El unicel, presente en la rutina diaria de millones de neoyorquinos que compran comidas preparadas fuera de sus casas, pasará a la historia luego de un giro con impronta ecológica impuesto por el Alcalde Bill de Blasio.
Nueva York, la ciudad más grande de Estados Unidos, decidió prohibir el uso de los envases de unicel.
La medida, originalmente propuesta hace dos años por Michael Bloomberg, forzará a restaurantes, cafeterías y puestos de comida a buscar recipientes alternativos a los envases de poliestireno para los alimentos y bebidas.
La nueva regla regirá desde el 1 de julio, aunque las multas por incumplimiento comenzarán a aplicarse recién en 2016.
«Tendrían que decir cuál es la opción y dónde se puede conseguir. Yo quiero conseguir de cartón o de papel, sino después empiezan con su negocio de las multas. Siempre buscan dinero, entonces es mejor que den la solución», se quejó con REFORMA Víctor, oriundo de Tlaxcala y quien tiene un restaurante de comida mexicana en Brooklyn.
Unas 70 ciudades de Estados Unidos han tomando la misma medida, pero el impacto de Nueva York es mucho mayor al ser la urbe más grande del país y un referente global a la hora de marcar nuevas tendencias.
El giro fue celebrado por los ambientalistas, pero encontró resistencia en grupos que defienden el uso de poliestireno y algunos dueños de restaurante.
Los envases de poliestireno contaminan y la ciudad rechazó planes para reciclarlos al sostener que no es conveniente, algo que niegan las empresas que producen unicel.
Es un material asequible (los envases sustitutos pueden costar hasta cinco veces más), pero, en algunos casos, al no dejar respirar los alimentos suele dejarlos «empapados».
«La ciudad de Nueva York podría haber superado a Los Ángeles como la ciudad más grande en reciclar los envases de poliestireno, apoyándose en la experiencia de los programas de reciclaje de otras ciudades», afirmó Mike Levy, director del Grupo de Plásticos para Servicios Alimenticios del Consejo Químico Americano (ACC, según sus siglas en inglés).
La decisión de De Blasio ha tocado intereses corporativos.
Según el ACC, en Estados Unidos y Canadá hay casi 140 empresas que procesan o usan el material plástico, y sólo en el estado de Nueva York hay cuatro compañías que comenzarán a tener problemas con sus ventas.
Levy indicó que cuatro empresas que se dedican a preparar el embalaje de poliestireno para la industria de servicios alimenticios cuentan con nueve centros donde emplean a mil 563 personas.
Esas compañías, recordó, pagan salarios e impuestos, y son las principales proveedoras de agencias públicas, restaurantes, escuelas y hospitales, entre otros destinatarios.
Una de esas empresas es Dart, cuya filial en México ha promovido desde hace casi 20 años el reciclaje de unicel.
«Para una ciudad que ha sido ejemplo, no comprendemos por qué los funcionarios rechazaron una opción de reciclaje innovadora desde el punto de vista ambiental», indicó Michael Westerfield, Director Corporativo de Programas de Reciclaje de Dart.
«Si bien gran parte de los residuos que producimos pueden ser reciclados o reutilizados, el unicel no es uno de esos materiales», puntualizó la Comisionada de Saneamiento, Kathryn García.
«La extracción de poliestireno de nuestro flujo de residuos no sólo es bueno para un más verde, más sostenible Nueva York, sino también para las comunidades que albergan a los vertederos que reciban la basura de la ciudad», completó.
Fuente: Reforma
