De acuerdo con Greenpeace France, los combustibles fósiles como petróleo, gas y carbón, y, en general, la industria automotriz, las compañías aéreas y marítimas son responsables del 89% de las emisiones mundiales de CO2.
Sin embargo, gracias a sus estrategias de comunicación, publicidad, patrocinio deportivo y alianzas han logrado desviar la atención de su impacto catastrófico para el planeta. En medio de este panorama, una iniciativa podría revertir estas prácticas de greenwashing, al menos en Francia, según lo reporta Business Green.
Industrias fósiles sin responsabilidad
No es una noticia nueva que estamos en medio de una crisis climática, pero mientras los científicos siguen advirtiendo sobre la urgencia de reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), las compañías de combustibles fósiles y políticos que las respaldan han estado minimizando los daños y la realidad a la que se enfrenta el mundo de no mantener el aumento de la temperatura en menos de 1.5 °C.
Por muchos años, y aún hoy, las grandes petroleras han recurrido a cuantiosas inversiones en lobbying y marketing para vender promesas y soluciones sobre el futuro del desarrollo, negando su responsabilidad y acciones contra la actual situación climática.
Prohíben publicidad de productos de petróleo
En un giro que pone a Francia a la vanguardia del liderazgo climático, en la nación europea prohíben publicidad de productos de petróleo. Es así que las empresas ya no podrán promocionar productos y servicios de derivados fósiles, debido a una nueva ley climática.
La iniciativa, que entró en vigor el 22 de agosto del 2022, ha sido señalada como la piedra angular de la agenda legislativa verde, del actual presidente, Emmanuel Macron. Con la normativa en operación, las compañías que infrinjan la reglamentación podrían enfrentarse a multas de hasta 100,000 €, y las sanciones podrían aumentar hasta el doble para los infractores reincidentes.
Alto a la publicidad de contaminantes
Aunque el proyecto ha sido aplaudido como una medida a la lucha contra los combustibles fósiles, también ha sido criticado por algunos ambientalistas, por no ir lo suficientemente lejos. Ya que grupos de activistas, como Greenpeace Francia, indican que las inversiones financieras en combustibles fósiles y el patrocinio relacionado con la comunicación no están cubiertos por la prohibición, y todavía se permite la publicidad de hidrógeno descarbonizado, o hidrógeno ‘azul’, y otros combustibles y gas fósil que incluyan al menos un 50% de contenido de energía renovable o biogás.
«En todas partes se leerá que la publicidad de combustibles fósiles ahora está prohibida, pero eso no es cierto».
Greenpeace France.
Por ello, Greenpeace France ha invitado a la ciudadanía europea a movilizarse a través del apoyo a la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE), para ampliar la prohibición, e incluir el patrocinio de combustibles fósiles.
La Francia ecológica del gobierno de Macron
Del mismo modo, las nuevas reglas que forman parte de una amplia ley climática —aprobada en marzo del 2022— imponen restricciones a ciertos vuelos nacionales; prohíben los autos nuevos que emitan más de 95 gramos de CO2 por kilómetro a partir de 2030 y establecen al ecocidio, como un delito penal.
Lo anterior se suma a una serie de compromisos ecológicos asumidos por Macron después de que ganó un segundo mandato como presidente, prometiendo una «renovación completa» de su programa de política ambiental y abordar el problema de la crisis climática.
En este sentido, la actual administración ha apostado por la construcción de 50 parques eólicos marinos para finales de la década, capaces de satisfacer una quinta parte de las necesidades de electricidad de Francia, junto con seis nuevos reactores nucleares. Además de planear vincular las bonificaciones de los directores ejecutivos a los resultados ambientales corporativos.
Por lo que se espera que la nueva iniciativa de la agenda verde del gobierno francés sirva de impulso para que otras naciones adopten medidas similares urgentes, en un planeta que se calienta a paso veloz.