Hace 10 años, Arizona Muse, hizo su gran salto en el mundo de la moda. Fue elegida por Prada para abrir y cerrar el show insignia de la marca de lujo italiana en Milán.
Cinco años e innumerables sesiones fotográficas, pasarelas y portadas de revistas Vogue más tarde, la modelo británico-estadounidense pasó del glamoroso mundo de la moda al mundo un tanto desaliñado del activismo ambiental.
Me di cuenta de que no tenía idea de dónde provenía la ropa en la que trabajaba, de qué estaban hechas y quién las hizo.
Arizona Muse.
Esa epifanía provocó que el embajador nacido en Arizona para personas como Burberry, Chanel y Dior se convirtiera en un entusiasta estudiante de sostenibilidad.
«Fui en una misión para averiguar todo lo que pude», dijo Muse, quien después de 5 años se convirtió en consultora de sostenibilidad para marcas de moda, así como activista y modelo.
En febrero, un mes antes de que la Organización Mundial de la Salud declarara una pandemia por COVID-19 y el Reino Unido, donde se encuentra Muse, entró en cierre, encabezó una campaña para el movimiento climático Extinction Rebellion (XR).
«La industria que amo y represento está en crisis», dijo en un video para XR para alentar a los consumidores a compartir, reparar y volver a vestir su ropa. «Cada año, se fabrican cien mil millones de prendas de ropa, que tienen un precio terrible en el planeta y en las personas que las fabrican».
“Esto sucede porque las personas que los compran no lo saben. Pero la industria lo sabe, y las cosas no están mejorando ”, dijo sobre una industria que produce el 10% de las emisiones de carbono producidas por el hombre, y es el segundo mayor consumidor del suministro de agua del mundo.
Recientemente Muse realizó una entrevista con Eco-Business sobre cómo se ha encargado de presionar a las marcas de moda para reducir su impacto ambiental y cómo hacer que el cambio climático sea parte de la conversación de COVID-19. ¡Te la compartimos!
Entrevista con Arizona Muse
¿Qué impulsó tu cambio hacia el activismo ambiental?
Cinco años después de mi carrera, caí en la cuenta de que no tenía idea de dónde provenían las prendas en las que trabajaba, de qué estaban hechas y quién las hizo. Ahí es donde comenzó mi viaje de sostenibilidad.
Como cualquiera que haya comenzado su propio viaje de sostenibilidad lo sabrá, una vez que comience, no puede detenerse. Empiezas a aprender y cambia tu forma de pensar sobre el mundo. Fui en una misión para averiguar todo lo que pude, y me di cuenta de cómo la sostenibilidad conecta a cada industria. Por ejemplo, la moda está totalmente entrelazada con la agricultura, con la mayoría de los materiales que se cultivan.
Además de una investigación interminable, también tomé un curso en Cambridge sobre negocios sostenibles. Desde entonces me he asociado con grupos como Fashion Revolution, que trabajan para cambiar la forma en que se obtiene y consume la ropa.
He trabajado como consultor de sostenibilidad para algunas marcas. Y estoy en el consejo de The Sustainable Angle, una organización sin fines de lucro que impulsa proyectos que minimizan el impacto ambiental de la industria de la moda.
Has sido portavoz de Extinction Rebellion, que alienta a sus partidarios a violar la ley en protesta por la inacción del gobierno sobre el cambio climático. ¿Te preocupa que apoyar a un grupo como XR afecte tu carrera de modelaje?
El modelaje me ha dado mucho, sobre todo una plataforma que me esfuerzo por usar para tener un impacto positivo en el futuro del planeta.
Gracias a esta profesión, tengo acceso directo a diseñadores y CEO que toman decisiones sobre su negocio. Aprovecho cada oportunidad para hablarles sobre el trabajo que están haciendo, los cambios que podrían y deberían adoptar y el impacto que podrían tener.
No siempre es un equilibrio fácil de alcanzar. Pero tengo suerte. Hace veinte años, las modelos que también eran ambientalistas tuvieron que permanecer calladas. Nadie estaba listo para escucharte. Vivo en una era diferente. El mundo ha cambiado mucho.
Ahora es genial querer proteger el medio ambiente. Si bien definitivamente hay trabajos que no tomaría, no creo que ponga en peligro mi carrera en absoluto. En todo caso, la industria quiere escuchar más de la gente de sostenibilidad que nunca antes.
Creo que XR está haciendo un trabajo increíble al poner este tema urgente en la agenda pública, y apoyo a cualquiera que esté haciendo eso. XR también ofrece a personas como yo la oportunidad de salir y sentir que estamos teniendo un impacto real en el mundo en el que queremos vivir.
La gente lo entiende ahora: el cambio climático es una cosa. Pero hemos esperado hasta el último minuto, lo que hasta hace poco me hizo enojar. Los científicos nos han estado contando sobre la degradación de los ecosistemas durante los últimos 45 años. Pero recientemente estaba hablando con un granjero, que cambió mi perspectiva. Él dijo: «Es cierto que hemos esperado hasta el último minuto. Pero también es cierto que los humanos hacen su trabajo más eficiente en una emergencia».
