Por Kenya Giovanini
Desde su lanzamiento, el juego de realidad aumentada Pokémon Go ha creado polémica y se ha convertido en una adicción para niños y adultos. Debido a que algunos ven en este juego el fin de la sociedad, muchos medios de comunicación se han encargado de viralizar el peligro y el ridículo al que se someten las personas con el afán de cazar pokémones.
Sin embargo, Pokémon Go está obligando a las personas a salir de su guarida para convivir y compartir con la sociedad los espacios públicos y por extraño que parezca esta interacción está beneficiando su salud.
Esta aplicación no solo está motivando a que la gente comience a relacionarse y a romper esa barrera antisocial, también es una gran oportunidad para que los líderes, las empresas y la comunidad en general pueda obtener ideas que fomenten un desarrollo sostenible.
Las empresas y organizaciones pueden aprovechar estos puntos de encuentro ya sea para comunicar sus esfuerzos responsables y compartir información útil a favor del ambiente y la sociedad o o adoptar un espacio verde para embellecerlo.
Un movimiento importante a resaltar fue el de Muncie Animal Shelter, un refugio de animales que invitó a los jugadores a sumarse como voluntarios para sacar a los perros mientras iban de cacería y el resultado fue algo impresionante.
Acciones como esta pueden crear un impacto positivo no solo para la convivencia de las personas sino también en beneficio de los animales. Es necesario que las comunidades y pequeñas empresas aprovechen las bondades de la aplicación para impulsar prácticas responsables, antes de que las grandes cadenas vuelvan de Pokémon Go un cliché más.
Además de fomentar el desarrollo social, las empresas han encontrado la oportunidad de hacerse visibles para los consumidores y atraer nuevos clientes. Las locaciones en donde los pokémones se presentan, incluyen monumentos y murales donde los jugadores podrán obtener datos históricos y conocer mejor su ciudad.
Aunque estas pequeñas empresas no tienen el control sobre la aplicación, están integrando esta tendencia a su modelo de negocio, ya sea por medio de promociones o compartiendo es en sus redes sociales los pokémones que han aparecido en el establecimiento, otras han decidido transformarse en pokeparadas, ofreciendo suministros que favorezcan a los jugadores.
Un caso de éxito es la heladería Jijonenca y en entrevista para el portal Servicios Tic, sus propietarios comentaron que un día vieron a un grupo de jóvenes pendientes a su celular, por lo que decidieron acercarse a preguntar lo que estaba sucediendo y uno de los jóvenes les comentó que había un pokémon en el parque. Un día después de lo sucedido había al menos seis mesas llenas de personas que además de consumir, venían buscando a los pokémon.
La aplicación está logrando que más personas, que se consideraban retraídas, visiten lugares que antes no frecuentaban. Quién dice que Pokémon Go, no puede lograr una concientización en la sociedad y comenzar a impulsar mejores prácticas, si este es jugado con responsabilidad.
