En septiembre de 2017, cuando el Metro de la Ciudad de México cumplió 48 años de operación en el país, se propuso la primera planta de termovalorización construida en el país y en América Latina llamada El Sarape, la cual forma parte de la inversión de la firma francesa Veolia, responsable de su construcción y funcionamiento y que además ya opera otras 63 plantas en el mundo.
La Planta de Termovalorización de Residuos Sólidos Urbanos de la Ciudad de México están preparados para iniciar la construcción de la planta más grande en su tipo en AL. Sin embargo, ésta se encuentra en duda debido a que los argumentos por parte de la candidata a la jefatura de Gobierno por parte de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Claudia Sheinbaum están en contra.
Para Federico Casares, director de Desarrollo de Negocios y Relaciones Institucional en Veolia México, la etapa en la que se encuentran es el cierre financiero con los cambios de los permisos; se espera que esta etapa de intensa labor con los bancos y fondos de inversión concluya en junio próximo, mientras que la construcción de la obra iniciaría en septiembre.
La Planta de Termovalorización de Residuos Sólidos Urbanos de la Ciudad de México están preparados para iniciar la construcción de la planta más grande en su tipo en América Latina.
Proyecto que generará energía para el Metro de la CDMX
Este proyecto ya cuenta con la Manifestación de Impacto Ambiental y el permiso para generar energía eléctrica.
Se espera que en las próximas semanas el gobierno federal le otorgue a Veolia los terrenos bajos su resguardo y que así pueda iniciar la construcción de la obra que durara aproximadamente tres años.
Tras su construcción, Veolia operará y administrará la planta por 30 años.
«Al terminar los 30 años de contrato, no quiere decir que la planta vaya a dejar de funcionar, ya que este tipo de proyectos pueden operar hasta por más de sesenta años, después la planta será entregada al gobierno de la Ciudad de México».
Como toda situación, no todo es color rosa. Dicha obra no ha sido muy bien recibida por todos. Para Claudia Sheinbaum, el proyecto de licitación en la administración de Miguel Ángel Mancera no será llevado a cabo.
“No va, es una planta que es terriblemente onerosa para el gobierno, es también un negocio, no es una solución a los residuos sólidos de la ciudad».
Ante su rechazo, la empresa Veolia ha mandado datos para informar a todos los candidatos de gobierno de la Ciudad de México sobre el impacto del proyecto y por qué es viable.
Mientras son las elecciones, y se decide quién será la persona que ocupe la silla de Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el proyecto está avanzando y tiene la promesa de generar la energía equivalente a la utilizada por las líneas 12 del sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México, es decir 965 mil Megawatts hora al año.
El Sarape
El Sarape es un proyecto de la planta, estudiado por la administración capitalina desde 2007, pero fue hasta en 2016 que la Agencia de Gestión Urbana lanzó una licitación en la que Veolia obtuvo el contrato en mayo del 2017 para comenzar con la obra.
Por su parte, Veolia es la encargada dentro de sus áreas de negocio de la gestión de agua, residuos y generación de energía eléctrica en ciudades y municipios del país.
Actualmente la firma tiene 25 años de presencia en México y que de acuerdo con Federico Casares, la planta fue licitada para el aprovechamiento del poder calorífico de los residuos urbanos.
“La basura, finalmente, contiene energía y este proyecto consiste en no enterrar toda la basura en rellenos sanitarios del Estado de México y Morelos, sino aprovechar buena parte de ella para generar energía eléctrica”.
Son do mil plantas de termovalorización que existen en el mundo. La planta procesará 4 mil 500 toneladas de residuos por día. Las instalaciones serán las tres más grandes en el mundo por su capacidad de procesamiento.
Cabe mencionar que las principales plantas de termovalorización se encuentran en Francia y Reino Unido.
Será que en 2021 la planta deba operar con toda su capacidad. Sin embargo, previo a su inauguración total, el proyecto generará tres mil empleados durante la etapa de construcción y cien empleos en la etapa operativa, lo que quiere decir, que en un futuro cercano la planta será casi automatizada.
Según la firma, este proyecto cumple con las normatividades mexicanas y con la norma vigente en Europa para el tratamiento de residuos sólidos.
La basura llegará en los camiones de basura de la Agencia de Gestión Urbana de la Ciudad de México, la cual descargará su carga en una fosa, para entrar de forma posterior en un horno de micro parrillas, con una temperatura de 1,000 grados centígrados, en donde se descompone la basura y se genera vapor en una caldera que mueve una turbina, la cual genera la energía eléctrica.
Para Federico Casares, esta planta de termovalorización, sin duda es una solución sustentable para la ciudad.
