Adoptar prácticas éticas y sustentables mejoran la competitividad
Más allá de ser una moda, la Responsabilidad Social Empresarial debe ser el corazón de las empresas, esto les ayudará a maximizar su valor y a disminuir el impacto social y ambiental, aseguraron especialistas durante el Foro Responsabilidad Social Corporativa, organizado por El Economista y la comunidad de Pymes, Elempresario.mx.
“La RSE es un eje de competitividad muy importante en las empresas, pues va más allá de desarrollar productos y servicios; lo importante es generar impactos sociales», indicó Romain Sibille, Director Ciudadanía Económica para Todos, Ashoka México y Centroamérica.
Así, además de mejorar los niveles de competitividad y rentabilidad, una organización responsable obtiene un mayor posicionamiento.
Por otra parte Itzel Meyenberg Valero, Directora de Comunicación y Asuntos Corporativos de Gas Natural Fenosa México, explicó “Este tipo de prácticas es un ganar-ganar. En nuestra empresa, contamos con el programa Impulso para tu negocio, en él se da capacitación a plomeros para lograr que trabajo sea más rentable. De esta manera alcanzamos nuestros objetivos, pero al mismo tiempo generamos autoempleo y capacitación”.
RSE como eje de la organización
Para que los beneficios de una empresa responsable sean realmente efectivos, debe llevarse la RSE al centro de la empresa y expandirla, así ser conscientes de que los resultados no serán inmediatos, pues se trata de una inversión a largo plazo, la cual tiene que ser integrada a todo el equipo que conforma a la empresa para que exista congruencia entre las acciones y la misión o visión de ésta, así generar una cultura basada en el liderazgo y en la participación.
De acuerdo con Jorge Reyes Iturbide, Director Centro IDEARSE Universidad Anahuac para implementar este modelo a cualquier negocio, se tienen que establecer mecanismos de diálogo donde el tema sea transversal a la organización, pues sólo de esta forma se verá un enfoque integral y coordinado que quede documentado en manuales para posteriormente aterrizarlo en estrategias enfocadas a la ejecución, lo cual permitirá una mayor institucionalización a la empresa.
En el caso de las pequeñas y medianas empresas, los expertos sugirieron estar al tanto de sus procesos de transparencia y que el compromiso de responsabilidad realmente se asuma, ya que la diferencia entre una pyme y una compañía grande es el alcance, el impacto y la cercanía con sus clientes.
“El camino puede ser muy divertido, lo que tenemos que resolver son problemas de la sociedad y el medio ambiente, entonces agarren el que más les guste y empiecen por ahí”, concluyó el representante de Ashoka.
Fuente: El Economista