ambas compañías defienden la relevancia de sus programas de viajero frecuente, destacando que estos tienen la intención de reconocer la fidelidad de los clientes. No obstante, subrayan que han implementado medidas para abordar el impacto climático. Estas incluyen inversiones en combustibles de aviación sostenibles y en aeronaves de mayor eficiencia en el consumo de combustible.
Virgin Atlantic, además, recalca que no espera que sus pasajeros viajen únicamente con el propósito de acumular puntos a través de su programa de viajero frecuente. Por lo tanto, brinda a los miembros diversas oportunidades para ganar y canjear puntos tanto durante los vuelos como en tierra.
«Nuestros clientes tienen la oportunidad de ganar Puntos Virgin [un programa de fidelidad de la compañía] a través de una diversidad de compras, desde artículos cotidianos hasta experiencias de gran valor. La mayor parte de los puntos se acumulan en tierra mediante nuestras tarjetas de crédito […].»
Virgin Atlantic en un comunicado.
Mientras tanto, British Airways reafirmó su compromiso de «reconocer la lealtad de nuestros clientes» al ofrecer beneficios a través de su programa Executive Club, subrayando la importancia de equilibrar esto con sus responsabilidades ambientales. La aerolínea también compartió sus esfuerzos a través del programa BA Better World, que tiene como objetivo alcanzar cero emisiones netas para el año 2050.
Adicionalmente, la compañía ha presentado la plataforma «CO2llaborate», brindando a los clientes la oportunidad de desempeñar un rol activo en la reducción de sus emisiones. A través de esta plataforma, los viajeros pueden calcular y abordar las emisiones generadas antes, durante o después de sus vuelos.
Practicas comerciales más responsables
En un contexto donde los desafíos ambientales se vuelven más apremiantes, la organización benéfica ha catalizado la discusión en torno a la contradicción inherente a una práctica ampliamente aceptada en la industria de la aviación. Esto pone de manifiesto la urgencia de reducir las emisiones en una industria que históricamente ha contribuido al cambio climático.
Esta cuestión plantea la necesidad imperante de una reflexión profunda acerca de la sostenibilidad y el balance entre los objetivos comerciales y la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). En última instancia, el informe ha estimulado debates sobre la necesidad de adoptar nuevas prácticas comerciales y de orientar las ganancias hacia la sostenibilidad.