El racismo ambiental o racismo medioambiental, es un término utilizado para describir la injusticia medioambiental que comparte los porcentajes de contaminación y la falta de recursos a los que están expuestos millones de seres humanos, además incluye la carencia de bienes esenciales.
Algunos de los conflictos catalogados como racismo ambiental son:
- Desplazamiento de poblaciones.
- Afectaciones por pasivos ambientales generados por el monocultivo de la caña de azúcar.
- Conflictos ecológicos distributivos entre las petroleras y el pueblo.
- La contaminación sistemática de fuentes de agua y del medio ambiente, existe intimidación hacia sus comunidades, y una respuesta insuficiente por parte del Estado.
Las generaciones más jóvenes han comenzado a visibilizar estos y más desafíos que engloban al racismo ambiental y cómo están abrumando el futuro del planeta y la gente. En este contexto, la organización Covering Climate Now, compartió una colaboración periodística global que fortalece la cobertura de la historia climática y más.
En ella, se muestran 10 realidades que abordan el racismo ambiental y los efectos inesperados de las políticas que excluyen a las comunidades de derechos tan vitales como el acceso al agua y saneamiento. Veamos.
10 formas de ver al racismo ambiental
1. Vivir en medio de la industria puede afectar la salud mental
Si bien se reconoce que vivir cerca de vertederos o vertederos tóxicos puede afectar la salud física, hay menos investigación disponible sobre cómo esto afecta la salud mental.
Sin embargo, un estudio de 2007 de Social Science Research encontró que:
Las variables sociodemográficas, la exposición percibida, la exposición objetiva y el consumo de alimentos son predictores significativos de la salud física y el bienestar psicológico.
La proximidad residencial a la actividad industrial es psicológicamente dañina porque muchas personas perciben la actividad industrial de manera negativa, como una amenaza potencial para la salud o un signo de desorden del vecindario.
Journal of Health and Social Behavior,
Mientras que otra investigación de 2005 publicada en el Journal of Health and Social Behavior, también encontró que la exposición percibida puede afectar el bienestar mental de las comunidades de color.
2. Las áreas con temperaturas más altas dentro de las ciudades son las mismas áreas que fueron segregadas hace décadas
Los vecindarios que han registrado temperaturas más altas son los mismos que estaban sujetos a la práctica racista de la línea roja, en la que los bancos y las compañías de seguros sistemáticamente rechazaron o limitaron préstamos, hipotecas o seguros.
Un estudio de 108 áreas urbanas en todo el país, encontró que en las comunidades marcadas en rojo eran más calurosas que las que no estaban sujetas a la línea roja. La diferencia de temperatura en algunas áreas fue de casi 13 grados.
Los condados con grandes poblaciones afroamericanas están expuestos a temperaturas extremas 2-3 días más al año que los condados con poblaciones afroamericanas más pequeñas. Se proyecta que esos mismos condados experimentarán alrededor de 20 días más de calor extremo por año alrededor de 2050, según el análisis.
Union of Concerned Scientists.
De acuerdo con Gerald Torres, profesor de la Facultad de Derecho de Yale y de la Facultad de Medio Ambiente, las comunidades anteriormente segregadas tienden a tener menos espacios verdes: menos árboles a lo largo de la calle, menos acceso a los parques.
3. El racismo ambiental es una de las principales causas de muerte en las comunidades
Hay muchos factores que amenazan el bienestar de las comunidades vulnerables, como la vigilancia policial discriminatoria y la disponibilidad de viviendas. No obstante, el racismo ambiental es en realidad una de las principales causas de mortalidad de estos residentes.
La contaminación del aire y el calor extremo están matando a los residentes del centro de la ciudad a un ritmo más alto que casi todas las otras causas.
Scientific American.
A medida que las temperaturas promedio continúan aumentando, seguirán creciendo las enfermedades causadas por los efectos del cambio climático.
4. Es más barato para una corporación contaminar comunidades vulnerables
Diversas investigaciones comparten la idea de que las multas impuestas a las empresas por contaminar, tienden a ser más bajas en las comunidades de color y las comunidades pobres.
Para Dorceta Taylor, profesora de la Escuela de Medio Ambiente de Yale, las corporaciones pueden ver la diferencia y mandar sus desechos hacia esa comunidad que les generará una multa menor. Las multas más bajas generan más contaminación, lo que a menudo disminuye el valor de la tierra de las casas existentes cerca de una fábrica o un vertedero.
Un factor que podría influir en esto es si las comunidades pueden o no organizarse y movilizarse para impulsar la limpieza que deberían recibir, dice Taylor o incluso saber cuándo estos casos van a los tribunales.
Dorceta Taylor, profesora de la Escuela de Medio Ambiente de Yale
Esto ha llevado a miles de industrias a operar en este tipo de comunidades y crean un círculo vicioso con pocas oportunidades de movilidad y escasa influencia política.
5. Muchas organizaciones de conservación del medio ambiente tienen fundadores u homónimos racistas
Muchos grupos de conservación ambiental tienen antecedentes racistas, como en el caso de John Muir, conocido como el «padre» del sistema de parques nacionales y fundador de la organización conservacionista más antigua del país.
