¿Qué es el desarrollo sostenible?

El desarrollo sostenible se ha convertido en un concepto sumamente utilizado por escuelas, gobiernos, asociaciones civiles, empresas y más. Sin embargo, aún hay muchos que desconocen con exactitud qué desarrollo sostenible así como su importancia.

Un poco de historia…

En general, los conceptos y categorías ayudan a nombrar y explicar el mundo por ello no son estáticos y cambian a lo largo del tiempo. Prueba de ello es que a mediados del siglo XX, la preocupación ambiental se volvió constante y se encaminó a cuestionarse un desarrollo sostenible.

Para la década de 1970 se comenzó a establecer un concepto que explicara y sustentara dicha característica, y en la primera reunión del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) celebrada en junio de 1973, el director ejecutivo Maurice Strong utilizó por primera vez el concepto ecodesarrollo.

Para Strong, el desarrollo y el medio ambiente no solo no se oponían, sino que constituían dos aspectos diferentes del mismo concepto. En ese sentido, el ecodesarrollo se entendía como:

La gestión racional de los recursos con el objeto de mejorar el hábitat global del hombre y asegurar una calidad de vida mejor de todos los seres humanos. Una vez más, es el concepto de desarrollo el que de esta manera se amplía y se hace más realista.

Maurice Strong, empresario canadiense y diplomático.

Otro aporte al concepto de ecodesarrollo fue hecho por Ignacy Sachs, economista polaco y posteriormente naturalizado francés y brasileño, quien hace énfasis en el ecodesarrollo como un concepto que debe ser adecuado a las regiones.

El ecodesarrollo actúa con criterios de progreso relativos, referentes a cada caso, y en él desempeña un papel importante la adaptación al medio, postulada por los antropólogos.

El ecodesarrollo trata de reaccionar contra la moda predominante de las soluciones pretendidamente universales y las fórmulas maestras.

Ignacy Sachs, economista.

Estos planteamientos fueron las semillas para lo que se conoce hoy en día como desarrollo sostenible.

¿Qué es el desarrollo sostenible?

El concepto de desarrollo sostenible se gestó dentro de organismos internacionales. Es útil recordar que en1987 en la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo (CMMAD) de las Naciones Unidas, presidida por la Dra. Gro Harlem Brundtland, se presentó el informe “Nuestro Futuro Común” que ha pasado a la historia bajo en nombre de Informe Brundtland.

En dicho Informe se utilizó por primera vez el concepto de desarrollo sostenible y se definió de la siguiente manera:

El desarrollo sostenible es un desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.

Informe Brundtland.

Tal definición se desarrolla a lo largo del informe y sustenta la necesidad de tomar acciones. En particular, destacan dos elementos:

• Necesidades: De acuerdo con la definición anterior, el concepto de necesidades es prioritario, pero en especial las necesidades esenciales de los pobres del mundo.
• Limitaciones: Resalta la idea de las limitaciones impuestas por la tecnología y la organización social a la capacidad del medio ambiente para satisfacer las necesidades presentes y futuras.

Ambas consideraciones darán pauta a los ejes más importantes del desarrollo sostenible: lo económico, social y ambiental. Es decir, un desarrollo económico y social respetuoso con el medio ambiente. A continuación, explicamos cada rubro.

3 ejes del desarrollo sostenible

Los ejes que a continuación se explicarán se encuentran interrelacionados, sin embargo es importante conocer a cada uno de ellos de manera individual.

Económico

El desarrollo económico se refiere a incrementar el crecimiento, mejorar la calidad del mismo y satisfacer las necesidades de empleo.

El desarrollo sostenible debe abordar la pobreza en el mundo, especialmente en los países en desarrollo. Para lograrlo es necesario tener en cuenta que la línea de pobreza es el nivel de ingresos por debajo del que una persona o un hogar no pueden pagar sus necesidades de la vida.

