Es sabido que el secuestro de carbono terrestre a través de árboles, suelos ha sido una de las prácticas más populares en el mundo de la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en los últimos años.
Sin embargo, existe una enorme potencial de secuestro de carbono que se encuentra en el océano, nada menos que un 71% de la superficie terrestre que se está dejando de lado.. ¿Pero en qué consiste exactamente el secuestro oceánico?
¿Qué es el secuestro oceánico?
De acuerdo con IntechOpen, el secuestro oceánico de carbono (SOC, por sus siglas en inglés) es un método que busca distribuir de manera uniforme el dióxido de carbono en las profundidades del océano, con el fin de minimizar su impacto en la superficie marina.
El océano es el mayor sumidero de carbono de nuestro planeta. Almacena 50 veces más carbono que la atmósfera y 20 veces más que los bosques y los suelos terrestres. Además, ya ha hecho una gran contribución en la mitigación de los desastres climáticos al absorber el 30% del dióxido de carbono emitido por la actividad humana.
Sin embargo, el océano también está sufriendo las consecuencias del exceso de dióxido de carbono en la atmósfera. La acidificación del océano es uno de los mayores riesgos que se enfrenta hoy en día, junto con la acumulación de calor. Esto causa daño a los ecosistemas y la biodiversidad marina, así como a las economías costeras.
El océano como sumidero de carbono
Es por eso que el secuestro oceánico se está convirtiendo cada vez más en una estrategia importante en la lucha contra el cambio climático. A pesar de que todavía se encuentra en etapas iniciales de inversión y madurez, varias empresas emergentes se encuentran liderando la vanguardia en esta área, utilizando tecnologías innovadoras para extraer el carbono de los océanos.
A propósito de ello, Ocean Visions, se encuentra en medio de una red de organizaciones enfocadas en abordar los desafíos ambientales y económicos relacionados con los océanos y las zonas costeras, que incluyen la Institución Scripps de Oceanografía, la institución Oceanográfica Woods Hole en Stanford y el Acuario de la Bahía de Monterey.
«Una cantidad increíble de calor está siendo impulsada hacia el océano, y el exceso de CO2 que estamos poniendo en la capa superior del océano está causando acidificación», dijo Brad Ack, director ejecutivo de Ocean Visions. «Esos dos factores estresantes son, con mucho, las mayores amenazas para el océano. Mucho más grandes que los plásticos y la sobrepesca».
Pero a pesar de los avances, el secuestro oceánico sigue atrasado en inversión y madurez en comparación con su contraparte terrestre. Pero esto podría comenzar a cambiar, dado que a principios de marzo, Microsoft anunció un acuerdo de dos años con Running Tide, una startup centrada en el secuestro oceánico, para eliminar 12 mil toneladas de carbono a través de su tecnología respaldada por el océano.
¿Puede ayudar el secuestro oceánico contra el cambio climático?
La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero es esencial para mitigar el cambio climático, pero no es suficiente por sí sola. También es necesario el secuestro de carbono, que es el proceso de retirar y almacenar CO2 de la atmósfera.
En este contexto, el secuestro oceánico pude ser una forma efectiva de mitigar el cambio climático, ya que el océano es un sumidero natural de CO2. Actualmente, algunas tecnologías, como el cultivo de microalgas y el hundimiento de algas marinas, están buscando aumentar la cantidad de carbono que se almacena en el océano.
Sin embargo, es urgente aumentar el financiamiento e investigación en tecnologías de secuestro de carbono oceánico porque el cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad en la actualidad y el aumento de la temperatura global tiene graves consecuencias para la vida en el planeta.