¿Doble materialidad? ¿Cómo puede un pequeño juego de palabras ayudar a las marcas a elegir materiales más sostenibles y saludables con el entorno construido para reducir el riesgo y beneficiar a todas las partes interesadas —desde los inversores hasta los empleados y las comunidades, pasando por el planeta—? Te contamos.
Ciertamente en artículos anteriores se han analizado cómo los resultados de la inversión y el diseño se mantienen cada vez más en un nivel más alto de expectativas para beneficiar a todas las partes interesadas. Un enfoque que llamamos lente de múltiples partes interesadas.
También presentamos lo que vemos como una implicación de esta lente de múltiples partes interesadas: un cambio de paradigma en la inversión y el diseño en el entorno construido, de ¿qué diseñamos? a ¿para quién?.
Pero nos damos cuenta de que ninguna discusión sobre la intención y el beneficio de las partes interesadas estaría completa sin comprender lo que realmente les importa. Aquí, la idea de materialidad ocupa un lugar central. Entonces, ¿qué entendemos por doble materialidad?
¿Qué es la doble materialidad?
De acuerdo con el portal Sustainable Brands, en la estrategia y los informes de ESG, los problemas de materialidad de una empresa son aquellos que no solo plantean riesgos y oportunidades importantes para la empresa, —como los del cambio climático— sino también los problemas que reflejan los impactos de la empresa en el medio ambiente y la sociedad.
Por ejemplo, los impactos de las operaciones de la empresa en los derechos humanos o en el cambio climático a través de las emisiones de carbono.
Así es, al enfoque explícito en comprender la intersección entre el impacto financiero y social o ambiental de los problemas, se le conoce como “doble materialidad”. Y es lo más importante en el discurso ESG, ya que ambos lentes son importantes para que las empresas tomen mejores decisiones.
¿Por qué importa que las empresas incorporen la doble materialidad?
Ciertamente, el término material tiene una definición más «material» . Y creemos que reunir ambas definiciones es fundamental para ayudar a los líderes a reducir el riesgo y crear valor en el entorno construido.
Ya sea en el entorno construido o en los mercados de productos, la palabra material también incluye las «cosas» que aterrizan en un producto final. Y puede ir desde el edificio en sí, hasta los acabados, equipamientos o mobiliario que hacen utilizables los espacios del edificio. Pero incluso los productos de limpieza utilizados para su mantenimiento también formarían parte de su materialidad.
Los materiales tienen un impacto en el medio ambiente y más allá. Aproximadamente el 11 % del total de las emisiones globales de gases de efecto invernadero es atribuible a los materiales de construcción. El impacto del carbono de los materiales se conoce como » carbono incorporado «, que, una vez en su lugar, puede permanecer indefinidamente. Un hecho que se cita con frecuencia en los últimos años es que la industria mundial del hormigón, si se clasificara como país, sería por sí misma el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero.
Por qué abordar el tema de la doble materialidad, sin ello no será posible alcanzar ambiciosos objetivos climáticos sin abordar este problema.
Apostar por la doble materialidad
Las decisiones sobre los materiales todavía se centran con demasiada frecuencia en la fase de uso. Sin embargo, se estima que más del 90% de las decisiones que influyen en esos impactos se toman en la fase de diseño. Aquí es donde debemos cambiar nuestro el enfoque.
Por ello, los arquitectos han establecido recientemente objetivos voluntarios para las reducciones de carbono incorporado a través del programa Arquitectura 2030. El programa prevé una reducción del 50 % para 2030 y cero emisiones de materiales para 2040. Lograr estos resultados no será fácil y requerirá muchas innovaciones en el proceso de diseño, materiales y tecnología.
Las empresas, los inversores y los desarrolladores también tienen un papel que desempeñar. En su nuevo Manifiesto empresarial para la recuperación climática , anunciado en la COP26 , el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible se centra directamente en reducir los impactos sociales y ambientales negativos del entorno construido. Para ello requiere adoptar un enfoque de «ciclo completo» en el diseño y la construcción.
Responsabilidad Social
También es importante considerar el papel de la limpieza y otros productos químicos utilizados en el entorno construido. Las leyes y políticas de responsabilidad extendida del productor buscan responsabilizar a los fabricantes por el impacto del ciclo de vida de sus productos, desde su producción hasta su eliminación.
Por ejemplo, las políticas de productores ampliadas relacionadas con la pintura y los productos de limpieza ya están en vigor o se han propuesto en estados como Colorado, Oregon y Maine , por nombrar solo algunos.
Estos desarrollos son solo algunos puntos de prueba que ilustran que la elección de los materiales utilizados en el entorno construido es, de hecho, material. Dado el enfoque en el cambio climático y los objetivos netos cero, las empresas no tienen otra opción que considerar la selección, el uso y la eliminación de materiales en el entorno construido como parte de su estrategia de gestión de riesgos.
De hecho, para reducir el riesgo y apoyar los objetivos a largo plazo para la salud y el medio ambiente, es necesario tomar mejores decisiones sobre lo que construimos en el entorno ya construido.
¿Cómo pueden las empresas elegir mejor los materiales en el entorno construido?
Las tecnologías y los materiales de construcción continúan evolucionando. Están surgiendo varias soluciones prometedoras que a continuación te compartimos:
Materiales que secuestran carbono
El volumen de materiales que ya se utilizan en todo el entorno construido es asombroso. Expertos predicen que la industria podría agregar otros 2.4 billones de pies cuadrados de espacio nuevo para el año 2060. Con materiales y tecnología típicos, esto requeriría trescientos mil millones de toneladas de material.
