En la actualidad, son cientos de establecimientos los que se están uniendo a la prohibición de popotes, y es que éstos se están encargado de destruir la vida de los animales marítimos y de la flora de los océanos.
Sin embargo, según la Asociación Nacional de la Industria del Plástico (ANIPAC) prohibir o rechazar el uso de popotes no es la mejor solución para eliminar este problema, por ello debe existir una regulación exigente y por supuesto una mejor cultura ambiental.
Por ello, Raúl Mendoza, director del organismo dijo que urge que tanto los fabricantes como las autoridades y la sociedad, afronten el compromiso, y responsabilidad para el buen uso y manejo del popote.
“Si no lo necesitas, no lo utilices y no lo pidas. Si puedes desinfectar o lavar el material, puedes volver a usarlo”, comentó.
En un comunicado, el director expresó que es incorrecto el dato que afirma que en México una persona utiliza en promedio 38 mil popotes en su vida, pues son datos que no corresponden al país.
Asimismo informó que la asociación estima que en promedio una persona consume 73 piezas de popotes al año, es decir, uno cada cinco días, considerando las características de la población que lo utilizan con mayor frecuencia, el cual corresponde sobre todo a zonas urbanas o turísticas, pues la zona rural lo consume muy poco.
De acuerdo con Alto Nivel, el directivo dijo que las campañas que actualmente se están presentando carecen de sustento y únicamente buscan confundir a la sociedad.
También explicó que las resinas utilizadas en la fabricación de popotes son 100% reciclables, pues se fabrican de acuerdo con lo que señala la NOM-251-SSA1-2009, normatividad que regula las prácticas de higiene para el proceso de alimentos, bebidas o suplementos alimenticios.
Es por eso que el popote es un producto que se utiliza para para prevenir enfermedades por fluidos corporales contagiosos al entrar en contacto con la boca; además de su practicidad para beber líquidos.
Según datos de Alto Nivel, los popotes representan sólo el 0.05 por ciento, y el 39% de la fabricación de popotes está en la industria formal, de ahí la importancia de la regulación y supervisión, según la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ).
Por ello, la industria del plástico resaltó que ha buscado y continuará con el acercamiento y creación de alianzas con establecimientos comerciales, restaurantes y hoteles, mismos que utilizan en gran medida este producto, para separar los popotes y que éstos a su vez sean aprovechados para el reciclaje.