Eliminar la basura del mar es uno de los objetivos que varias empresas alrededor del mundo tiene, y es que es ésta la que está dañando el ecosistema marino y por consecuencia la temperatura del planeta se está incrementando.
Es por esta razón que el equipo marítimo de la firma The Ocean Group Cleanup está estrenando una tecnología que puede ser una misión complicada: ellos desmantelan el vertedero de plástico más grande del pacífico.
The Ocean Group Cleanup desde hace cinco años desarrolla una operación que tiene como objetivo reducir considerablemente la enorme cantidad de plásticos acumulada en este lugar.
La obra consiste en un tubo flotante capaz de crear una especia de U, el cual atrapa el plástico y lo recoge. Éste fue instalado en el vertedero el pasado mes de octubre. Sin embargo, al darse cuenta de que el sistema no retenía los residuos, la organización llevó a cabo una revisión y notó que la estructura presentaba fracturas.
Es por ello que The Ocean Group Cleanup cambió su plan de desarrollo el cual aspira a poder reducir en un 50% la superficie del vertedero en un lustro y además el tubo se retiró para una fase de reparación y revisión.
The Ocean Group Cleanup desarrolla una operación que tiene como objetivo reducir considerablemente la enorme cantidad de plásticos acumulada en el mar.
Desde Septiembre, en San Francisco la fase de despliegue comenzó y prosiguió con un periodo de dos semanas de pruebas técnicas en una zona marítima intermedia.
Un mes después, se instaló un tubo que cubre un área aproximada al tamaño de Francia, entre las islas de Hawaii y las costas de California.
De esta manera comenzó la recolección de plástico y el monitoreo de las respuestas del sistema.
De acuerdo con la página web de la fundación, tras un mes de observación y pruebas, Boyan Slat, fundador de The Ocean Cleanup dijo que el sistema no estaba teniendo la eficiencia deseada puesto que parte del plástico sale del sistema después de haber sido recogido.
“Ahora estamos trabajando en las causas y en cómo solucionar este problema”.
Este fue uno de los imprevistos que surgió, sin embargo, según él, “el sábado 29 de diciembre, durante una inspección regular del sistema, nuestro equipo marítimo descubrió que una sección de 18 metros del tubo, sobre un total de 600 metros de largo, se había despegado del resto”, aseguró Slat en un segundo comunicado publicado el último día de 2018.
El fundador de la organización especificó que “todavía es temprano” para confirmar la causa del problema, pero que la hipótesis más acreditada es que se debiera a la fatiga del material con el que se construyó el tubo en combinación con una “concentración de presión local”.
Tal inconveniente no perjudicó al ambiente ni al tráfico marino pero algunas partes de la barrera estaba comprometida, por ello se decidió retirarla del océano.
Ante esta situación, la fundación considera que “contratiempos de este tipo son inevitables cuando se pone en marcha una tecnología pionera a un ritmo rápido”.
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Cabe mencionar que al cerrar el 2018, el fundador de The Ocean Cleanup dijo que el sistema operativo al 100% podrá extraer mil kilogramos de basura por semana.
Además todavía no se sabe cuánto retraso se puede acumular pero explicó que “tras las reparaciones y las modificaciones del sistema, volveremos al vertedero y continuaremos con las pruebas y con la recogida de residuos. Nuestros planes siguen”.
Es importante señalar de que antes de poner en marcha el proyecto, al comunidad científica tenía sus dudas sobre la viabilidad. Por un lado por la inversión multimillonaria y por el otro, por el funcionamiento de la barrera y los daños al ecosistema marino.