Frente a uno de los mayores problemas medioambientales que amenazan al mundo, los grandes fabricantes de productos de consumo tienen la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de adoptar enfoques integrales para detener su flujo de plástico y cambiar la percepción social negativa sobre sus promesas vacías en la lucha vs el plástico.
La RSE juega un papel crucial en la percepción de la marca de una empresa, es decir, si es atractiva para clientes, empleados e inversores, logra retención de talento y tiene éxito empresarial en general. Sin embargo, las preocupaciones sobre la capacidad de la sociedad para lidiar con los desechos plásticos ha despertado una mayor preocupación respecto al compromiso y la acción real de las marcas consideradas como grandes productoras de plásticos para solucionar el problema en crecimiento.
Contaminación plástica
No es de extrañar que hayan surgido fuertes críticas debido al patrocinio de Coca-Cola en la cumbre climática COP27. Puesto que la embotelladora ha sido señalada como una de las principales generadoras de desechos plásticos.
La demanda de promesas vacías en la lucha vs el plástico están trayendo un mayor escrutinio y preocupación por acciones de las marcas que aparentan estar abordando la crisis de plásticos, cuando en realidad no lo hacen. Ello representa un riesgo real en los esfuerzos de las marcas, acusadas de greenwashing, ya que no cumplir con sus compromisos globales enunciados en línea con la sustentabilidad ocasiona problemas para su reputación.
Esto es especialmente cierto en países como EE. UU., que recientemente ha sido criticado por su bajo desempeño en el reciclaje de plásticos y la falta de impulsores de políticas de mercado que podrían ayudar a impulsar soluciones más circulares para los desechos plásticos.
El informe Circular Claims Fall Flat Again de Greenpeace USA destacó algunos de los problemas sistémicos asociados con el reciclaje de plástico y señaló que se prevé que el uso y el desperdicio de plástico a nivel mundial casi se tripliquen para 2060.
Por lo que una de las preocupaciones que acusa las promesas vacías en la lucha vs el plástico es la disminución de la tasa de reciclaje. El informe estima que disminuyó a alrededor del 5% en 2021, por debajo de un máximo de 9.5 % en 2014 y 8.7% en 2018, cuando EE. UU. aún exportaba a China una cantidad significativa de desechos plásticos.
El plástico no es reciclable
Greenpeace argumenta en el informe que una de las principales razones de la reducción del reciclaje es que ningún envase de plástico en el EE. UU. cumple con la definición de reciclaje utilizada por la iniciativa New Plastics Economy de la Fundación Ellen MacArthur.
De acuerdo con el grupo ambientalista, para que un artículo califique tiene que tener una tasa de reciclaje del 30% para recibir la clasificación de «reciclable». El informe establece que dos de los plásticos más comunes, que a menudo se consideran reciclables en los EE. UU., PET No. 1 y HDPE N.º 2, caen muy por debajo de este umbral y solo logran tasas de reprocesamiento del 20.9% y 10.3%, respectivamente.
Otro de los problemas que deriva de las promesas vacías en la lucha vs el plástico es que tanto el reciclaje mecánico como el químico de los desechos plásticos ha fallado en gran medida en los EE. UU. Al igual que en muchos países, la tecnología de reciclaje mecánico tradicional no está equipada para procesar muchos materiales de embalaje domésticos, mucho menos los que se utilizan en sectores como la construcción y la agricultura.
«Las empresas saben que el reciclaje de plásticos no ha resuelto, y nunca resolverá, la crisis de los desechos plásticos que han ayudado a crear, por lo que deben centrarse en la reducción y cambiar a sistemas de recarga y reutilización».
Lisa Ramsden, activista sénior de plásticos de Greenpeace.
Marcas necesitan acelerar e integrar soluciones innovadoras al reciclaje
El problema con el reciclaje químico es que abarca muchos procesos que se dividen en dos categorías: plástico a combustible y plástico a componentes químicos. Producir combustible a partir de desechos plásticos es el enfoque más común en EE. UU.
No obstante, el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC), un grupo de defensa ambiental sin fines de lucro, acusa a la industria del plástico de engañar al público sobre el reciclaje químico, afirmando que es una «solución falsa» a la crisis de los desechos plásticos.
En uno de sus estudios titulado Mentiras del reciclaje: El reciclaje químico del plástico es una incineración de greenwashing, NRDC concluye que este tipo de instalaciones pueden generar contaminantes del aire y grandes cantidades de desechos peligrosos. Por ello, pide salvaguardas regulatorias más estrictas para mantener la protección de la salud.
Así es posible cambiar las promesas vacías en la lucha vs el plástico
Tanto NRDC como Greenpeace hacen un llamado a las marcas para que intensifiquen los esfuerzos por eliminar gradualmente los plásticos de un solo uso, particularmente en sus envases y productos, así como cambiar a sistemas de reutilización y recarga, y enfoques sin envases.
«En los EE. UU., el lechero entregaba la leche en botellas de vidrio reutilizables. Solías poder comprar una Coca-Cola en una botella de vidrio, disfrutar la bebida y, luego, devolverlo para que sea desinfectado y rellenado».
Lisa Ramsden, activista sénior de plásticos de Greenpeace USA.
Ciertos sectores, como la industria de las bebidas, están «extremadamente bien posicionados» para impulsar soluciones más circulares a escala y deberían establecer objetivos más ambiciosos para adoptar envases reutilizables y recargables, señala Lisa Ramsden, activista sénior de plásticos de Greenpeace USA. Comprometerse a colaborar con otros para estandarizar los envases reutilizables y construir sistemas e infraestructura de reutilización compartidos también ayudaría.
Por su parte, Veena Singla, científica sénior de NRDC, señala que, para pasar a la acción, las marcas deben poner como prioridad la gestión de desechos. Por ejemplo, componentes del empaque que se podrían eliminar con un rediseño, para usar materiales que actualmente se reciclan y evitar los materiales que no lo son.
En el futuro, es posible que a las marcas les resulte más difícil impulsar mensajes de reciclaje convincentes, ya que las tecnologías y los procesos reales involucrados se someten a un mayor escrutinio y presión social y gubernamental.
Todo ello, mientras lidian con la preocupación continúa de los consumidores, la sociedad en general y grupos ambientalistas en torno a algunas de las afirmaciones que hacen sobre la lucha contra la contaminación plástica.
