En años recientes, la cuestión ambiental —en especial el cambio climático— es un tema recurrente en los sectores públicos, privados, sociales y académicos. De hecho, estos se encuentran realizando acciones específicas a favor del ambiente y la sostenibilidad, por lo que es importante conocer diversos conceptos que la involucran, como saber qué es el capital natural, su utilidad y por qué es relevante.
Qué es el capital natural y su importancia
El capital natural es la reserva de materiales o información contenida dentro de un ecosistema, esto de acuerdo con Roberto Constanza (economista estadounidense). La idea del capital natural continúa con el pensamiento de Herman Daly —economista y ecologista estadounidense— quien a partir de sus aportes al desarrollo sostenible, resalta:
Las capacidades de regeneración y asimilación deben ser consideradas capital natural. El no mantenimiento de estas capacidades debe ser considerado como consumo de capital, y por tanto como no sostenible.
El capital, tanto el natural como el que es obra del hombre, puede ser mantenido a niveles diferentes.
Herman Daly, economista ecologista estadounidense.
Además de retomar el planteamiento de Daly, Constanza hace énfasis en que los servicios de los sistemas ecológicos y las reservas de capital natural que los producen son fundamentales para:
- El funcionamiento del sistema de soporte vital de la Tierra.
- Contribuir al bienestar humano, tanto directa como indirectamente.
- Representar parte del valor económico total del planeta.
El capital natural, tal como señalaba Constanza, es vital para el planeta y para el bienestar de la humanidad. Bajo ese entendido, el aspecto económico ha cobrado relevancia, ya que se considera la base para el desarrollo sostenible. De hecho, «el desarrollo a largo plazo es un proceso de acumulación y buena gestión de una cartera de activos: capital manufacturado, capital natural y capital humano y social».
Estas definiciones provienen de economistas y ecologistas, sin embargo, de manera reciente, una entidad de carácter mundial ha realizado aportes respecto a este concepto y su operatividad en términos de las economías nacionales y globales. Esta entidad es el Banco Mundial quien menciona:
Como un regalo de la naturaleza, el capital natural ha sido históricamente el activo más abundante disponible para todos los países en un momento de su desarrollo, aunque la dotación ha variado enormemente entre países.
Banco Mundial.
El Banco Mundial hace énfasis en que de manera tradicional la economía medía la productividad con base en el trabajo y el capital producido, luego se integró un enfoque multifactorial que incluía el manejo eficiente y la tecnología. Sin embargo, se ignoraba la importancia del capital natural en el crecimiento económico.
En 2017, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) integró el criterio ambiental para medir la productividad, tomando en cuenta tres factores: producción, capital humano y natural. Al hacerlo encontró que algunos países habían incrementado su productividad, tal fue el caso de: Japón, Finlandia, Alemania y la Federación Rusa; además de Brasil, China, India y Turquía.
Estos datos permiten observar la importancia de la naturaleza para el crecimiento y la productividad. Así como la diferencia que existe entre los recursos renovables y no renovables. Es decir, el capital natural tiene diferentes cambios para el desarrollo dependiendo del tipo de recursos:
- Renovables si se administran de forma sostenible, pueden producir beneficios a perpetuidad. Por ejemplo, las mejoras en el uso productivo de las energías renovables pueden incrementar los beneficios y, en consecuencia, el valor de estos activos, incluso si la superficie terrestre no aumenta o incluso disminuye.
- No renovables: Ofrece una oportunidad de financiar el desarrollo invirtiendo las rentas de los recursos en otros activos para reemplazar el capital natural agotado. Algunos países, pero no todos, han aprovechado esta oportunidad. Dichos activos se valoran a precios de mercado o utilizan información de precios de mercado para conocer un valor.
Hasta el momento se ha definido el capital natural y se ha hecho énfasis en su importancia para el crecimiento y desarrollo sostenible. Sin embargo, ¿se puede medir?
Medición de la naturaleza
Ya se ha observado la importancia del capital natural, sin embargo, para conocer su impacto real es necesario medirlo y contabilizarlo. La Comisión de Estadísticas de la ONU adoptó la Sistema de Contabilidad Ambiental-Contabilidad de los Ecosistemas (SEEA EA por sus siglas en inglés) esto significa un gran paso para observar la naturaleza como activo económico que se puede preservar, gestionar e incluso acceder a financiamiento a través de él.
