El Día Internacional de los Pueblos Indígenas se conmemora cada año el 9 de agosto, ya que fue en esa fecha, en 1982, cuando se realizó la primera reunión del Grupo de trabajo de las Naciones Unidas sobre poblaciones indígenas de la Subcomisión sobre la promoción y protección de los Derechos Humanos. Actualmente, la UNESCO relaciona íntimamente la situación de estos pueblos con la necesidad de un desarrollo sustentable.
En un mensaje publicado en la página de la UNESCO, la directora general de la organización, Irina Bokova, hace énfasis en esta relación, afirmando que «la sostenibilidad mundial debe asentarse en unas bases locales que tengan en cuenta las opiniones y las necesidades de las comunidades locales, incluidas las de los pueblos indígenas»
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Bokova también destacó el amplio conocimiento que tienen las comunidades indígenas de la biodiversidad, un conocimiento que debe ser preservado y protegido. En esta misma idea se basa una campaña que fue lanzada en la India a principios de julio de este año. «Proud not Primitive» («orgullosos, no primitivos, en español) es una iniciativa que pretende refutar la idea de que los indígenas tienen culturas primitivas, destacando los conocimientos ancestrales que poseen y su capacidad para vivir aprovechando los recursos naturales sin destruir el ambiente.
La campaña fue creada por la organización internacional Survival, que trabaja con cientos de comunidades en todo el mundo, defendiendo los derechos de los pueblos tribales. En el caso de «Proud not Primitive», se destaca que los indígenas en India toman la decisión de vivir en sus tierras, siguiendo sus tradiciones, por lo que no necesitan ser «rescatados» por medio del desarrollo como lo entendemos en el mundo occidental.
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La página web presenta evidencias de esta tesis, como estudios que han demostrado que las tribus que permanecen es sus tierras son de las personas más felices del mundo, y otros que afirman que su nutrición es óptima. El problema, afirma la campaña, es que cuando llega la llamada «civilización», los indígenas acaban teniendo trabajos mal pagados, convirtiéndose en los más pobres de los pobres y dependiendo del gobierno.
