En menos de un mes sabremos si se cumple la profecía de Ann Moliver Ruben.
Esta psicóloga estadounidense de 91 años no creyó que fuera a vivir para ver a una mujer en la Casa Blanca.
Sin embargo, hace 21 años lo escribió claramente en una camiseta: «Algún día una mujer será presidenta».
Corría el mes de agosto de 1995 y eran otros tiempos.
Éxito fugaz
Comprometida desde hacía tiempo con causas feministas, Ruben diseñó una camiseta con la imagen de una sonriente Margaret, uno de los personajes de «Daniel el travieso», exclamando la citada frase.
La psicóloga tenía entonces 70 años y quería compartir públicamente el sueño que tenía desde que era pequeña: la idea de que una mujer también podía ser presidenta.
Vendió el modelo entre organizaciones de mujeres y decidió dar el salto a un mercado mayor.
Así, el 5 de agosto de 1995 su camiseta estaba en los estantes de la tienda local de la gigantesca cadena Walmart en Miramar, un suburbio de Miami, Florida.
Pero sólo duró dos semanas.
Valores de la familia
Para sorpresa de Ruben, la camiseta ya no estaba en los estantes de la tienda el 21 de agosto.
Se habían vendido dos tercios de los 204 ejemplares disponibles, así que el motivo de la retirada no podía ser la falta de interés, sino algo más complejo.
Al no obtener respuestas convincentes por parte de los representantes de Walmart, Ruben decidió acudir a los medios para expresar su indignación con lo ocurrido.
En declaraciones a la agencia Associated Press, Ruben señaló que la encargada de las compras de ropa para mujeres en el ámbito nacional, Sharon Higginbotham, le explicó que la camiseta no se vendería en las tiendas de la cadena porque iba»en contra de los valores de familia» de la empresa.
Tras la difusión de la noticia en los medios, Higginbothan refutó esta historia y afirmó que la medida se debió a la política de neutralidad política de Walmart.
Por su parte, la portavoz del almacén de Miramar, Janet Blockholt, aseguró que la camiseta era ofensiva para algunos clientes y precisó que alguien se había quejado, si bien no ofreció detalles sobre el carácter de la protesta.
El único que defendió la idea de vender la camiseta fue Les Bellanco, director de la tienda de Miramar, quien sostuvo: «Pensamos que era una idea muy nueva».
Mensaje educativo
Ruben, hija de inmigrantes rusos, diseñó la camiseta unos años antes del incidente con Walmart después de hacer un estudio entre chicos de una escuela primara.
Su principal hallazgo fue que la mayoría de niños pensaba que las niñas no tienen cerebro para ser presidentas.
Además, a Ruben se le quedó grabado el recuerdo de infancia de un día de juegos con uno de sus primos mayores, Irwin.
Cansada de hacer el papel de secretaria mientras él era presidente, protestó enfadada y el muchacho respondió: «Los niños nunca son secretarios y las niñas nunca son presidentas».
Aquello fue cosa de niños.
Pero tantos años después, al filo del siglo XXI, la reacción de Walmart sorprendió a Ruben.
«No era consciente de que promover a las mujeres como líderes pudiera interferir con los valores familiares», lamentó en ese momento. «No tenía sentido».
Rectificación de Walmart
Poco después de la aparición de la noticia en el diario local The Tuscaloosa Newsel 23 de septiembre de 1995, la retirada de la camiseta le había causado a Walmart un desastre nacional de relaciones públicas.
Se organizaron boicots, los teléfonos no dejaban de sonar, los pedidos directos a Ruben subieron por las nubes y la cadena finalmente reconoció que había «sobrerreaccionado» y que «había cometido un error».
El revuelo terminó por significar el éxito de la prenda: Walmart encargó 30.000 ejemplares que se vendieron en todas las tiendas del país.
Regreso al presente
La historia de la camiseta de Ann Moliver Ruben volvió a la actualidad con la nominación de Hillary Clinton como candidata del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales del próximo 8 de noviembre.
Que los tiempos han cambiado queda patente en la reacción actual de la portavoz de Walmart Danit Marquardt:
«¡Guau! Todavía duele que cometiéramos ese error hace 20 años. Estamos orgullosos del hecho de que nuestro país, y nuestra empresa, haya progresado tanto en el avance de la mujer en el lugar de trabajo y en la sociedad».
Ruben sigue teniendo la camiseta, con una inscripción adicional en la parte trasera:»Ese día es ahora».
«Nunca pensé que pasaría», le dijo Ruben a The Huffington Post.
«Pero ha sucedido, y Dios ha sido lo suficientemente bueno al mantenerme viva para que pueda verlo hecho realidad».
Fuente: BBCMundo
Linda historia de Ann Moliver Ruben!!! Deseo que se cumpla.