6. La falta de diversidad gubernamental y organizativa perpetúa el problema.
En una línea similar, diversas organizaciones señalan que la falta de diversidad afecta a las comunidades vulnerables porque la postura política de un líder influye y mucho. De hecho, las organizaciones sin fines de lucro más grandes suelen recibir la mayor cantidad de fondos y estas en su mayoría son lideradas por personas de tez blanca.
Cuando hay personas de comunidades marginadas en el liderazgo, van a hacer lo que tengan en sus manos para poder llevar el bienestar a toda la gente.
7. El racismo ambiental no afecta solo a las comunidades de bajos ingresos
De acuerdo con este estudio, si una persona de raza negra está posicionada en una clase media y su educación es buena, lo más probable es que siga viviendo en un lado o cerca de las comunidades con vertederos.
Y un ejemplo que resalta es el caso judicial de 1978: Bean vs. Southwestern Waste Management Corp., un vecindario negro de propietarios de viviendas en Houston que demandó a una empresa de gestión de residuos, argumentando que un permiso para una nueva instalación violaba sus derechos constitucionales.
El juez a cargo falló a favor de la empresa de gestión de residuos. Según el sociólogo Robert Bullard, quien recopiló datos para la demanda y desde entonces ha sido apodado «el padre de la justicia ambiental», de los demandantes en el caso, señala que el 85% de las personas eran propietarias de sus casas y eran consideradas de clase media.
Si bien la práctica de discriminar a los residentes de barrios pobres que son desproporcionadamente minorías raciales y étnicas se discute tradicionalmente en relación con los servicios financieros, estudios muestran que se aplica a una gama más amplia de casos.
8. Las comunidades vulnerables viven en áreas afectadas mucho antes de que llegue una corporación a instalarse
El estudio realizado por el profesor de sociología de la Universidad del Sur de California, Manuel Pastor, demostró datos pertenecientes a comunidades vulnerables y las mudanzas antes y después de la llegada de las instalaciones de almacenamiento y eliminación de tóxicos en el condado de Los Ángeles de 1970 a 1990.
Las áreas donde se instalaron las fábricas de desechos, pertenecen a comunidades vulnerables y después de la llegada de las instalaciones, no hubo cambios en la situación de pobreza y escasez en la que vivían.
Parece que las minorías atraen a las instalaciones de almacenamiento y eliminación de tóxicos, pero estas instalaciones no atraen a las minorías.
Informe de 2003 de la Comisión de Derechos Civiles de los Estados Unidos.
Este estudio colaborativo menciona que existe un intento deliberado de trasladarse a las comunidades de personas de color. Entonces, esa gran fábrica contaminante vino justo antes de que el basurero fuera colocado al lado de su vecindario.
9. El racismo ambiental también puede resultar caro para las personas de color
Los servicios públicos y sus cargos son un indicador de las formas en que las políticas ambientales pueden afectar a las personas catalogadas como grupos vulnerables.
El artículo del Instituto de Energía de Berkeley de la Universidad de California en Haas encontró que, al controlar por año ingresos, tamaño del hogar y ciudad de residencia, los arrendatarios negros pagaron 273 dólares más al año por energía que los arrendatarios blancos entre 2010 y 2017.
Por su parte, un informe de American Public Radio señala que los residentes de Detroit y otras ciudades cercanas a los Grandes Lagos con grandes poblaciones negras pagan mucho más por el agua que los de una ciudad como Phoenix.
10. Las políticas de Estados Unidos no son solo un problema de Estados Unidos
Las políticas de racismo ambiental dentro de Estados Unidos, suelen llegar mucho más allá de las fronteras. De hecho, el informe de Mother Jones, en Ipoh, señala que solo la mitad de los desechos encontrados en un vertedero parecía haberse originado en el país.
La otra mitad provino de otros países, incluido Estados Unidos y gran parte de estos desechos en el extranjero se componían de artículos recolectados para “reciclar”.
¿Podemos erradicar el racismo ambiental?
Los movimientos que se han derivado para combatir el racismo ambiental, están apoyando a las organizaciones que buscan llegar energía, agua y recursos asequibles que permitan mejorar la calidad de vida de miles de comunidades que están expuestas a esta desigualdad.
Por medio de esta alianza, también se busca incluir a las minorías en la toma de decisiones y así acabar con la segregación. Además, permitirá mejorar el sistema judicial y las regulaciones de salud de los lugares de trabajo.
Apostar por las energías verdes y adoptar formas limpias de reciclaje y eliminación de residuos es solo uno de los primeros pasos para terminar con el racismo ambiental.
Tomorroy City.
La realidad es que solo acabando con las malas prácticas de las empresas y sus responsables podremos acabar con el racismo ambiental y sus consecuencias, tanto sanitarias como sociales y económicas.
el problema de la contaminación ambiental y del racismo racial es el de los desechos sólidos que los países » desarrollados» envían a los países » subdesarrollados» y que nos tienen como vertederos de desechos de artículos electrónicos
si el gobierno no acepta esos «envíos», pues está en la lista de países non gratos para las potencias y es sancionado por los grandes