¿Qué pasaría si este material, en lugar de generar emisiones de gases de efecto invernadero, pudiera secuestrarlo o absorberlo ?
El material que se menciona con más frecuencia en el contexto del secuestro de carbono es la madera. Cuando se utiliza madera como estructura, acabados u otros componentes de construcción, el carbono que se almacenó en el árbol queda retenido en el edificio.
Si esa madera se reutiliza al final de la vida útil de ese edificio, puede continuar secuestrando carbono indefinidamente. El uso de la madera en los edificios se está expandiendo rápidamente. Los avances técnicos, junto con los cambios en los códigos de construcción, permiten que las estructuras cada vez más altas y más grandes sustituyan la madera por el acero o el hormigón.
A medida que los diseñadores de edificios promueven activamente el uso de madera para secuestrar carbono, una preocupación es que toda la madera utilizada sea cosecha de manera sostenible. Por esa razón, en Cuningham , se restringe la madera de los productos forestales recolectados en América del Norte; idealmente a través de un programa de certificación como el Forest Stewardship Council .
El hormigón ha recibido mucha cobertura de los medios por su enorme impacto ambiental, y la industria está respondiendo. Existen diferentes enfoques posibles con el hormigón. Uno que Cuningham ya está especificando es CarbonCure , en el que se inyecta CO2 reciclado en la mezcla y se convierte en una parte permanente del producto terminado.
Más allá de la madera y el hormigón, muchos fabricantes están desarrollando otros materiales capaces de secuestrar carbono. Están disponibles en alfombras , aislamiento, revestimiento, muebles y otros. Se cree que el objetivo de Arquitectura 2030 de una reducción inmediata del 40 % en el carbono incorporado ya es posible. Pero requiere planificación y compromiso tanto del cliente como del equipo de diseño.
Reutilización adaptable
Cantidades sorprendentes de edificios existentes se demuele anualmente. La tendencia de los desarrolladores, constructores e incluso muchos profesionales del diseño es comenzar de nuevo. Pero esto significa que se envían grandes volúmenes de materiales de construcción a los vertederos cada año.
Entonces, ¿qué se puede hacer? Se sugiere optar por la reutilización adaptativa. Porque permite que el carbono incorporado en esos materiales permanezca en su lugar, con solo un pequeño porcentaje eliminado y, con suerte, reciclado.
Dado que la estructura de un edificio representa aproximadamente el 50% del carbono total incorporado, incluso un enfoque completo de intestino y remodelación puede evitar cantidades significativas de nuevas emisiones de gases de efecto invernadero. El enfoque de la doble materialidad busca alentar a la industria de la construcción a buscar edificios existentes que puedan reutilizarse antes de comprometerse con una nueva construcción.
Si bien estas estrategias se centran principalmente en materiales para edificios nuevos, no construir también es una estrategia. La renovación y rehabilitación para adaptar los edificios existentes a las normas de construcción, en lugar de demoler y reconstruir, también son opciones que ofrece la doble materialidad.
¿Cómo pueden las empresas identificar estas oportunidades de materialidad?
A continuación te nombramos algunas formas de evaluación y herramientas para la selección de materiales.
Evaluaciones del ciclo de vida de todo el edificio (LCA)
Los ACV de todo el edificio pueden ser un punto de partida para la selección de materiales. La LCA captura los impactos desde el inicio hasta el final de los materiales estructurales.
La evaluación comienza con la extracción y cosecha de materias primas y se extiende a lo largo de la vida útil esperada del edificio, incluido el mantenimiento y reemplazo de los componentes del edificio. El enfoque es la elección y el uso del material. El reciclaje aguas abajo, la energía operativa o el modelado de emisiones y la excavación del sitio en sí generalmente se excluyen del análisis.
Declaraciones medioambientales de productos (EPD)
Las EPD son informes completos de los fabricantes que detallan el impacto del ciclo de vida de un material o producto determinado, desde la extracción y fabricación de recursos hasta la reutilización o eliminación.
Debido a que las EPD cubren los impactos del ciclo de vida completo de los materiales y productos, y están destinadas a ser verificadas y registradas de manera independiente, brindan información creíble y comparable sobre los impactos ambientales de un producto.
Además su información se extiende más allá de la que se proporciona por otras ecoetiquetas o certificaciones que a menudo cubren solo aspectos individuales del ciclo de vida de un material.
Declaraciones de productos sanitarios (HPD)
Los impactos potenciales de los materiales en la salud humana también son críticos a considerar. Los HPD brindan información sobre las sustancias incluidas en los productos de construcción, desde alfombras hasta selladores y más.
El estándar abierto HPD , desarrollado por HPD Collaborative , es una especificación estandarizada para la presentación de informes sobre el contenido del producto y la información de salud asociada.
Los HPD están armonizados con programas como el International Living Future Institute , el Cradle-to-Cradle Product Innovation Institute , Clean Production Action , BIFMA , LEED , WELL y muchos otros. Según HPD Collaborative, que mantiene un repositorio de búsqueda, más de 700 fabricantes utilizan HPD para proporcionar datos de transparencia de materiales en más de 33.000 productos.
La materialidad tiene muchas definiciones. Al considerar el material como material en el contexto más amplio de ESG y estrategia comercial, las empresas pueden tomar mejores decisiones en el entorno construido que reducen el riesgo de la empresa y de los inversores; generar confianza; y crear un mayor valor económico, ambiental y social a largo plazo incorporando la doble materialidad.
