¿Qué es lo que realmente vende en la taquilla de cine? Durante años, la respuesta para los estudios cinematográficos, distribuidores y ejecutivos ha sido clara: un protagonista blanco masculino. Sin embargo, según un nuevo estudio realizado por la Universidad del Sur de California (USC), esta creencia arraigada podría estar en entredicho.
El informe de la Iniciativa de Inclusión de USC Annenberg, dirigida por la profesora de comunicación, la Dra. Stacy L. Smith, sugiere que la identidad de los protagonistas tiene poco que ver con el éxito en la taquilla. El hallazgo abre la conversación sobre los sesgos que persistente la la industria del cine, y cuestiona sobre las implicaciones que conlleva la falta de representación de otros personajes en las narrativas cinematográficas.
Éxito en la taquilla
El estudio de USC Annenberg examinó una muestra de 126 películas de acción en vivo más taquilleras de los años 2021 y 2022, centrándose en los factores que contribuyeron a su éxito en taquilla. Se enfocaron específicamente en películas con protagonistas únicos, excluyendo reediciones o tramas con coprotagonistas o elencos de ensamble.
El hallazgo más significativo del estudio fue que las películas con protagonistas masculinos o blancos no tuvieron un rendimiento teatral mejor que las películas lideradas por personajes femeninos o grupos subrepresentados. En otras palabras, no hay un «beneficio significativo» en tener un protagonista blanco masculino en un papel principal.
Sin embargo, aquí radica un problema sistémico más profundo. El apoyo teatral a películas con tales protagonistas sigue siendo significativamente mayor que para las películas con otros protagonistas. Las mujeres consistentemente reciben menos recursos para la producción de sus películas. Las películas con protagonistas blancos masculinos o protagonistas masculinos subrepresentados tienen presupuestos promocionales más altos que aquellas con protagonistas femeninas blancas o subrepresentadas.
La profesora Smith lo explicó claramente: «Las películas sobre personajes blancos masculinos todavía se lanzan con más frecuencia por estudios y distribuidores. El sistema se construyó para favorecer la narrativa sobre un grupo: los hombres blancos. Es la forma en que los ejecutivos apoyan las películas sobre hombres blancos lo que impulsa su éxito, no los protagonistas en sí mismos».
Otras conclusiones del estudio revelan un sesgo similar. Más de la mitad de las películas con los presupuestos más altos (de $100 millones o más) en el período de dos años tuvieron protagonistas blancos masculinos. Mientras tanto, el 15,8 por ciento presentaba una protagonista blanca, y solo el 10,5 por ciento tenía una protagonista femenina subrepresentada.
Industria del cine perpetúa la desigualdad
En realidad, el estudio concluye que los factores que determinan el éxito en taquilla se encuentran en la estructura de apoyo de la película: el presupuesto de producción, los costos de marketing y el alcance de su lanzamiento. Estos factores simplemente se aplican con más frecuencia a las películas con protagonistas masculinos.
El estudio de USC Annenberg cuestiona la narrativa arraigada en la industria cinematográfica de que las películas con protagonistas blancos masculinos son las que más venden. A pesar de la persistente preferencia por este tipo de películas, el éxito en taquilla se debe más a la inversión en producción y marketing que al género o la etnia del protagonista.
Este hallazgo es un recordatorio de la importancia de la diversidad y representación en la industria del cine y la necesidad de romper con los estereotipos tradicionales para ofrecer a la audiencia una gama más amplia de historias y perspectivas en la pantalla grande.
Y la RS en la industria del cine
En este contexto, la industria cinematográfica debe reconocer plenamente su influencia en la construcción de nuevas narrativas y asumir la responsabilidad de garantizar que todas las voces sean no solo escuchadas, sino también auténticamente representadas en la pantalla grande.
Este compromiso va mucho más allá de la simple elección de protagonistas; se extiende a la contratación de talento detrás de escena, la selección de guionistas y directores, y la presentación verídica de diversas culturas y comunidades en las historias que cuenta.
Adoptar una perspectiva de Responsabilidad Social (RS) en la industria del cine no es solo una elección, es una necesidad imperante. Es un llamado a la acción para replantear la manera en que construimos y compartimos nuestras historias en la gran pantalla. Es un compromiso firme y ético con la construcción de un mundo más diverso, inclusivo y equitativo a través del poder transformador de la narrativa cinematográfica. La RS en el cine no solo busca el éxito financiero, sino también el éxito social, y representa un paso significativo hacia una sociedad más justa y representativa.