Por ello, resulta vital incrementar el crecimiento económico y la distribución eficiente de ese crecimiento en el que no se concentre la riqueza, sino que exista una distribución de esta para reducir la pobreza.

En ese mismo sentido, se requiere un cambio en el contenido del crecimiento, para hacerlo menos intensivo en materia y energía y más equitativo en su impacto social y ambiental.

El desarrollo sostenible en lo económico debe estar basado sólidamente, tanto en el capital humano como ambiental, y tener una distribución adecuada del crecimiento económico para crear empleos justos.

Social

Como se ha hecho mención, estos rubros son interdependientes, y el desarrollo económico y social deben reforzarse mutuamente. Por ejemplo, el dinero invertido en educación y salud puede aumentar la productividad humana y traer beneficios sociales concretos como una mejor calidad de vida.

Por ejemplo, un insumo básico para cubrir las necesidades humanas es el empleo, y la calidad del mismo se relaciona con las condiciones económicas nacionales e incluso globales. Además, a partir del empleo se pueden cubrir otras necesidades vitales como:

• Alimentación: Se requieren más alimentos para combatir la desnutrición y el hambre en el mundo.
• Energía: El problema más urgente son las necesidades de los hogares pobres de países en desarrollo que dependen principalmente de la leña. Lo cual además de contaminar y terminar con recursos ambientales, puede generar problemas de salud.
• Vivienda, agua y saneamiento: La falta de cubrir estas necesidades se hace visible debido a enfermedades transmisibles como la malaria, el cólera o la fiebre tifoidea, así como infecciones gastrointestinales. Además, debido al crecimiento de las ciudades, las viviendas pobres son desplazadas a las periferias, lo que conlleva problemas de movilidad y mayor contaminación, así como la reducción de la calidad de vida.

Estos planteamientos se encuentran concentrados en el Informe Brundtland, el cual resalta que son puntos esenciales para cumplir con el desarrollo sostenible, y hace énfasis en la necesidad de un crecimiento económico y social en los países en desarrollo.

Ambiental

El medio ambiente se encuentra en el centro del desarrollo sostenible, ya que se debe considerar para tomar decisiones económicas y sociales. Para el desarrollo sostenible es importante resaltar que el medio ambiente está limitado por los recursos naturales disponibles y el uso que se les otorga.

Los países industrializados deben reconocer que su consumo de energía está contaminando la biósfera y consumiendo los escasos suministros de combustibles fósiles.

Informe Brundtland.

En particular, destacan dos aspectos importantes:

• Suministro: Se refiere al agotamiento de las reservas de petróleo, el alto costo y el impacto ambiental de la minería del carbón y los peligros de la tecnología nuclear. 
• Emisiones: Existen problemas de emisiones, sobre todo la contaminación ácida y la acumulación de dióxido de carbono que provocan el calentamiento global.

Aspectos que hasta el día de hoy son claros y persisten como problemas para frenar el cambio climático. Para entender el desarrollo sostenible es preciso comprender que supone un desarrollo con miras a las necesidades presentes y futuras.

Si bien estos puntos dan un idea clara sobre el concepto de desarrollo sostenible, también marcan que se debe seguir una agenda política para cumplirlos. Actualmente, estas intenciones se encuentran estipuladas en la Agenda 2030, la cual esta conformada por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El concepto de desarrollo sostenible se relaciona de manera muy cercana con la economía, por ello se dice que existe una parte operativa del mismo. Esta la desarrolló el economista Herman Daly. A continuación, te presentamos sus aportes.

Principios de desarrollo sostenible

Herman Daly resalta que para garantizar las necesidades futuras se requiere de condiciones para reproducir y conservar ciertos recursos, por lo que la economía debe ser autorreproductiva.

Para entender este planteamiento a cabalidad, hay que recordar que la interacción de la economía con la biósfera desempeña tres funciones:

1. Fuente esencial de la vida y hábitat para las especies vivas.
2. Almacén de energía y materias primas.
3. Vertedero de desperdicios.

