¿Conoces los derechos que tienes como empleado? Al hacer esta pregunta no nos referimos únicamente a los derechos laborales que toda compañía debe respetar –como los días de vacaciones, el contrato individual, los permisos familiares, la protección de datos personales, etcétera–, sino a los humanos, los que resguardan tu bienestar e integridad como persona en el ámbito de trabajo.
Tendemos a dividir los derechos humanos de los laborales, pero en realidad están intrínsecamente conectados. De hecho, la libertad de trabajar y elegir el empleo que prefieras está estipulado en el artículo 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que fue proclamada en 1948, por lo que no nos equivocamos al afirmar que los derechos laborales –que responden a situaciones más específicas– surgieron de este documento.
¿Cómo puedes saber si el lugar donde trabajas tiene una cultura de responsabilidad social y se preocupa realmente por tus derechos? Para responder esta pregunta, quizás te interese conocer la iniciativa de esta empresa.
10 años protegiendo los derechos humanos de los empleados
Respetar y apoyar la dignidad de cada persona es un compromiso que la responsabilidad social de Monsanto ha tenido por mucho tiempo y, con el fin de fortalecerla, desde hace una década implementó diversas políticas y prácticas que, a la vez, garantizan y custodian los derechos de sus empleados.
En 2006, la compañía lanzó su Política de Derechos Humanos, la cual tiene como base la misma Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) y la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Esta política se desenvuelve en conjunto con el Código de Conducta de la empresa, Fundación Monsanto, los programas de desarrollo de productos, las demás normativas y esquemas ambientales, de seguridad e higiene.
Estos son los temas que se consideran dentro de esta política corporativa:
- Trabajo infantil.
- Trabajo forzoso.
- Compensación.
- Jornada laboral.
- Acoso y violencia.
- Discriminación.
- Seguridad.
- Libertad de asociación.
- Cumplimiento legal.
La responsabilidad social de Monsanto no se avoca únicamente a proteger los derechos humanos de sus colaboradores, también se asegura de que conozcan toda la información necesaria al respecto.
El 100 por ciento de la plantilla laboral de la compañía está capacitada en aspectos relacionados con derechos humanos; anualmente, se evalúa al 10 por ciento de los productores y al 100 por ciento de los proveedores agrícolas para corroborar que no estén desinformados y sigan la política.
A lo largo de estos diez años, el corporativo ha ido puliendo su iniciativa, añadiendo elementos importantes que no estaban contemplados en un principio.
La empresa señala que existen diez lecciones que han asimilado con el paso del tiempo y que, sin duda, pueden orientar a los corporativos que busquen poner en práctica una política como esta.
Diez lecciones de derechos humanos en una compañía socialmente responsable: caso Monsanto
1. Enfócate en los individuos que impactarás
Al redactar la Política de Derechos Humanos, la empresa tuvo siempre en mente las necesidades reales de las personas a las que iba a dirigirse. De este modo, pudo ver con mayor claridad dónde y cómo podía marcar una verdadera diferencia.
2. Escucha a los grupos de interés
En el proceso completo de elaboración, revisión, publicación e incluso en los chequeos continuos que se hace de la política, la opinión y propuestas de los diversos grupos de interés están presentes, siendo escuchadas y llevadas a cabo.
3. Responsabilízate de tu cadena de valor
La política y el Código de Conducta de Monsanto incluye a los terceros, los cuales no quedan exentos de ser protegidos y de cumplir estas normativas. De lo contrario, tanto ellos como la compañía quedan vulnerables ante posibles situaciones de violación u omisión de los derechos humanos.
4. Valora el mejoramiento continuo y la colaboración
Si surge un problema, la respuesta nunca es alejarse o desentenderse. Siempre hay que investigar a fondo el conflicto y preguntar a los afectados si consideran que se dio una buena y rápida solución. Esta es una excelente forma de enriquecer la política y los procedimientos.
5. Sigue un proceso
Una evaluación global de riesgos es un procedimiento fijo que la empresa implementó para ir mejorando y fortaleciendo la iniciativa. Este enfoque sistemático permite identificar eficazmente los problemas potenciales en todas las sedes que tienen en el mundo, y ayuda a evitar contingencias.
6. Adecúate a las condiciones locales
Al ser una compañía con presencia mundial, Monsanto ha tenido cuidado de respetar las leyes de cada zona donde opera, así también entiende mejor los varios riesgos que corre en los diferentes territorios, ya sea con los colaboradores, la cadena de valor u otras terceras partes. Piensa global, actúa local.
7. Adopta un enfoque de riesgo
Esto es clave para el buen funcionamiento de la política y, al mismo tiempo, prioriza los lugares donde hay mayores posibilidades de violaciones a los derechos humanos de los empleados o altercados menores. De igual modo, este sistema toma en cuenta el papel que el gobierno y las organizaciones no gubernamentales desempeñan cuando hay un conflicto de este tipo.
8. Expande tu comunicación
Justo como lo habíamos mencionado, capacitar e informar a los colaboradores de sus derechos y obligaciones en esta materia es crucial, especialmente porque Monsanto tiene alrededor de 20 mil trabajadores. Mantener una comunicación de este tamaño es arduo, pero no imposible de lograr.
9. Reúne información y ten indicadores de desempeño
Recolectar, analizar y publicar datos duros, así como dar seguimiento a los indicadores de desempeño es un paso que la empresa se ha encargado de dar desde el comienzo, pues no solo es relevante para el negocio y el buen funcionamiento de la política, también es una pieza elemental para la creación de informes anuales de sostenibilidad que se alineen con los estándares de la Iniciativa de Reporte Global.
10. Aprecia las diversas culturas
Este punto va ligado con adaptarse a las condiciones locales, pero tiene un sentido más social que legal. La compañía se interesa por conocer las costumbres y la cultura de las regiones donde opera, valorando profundamente esta diversidad.
Gracias a este constante esfuerzo y aprendizaje de diez años, Monsanto ha obtenido reconocimientos tal como el premio WEConnect, el cual recibió porque las mujeres empresarias representan el 26 por ciento de su equipo de gerentes y el 17 por ciento de los directivos en las oficinas de Latinoamérica Norte (LAN).
Igualmente, en 2014 se convirtió en la primera compañía agrícola en firmar WASH, el acuerdo del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) que compromete a las empresas a garantizar que todos los espacios de trabajo de su negocio cuenten con acceso al agua limpia, y estén en condiciones óptimas de salubridad e higiene.
Como puedes ver, no se trata de redactar una política, difundirla y listo. Como parte de la responsabilidad social, es una labor continua que no debe detenerse y que requiere del compromiso de todas las personas que integran una empresa, desde los altos directivos hasta aquellos que colaboran externamente.