Una nueva ola del cuidado de la salud invade poco a poco los hábitos de consumo de miles de familias alrededor del mundo, por lo que muchas empresas han tenido que implementar mejores prácticas en sus procesos de producción e incluso hacer un uso indiscriminado de términos que evoquen a lo natural.
Por ello tanto los alimentos industrializados como aquellos denominados orgánicos recurren a prácticas de agricultura sustentable que les permiten ofrecer a sus consumidores una alternativa más saludable y proteger al medio ambiente, ya que estas prácticas buscan reducir la gran cantidad de recursos hídricos y químicos que se utilizan para la producción de alimentos.
Sin embargo Karen Lehman, autora del libro «Por un sistema alimentario sustentable y global» propone en su obra que estas prácticas no necesariamente convierten a la industria alimentaria en un modelo sustentable, pues para lograr este objetivo se requiere implementar mejores prácticas a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos, mejorando los procesos de fabricación, distribución y consumo.