Bajo esa lógica, los recursos naturales se pueden dividir en:

• Perpetuos: (A escala humana) como la luz solar, los vientos o la lluvia periódica.
• Autorrenovables: Pesca o la explotación maderera moderadas.
• Agotables pero reciclables como los metales.
• Agotables irreversiblemente o no renovables como los combustibles fósiles.

Ahora bien… ¿Qué implicaciones tienen estas tres funciones ambientales, estos cuatro tipos de recursos naturales y la variable tecnológica para el concepto de desarrollo sostenible? Una posible respuesta se encuentra en los principios de desarrollo sostenible.

1. Principio de irreversibilidad cero

Esto significa reducir a cero las intervenciones acumulativas (misiones que no son biodegradables) y los daños irreversibles (pérdida de biodiversidad, extinción de especies animales y vegetales).

Este principio se condensa en reducir a cero las intervenciones acumulativas y los daños irreversibles, lo que implicaría terminar con ciertas industrias, ya que generan desechos y en teoría solo los recursos perpetuos a escala humana no impediría ninguna limitante al desarrollo sostenible, por ejemplo, la energía eólica. Sin embargo, aún en ese tipo de recurso demanda de recursos que no son perpetuos.

El mensaje ecológico esencial de autolimitación se aprecia en su verdadera profundidad cuando se reflexiona sobre el hecho de que incluso los recursos naturales inagotables no pueden explotarse ilimitadamente.

Siguiendo esta línea, si con los recursos perpetuos también se encuentran limitantes… ¿Qué sucede con los otros recursos? ¿Cómo hacer viable el desarrollo sostenible?

2. Principio de la recolección sostenible

En el caso de los recursos naturales autorrenovables, asegurar la sostenibilidad depende de que las tasas de recolección deben ser iguales a las tasas de
regeneración de estos recursos.

Las capacidades de regeneración y asimilación deben ser consideradas capital natural. El no mantenimiento de estas capacidades debe ser considerado como consumo de capital, y por tanto como no sostenible.

Herman Daly, economista.

Observar a la naturaleza como capital supone la posibilidad de administrarlo, y con ello preservar la posibilidad de sostenibilidad en el tiempo. Ello se sintetiza en que las tasas de recolección de los recursos renovables deben ser iguales a las tasas de regeneración de estos recursos.

3. Principio del vaciado sostenible

Sobre este principio se entiende una especie de «pago» por la explotación de un recurso. Por ejemplo, la extracción de petróleo se podría compensar con la plantación de árboles.

En otras palabras: la idea es dividir los ingresos de recursos no renovables (petróleo) en componentes de «renta» que se inviertan en capital natural renovable (árboles).

4. Principio de la emisión sostenible

Respecto a los desechos y residuos, el principio de desarrollo sostenible: Principio de la emisión sostenible, se centra en que las tasas de emisión de residuos deben ser iguales a las capacidades naturales de asimilación de los ecosistemas a los que se emiten esos residuos (lo cual implica emisión cero de residuos no biodegradables).

Así, por ejemplo, no se pueden emitir más contaminantes que los que la naturaleza sea capaz de degradar.

5. Principio de selección sostenible de tecnologías

Se basa en eficiencia frente a crecimiento y se resume en que se deberán favorecer las tecnologías que aumenten la productividad de los recursos frente a las tecnologías que incrementen la cantidad extraída de recursos.

6. Principio de precaución

Por último, el principio de precaución se refiere a la anticipación de la complejidad de cumplir los principios anteriores, y evaluar las soluciones posibles para cumplir con los principios descritos y hacer posible un desarrollo sostenible.

Dichos principios ayudan a pensar de manera operativa el desarrollo sostenible y las posibilidades de tomar acciones a favor de las generaciones presentes y futuras para que puedan vivir en un mundo que los provea. ¿Estamos listos para continuar impulsando este desarrollo?