En otras palabras, los países pueden calcular los servicios que proporcionan los ecosistemas como almacenamiento de carbono, protección contra inundaciones, y sus contribuciones a la economía de forma estandarizada y con la misma confianza que se calcula el PIB para medir su producción económica.
La contabilidad del capital natural puede ayudar a informar las decisiones políticas al mejorar las medidas de aumento de la productividad en toda la economía. El crecimiento económico es clave para la reducción de la pobreza y mejores niveles de vida.
Banco Mundial.
Ahora bien, ¿qué es el Sistema de Contabilidad Ambiental-Contabilidad de los Ecosistemas? De acuerdo con la ONU, es marco estadístico que se basa en la información biofísica de los ecosistemas para:
- Medir los servicios que brindan.
- Rastrear cambios en la extensión y condición.
- Valorar los servicios y activos que tienen vinculándolos con medidas de actividad económica y humana.
Este sistema fue desarrollado por un grupo multidisciplinario de expertos para responder a las demandas y desafíos de políticas con un enfoque en hacer visible la contribuciones de la naturaleza a la economía y a las personas. Bajo este objetivo, el sistema brinda un enfoque estructurado para evaluar la dependencia y los impactos de la economía y actividad humana en el medio ambiente.
En específico, la contabilidad del capital natural se centra en exponer el valor de la naturaleza en términos económicos, pero también en valores específicos que ofrece como los siguientes:
- Valores antropocéntricos: Son aquellos que se centran en el ser humano.
- Valores no antropocéntricos: Se enfocan en el medio ambiente.
- Valor instrumental: Es atribuido a algo como medio para lograr un fin específico.
- Valor intrínseco: Se refiere al valor inherente, es decir, el valor que tiene independientemente de cualquier experiencia o evaluación humana.
- Valores relacionales: Se evalúan de acuerdo con las relaciones, incluidas las relaciones entre individuos o sociedades, y otros animales y aspectos del mundo de la vida, así como entre los individuos articulados por instituciones formales e informales.
Estos valores de naturaleza se traducen en un valor monetario, para realizarlo se necesita de dos factores:
- La definición y alcance de bienes, servicios y activos incluidos.
- El concepto de valoración que se utiliza.
El realizar el valor monetario del capital natural es relevante, ya que de esta forma se pueden comparar los distintos servicios ambientales que proporcionan los ecosistemas, y así realizar transacciones entre las naciones. Si bien es cierto que el valor monetario dependerá de los contextos en los que se utilice el capital natural, resaltan dos aspectos sobre los servicios ecosistémicos observados como:
- Insumos para la producción de bienes y servicios: En este caso los valores de los servicios de los ecosistemas están «naturalmente» incorporados a los valores de los bienes y servicios en las cuentas nacionales. Por ejemplo, la producción agrícola, la polinización de las abejas o los servicios suministrados por la biomasa.
- Beneficios ambientales que no se encuentran en las cuentas de las naciones: Por ejemplo, los servicios de filtración de aire de los bosques contribuyen a una limpieza aire cuyo valor no se incluye en las medidas de producción de las cuentas nacionales.
Justo sobre este punto es de vital importancia medir el capital natural. a nivel internacional la ONU establece los parámetros sobre esto, pero también organismos nacionales hacen aportes al respecto. En México existe el Índice de Capital Natural (ICN), y para obtenerlo se realiza:
% los ecosistemas por % de la calidad de los ecosistemas.
Donde la cantidad de los ecosistemas es el porcentaje de área que ocupan los ecosistemas terrestres y acuáticos. Mientras la calidad de los ecosistemas se determina por el estado (pérdida y fragmentación) de los hábitats. Si bien esta medida es más biológica que monetaria da una clara idea del capital natural como recurso y su importancia para la economía.
Cada vez el capital natural se vuelve más complejo, a medida que el tiempo y organismos internacionales determinan el valor del mismo, incluso tener claro este valor colabora a hacer viable las finanzas sostenibles ancladas en proyectos donde el capital natural es central.
Si quieres ahondar sobre el tema puedes hacerlo aquí.
Reflexivo tema de importancia trascendental, hoy sin lugar a dudas los temas de sostenibilidad, se irán encarnando en nuestro acervo cultural con mayor énfasis y compromiso social como acervo y patrimonio de todos los habitantes del planeta.