Casi todo avance tecnológico termina convirtiéndose en un arma de doble filo. En el caso del internet y las redes sociales, parece haber varios reveses al uso que hacemos de ellos, pero quizás el más perjudicial para las nuevas generaciones sea el ciberacoso. Mientras que hace 10 años los casos de ‘bullying’ solían quedarse en la escuela, ahora persiguen a las víctimas hasta sus hogares y los mantienen bajo ataque las 24 horas.
El problema afecta a muchísimos jóvenes. De acuerdo con datos de la fundación i-SAFE, para prevenir el problema, más de la mitad de los adolescentes con acceso a internet son víctimas de ciberacoso, y un porcentaje similar comete actos de cyberbulling. Entre más aumenta el acceso a celulares a una edad temprana, más palpable se vuelve el problema.
“Los jóvenes son víctimas de ciberacoso en diferentes grados, algunos reciben insultos, otros amenazas. Es importante que los padres hablen de esto con ellos, aún cuando no vean señales de que haya ciberacoso, los niños necesitan saber que pueden hablar de eso como lo harían si hubiera golpes físicos, por ejemplo, y así tener herramientas para lidiar con ello”, dijo Nelson Barbosa, ingeniero de seguridad de Norton Security Systems, en entrevista con Expansión.
De acuerdo con estadísticas del gobierno de Reino Unido, los jóvenes que son víctima de acoso intentan defenderse utilizando la misma violencia, intentan cambiar su apariencia e incluso se autoagreden. En algunos casos, son más propensos a cometer suicidio.
¿Qué pueden hacer los padres y madres al respecto? A continuación, algunos consejos para lidiar con el tema en casa:
1.- Reconocer las señales
“Los niños de ahora siempre están conectados, y por lo tanto el acoso siempre está presente en la pantalla del celular”, explica Barbosa. “Es importante que los padres estén atentos: ¿han cambiado sus hábitos con los dispositivos?, ¿los usan más de lo normal, o evitan usarlos?, ¿no hablan de su actividad en línea?, ¿deciden borrar sus redes? Son factores a considerar”.
Además, pueden haber señales no relacionadas al Internet, como una baja en las calificaciones, que se alejen de amigos y familia, que luzcan nerviosos o eviten ir a la escuela. En general, cualquier cambio brusco de comportamiento debe considerarse. “Más vale prevenir”, opina Barbosa.
2.- Hablar, hablar, hablar
“Lo más importante es que sepan que sus padres están ahí para ellos”, considera el experto en seguridad. Es deber de los adultos hablar con sus hijos, para que puedan saber qué hacer en casos de ataques. Por ejemplo, explicarles que se puede bloquear a las personas en varias redes sociales, poner reglas para establecer un comportamiento en línea: no hablar con desconocidos o anónimos, establecer horas de acceso a internet, mantener los perfiles sociales privados, etc.
3.-Aprender el lenguaje
Los jóvenes siempre han buscado formas de escapar del ojo de los padres, y en el mundo en línea esto se vuelve más sencillo. En todo el mundo se utilizan abreviaturas que significan cosas como: mi mamá está cerca, no puedo hablar, o insultos escondidos.
Aunque sea difícil mantenerse actualizado, es importante que los tutores de un joven en riesgo estén al tanto de estos significados, pues pueden esconder ataques graves.
Fuente: Expansión