¿Cómo conseguimos que las grandes marcas formen parte de la conversación sobre sostenibilidad?
Creo que son parte de la conversación, desde las marcas de moda rápida hasta las marcas de lujo. Algunos están haciendo un gran trabajo, otros tienen planes ambiciosos y muchos tienen un largo camino por recorrer.
Los consumidores ahora saben mucho más sobre las campañas engañosas. Para evitar el lavado ecológico, las marcas deben poder observarse a sí mismas, reconocer sus deficiencias, gestionar las expectativas e invertir en una mejora genuina.
No soy una gran defensora de las marcas que tienen una colección sostenible y una colección regular. Sería más impactante si hicieran sostenible una proporción de toda su gama. Pero eso no es una victoria de relaciones públicas tan grande para ellos como tener una colección que sea 100% sostenible, que sea más fácil de empaquetar y hablar.
Como industria, debemos centrarnos en el cambio real, no solo hablar de ello.
¿En qué medida los líderes de las grandes marcas de moda como Prada te escuchan cuando dices que la industria tiene que cambiar?
He aprendido, para mi sorpresa en algunos casos, que la mayoría de las marcas quieren cambiar. Muchos simplemente no saben dónde o cómo comenzar.
La última vez que estuve trabajando con Prada fue para una Semana de la Moda, donde todo es increíblemente caótico y no tienes un momento para decir nada más que «Gracias por invitarme». Sin embargo, cuando estoy en sesiones fotográficas, que son más relajadas, tienes mucho más tiempo para hablar con las personas que toman las decisiones. He descubierto, especialmente más recientemente, que las personas están realmente comprometidas y definitivamente están escuchando.
Se ha tomado un tiempo para aprender a hablar sobre temas ambientales de una manera interesante. Hace años, estaría en una cena hablando con alguien sobre sostenibilidad, y después de aproximadamente un minuto, ¡notaría que se alejan lentamente!
Aprendí a través de prueba y error cómo no ser aburrido (cuando hablamos de sostenibilidad). Para mí es interesante y es de lo único que quiero hablar, pero esa no es la verdad de todos.
Entonces, ¿cómo involucras a las personas cuando hablas de sostenibilidad?
Entusiasmo. Se trata de cómo compartes la información. Cuando hablas de cómo te ha cambiado la vida y de las conversaciones enriquecedoras que has tenido desde que te interesaste, la gente responde.
¿No afecta el alto impacto y el consumo del mundo de la moda a la sostenibilidad y afecta la credibilidad de lo que le estás diciendo a la gente?
Como mencioné, hay algunas marcas con las que no trabajaría. Y espero que en el futuro cercano llegue un momento en que pueda decir: «No trabajaré una marca a menos que sea sostenible». Pero por el momento eso no es realista porque no hay suficientes marcas sostenibles. También siento que puedo tener un gran impacto en aquellas marcas con las que trabajo que se están iniciando en su viaje de sostenibilidad.
Si no pudiera modelar y no tuviera esta plataforma, entonces sería mucho más difícil para mí tener el tipo de conversaciones que estoy teniendo con los tomadores de decisiones en las empresas. Quiero aprovechar esa oportunidad de la mejor manera manera posible.
¿Cómo se genera el mayor impacto con los mensajes de sostenibilidad en las redes sociales?
En noviembre pasado, convertí mi cuenta de Instagram (que tiene 263,000 seguidores) en una plataforma puramente educativa (anteriormente estaba enfocada en la moda). Me preocupaba que a mis seguidores no les gustara y que fuera aburrido.
Tenía miedo de compartir mi pasión por el medio ambiente. Anteriormente, cuando publicaba sobre algo que me importaba, recibía muchos menos «me gusta»; ¡Incluso una publicación sobre la salud del océano con una foto de traje de baño! Pero ahora que he sido honesta sobre lo que me importa, estoy obteniendo mucho más compromiso. Estoy disfrutando más de Instagram ahora. Solía ser una tarea.
En tu página de Instagram, publicaste la cita: «El cambio climático necesita contratar al publicista de coronavirus». ¿Cómo volvemos la conversación al clima?
La pandemia de COVID-19 ha logrado unir a la humanidad de una manera que nada más lo ha hecho. El movimiento Black Lives Matter también se ha convertido en el frente y el centro de la conciencia de todos, y ahí es donde debería estar. Soy de la opinión de que estos problemas no están separados del cambio climático:
La forma en que protegemos la salud de la humanidad, la salud del medio ambiente y nos aseguramos de que los humanos sean tratados por igual debería ser parte de la misma conversación.
Si he aprendido una cosa en los cinco años que he sido activista ambiental es que la diversidad y el ambientalismo son parte de la misma conversación (esto se conoce como ambientalismo interseccional). Las personas desfavorecidas son las que más pagan por el cambio climático.
¿Cómo crees que COVID-19 está cambiando la forma en que las personas se sienten sobre el medio ambiente?
Las personas se están dando cuenta de cuánto significan sus familias para ellos y cuánto significa la naturaleza para ellos. Espero que cuando las personas vuelvan a trabajar, en medio de la multitud de tratar de revivir la economía, no pierdan contacto con esas conexiones recién descubiertas.
