Los gobiernos de España y Canadá respaldaron ayer al Presidente Felipe Calderón en su intención de empujar en México una Cumbre de Cambio Climático marcada por la adopción de criterios vinculantes entre naciones industrializadas y emergentes para financiar el combate a las emisiones de bióxido de carbono. Calderón participó en un panel sobre la gobernabilidad democrática en el que afloró el tema ambiental.
El Mandatario explicó que es menester «pasar de la etapa de pleitos sin sentido y de recriminación recíproca a una etapa constructiva donde todos entendamos que el problema es común: que el cambio climático no respeta fronteras y que todos tenemos algo que hacer».José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno de España, aseguró que su administración tiene depositada la confianza en México.
«Esperamos que México pueda conseguir lo que no consiguió Copenhague», apuntó. La Unión Europea, dijo, «es partidaria de acuerdos vinculantes y de sumar a aquellos países que de verdad se quieran comprometer», y señaló a Calderón como «un buen ejemplo para fraguar entendimiento entre países desarrollados y en desarrollo».
Rodríguez Zapatero dijo que no afrontar colectivamente el problema es muestra, lo mismo que cualquier reflejo proteccionista en la crisis financiera y económica, de la falta de visión histórica. Para el Primer Ministro de Canadá, Stephen Harper, la solución para el cambio climático pasa por una suficiente transferencia de la riqueza del Primer Mundo a los países en desarrollo para financiar los requisitos energéticos de manera amistosa con el clima.
«Quiero señalar que el presidente Calderón ha sido un constructor de puentes para tratar de la división entre países desarrollados y no desarrollados, (a pesar de) que ha habido exageración sobre la manera que queremos tratar este tema. «Para empezar es un problema… que es común y tenemos que encontrar soluciones en conjunto», sostuvo.
El Presidente mexicano explicó que el fenómeno del cambio climático debe verse a partir de una perspectiva común.»Debemos entender que vamos en el mismo avión. El problema… es que el piloto sufrió un ataque cardiaco, (y) hay manera de reemplazarlo con otro piloto que va entre los pasajeros, pero nos hemos pasado el tiempo peleando entre los de clase turista y business class», ilustró.
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