Hasta ahora los sistemas fotovoltaicos presentan poca viabilidad para uso en casas habitaciones, sobre todo en aquellas que no fueron adaptadas para ese tipo de energía, debido a que su instalación aún representa un gasto significativo para los usuarios.
Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) analizaron la posibilidad de aprovechar la energía solar en una casa habitación empleando prácticamente la red de conexión eléctrica y sin incurrir en altos costos de instalación o almacenamiento.
Hasta ahora los sistemas fotovoltaicos presentan poca viabilidad para uso en casas habitaciones, sobre todo en aquellas que no fueron adaptadas para ese tipo de energía, debido a que su instalación aún representa un gasto significativo para los usuarios.
Pero Antonio Sarmiento Galán, especialista del Instituto de Matemáticas de la UNAM, ha demostrado que es posible reducir los costos del sistema fotovoltaico al prescindir de dispositivos de almacenamiento energético y emplear la energía generada mediante el uso de la red eléctrica, con lo cual se cubren los requerimientos energéticos de una familia de cuatro personas
Esto se logra con un pequeño módulo (celdas fotovoltaicas), un inversor de corriente y un medidor bidireccional conectado a la red de distribución eléctrica.
“Durante el día, el sistema transforma la energía solar en corriente eléctrica directa, que es convertida por el inversor a corriente alterna para ser utilizada de inmediato o bien, puede ser inyectada a la red eléctrica a fin de ser recuperada para su uso durante la noche y por ello el medidor debe ser bidireccional”, refiere Sarmiento Galán.
El investigador universitario también determinó que si bien la inversión puede recuperarse en un lapso de ocho a nueve años, aún se tendrán al menos 10 años más de energía eléctrica gratuita y limpia. “Debido a la naturaleza modular del arreglo, la instalación puede realizarse por partes; ello ayuda a que la inversión correspondiente sea más fácilmente costeable”.
Las primeras pruebas de este tipo de arreglos se realizaron en casas ubicadas en la ladera sur de la Sierra Madre del Sur en México, una zona de muy alto riesgo en cuanto a tormentas eléctricas, pero el sistema no ha sufrido daño alguno. Durante los primeros cuatro años de operación, el sistema generó tres mil 550 kilowatts-hora cada año, lo cual representa evitar la emisión de 2.5 toneladas de bióxido de carbono por año que se hubiesen liberado a la atmósfera si se hubiese recurrido al uso de energía fósil.
Fuente: Ecoticias
