¿Te imaginas un mundo en el que no dependas de un empleador para ganar dinero? ¿y si además este sistema pudiera darle un uso más responsable a los recursos? De eso se trata la economía colaborativa, economía del compartir o sharing economy, que parece estar aquí para quedarse.
A grandes rasgos, se trata de un nuevo paradigma en el que las personas comparten todos sus recursos, tanto materiales como inmateriales. Plataformas como eBay permiten crear, producir y distribuir estos bienes o servicios. El resultado implica menos desperdicio, un consumo más inteligente y menor dependencia en empleadores. El ciclo de vida de los productos cambia por completo porque surgen maneras de deshacerse de ellos sin tirarlos a la basura o de utilizarlos por un tiempo determinado sin tener que comprarlos.
Aunque servicios como el ya mencionado eBay existen desde hace años, en los últimos tiempos se han multiplicado, al tiempo que compañías traicionales están encontrando la forma de incorporar sus principios.
3 ejemplos de economía colaborativa en México
En los últimos años han surgido en México varias empresas que aprovechan los beneficios de la economía colaborativa. Además de la llegada de pioneras estadounidenses como AirBnB y Uber, también los nuevos emprendedores están proponiendo modelos surgidos en nuestro país. Aquí tres de ellos que además tienen otras características responsables.
Aventones:
Esta organización fue finalista del concurso Emprendedores del año 2014, organizado por Expansión, y se basa en compartir vehículos para así generar ahorros personales y reducir tanto la huella de carbono como la cantidad de tráfico en la ciudad de México. Aventones trabaja con empresas y universidades que quieren impulsar el hábito del compartir entre sus colaboradores y genera campañas de comunicación interna para dar a conocer los beneficios de su modelo.
En México algunos de sus clientes son Costco, Infonavit, Danone, Grupo Modelo, Metlife y Cuauhtémoc Moctezuma.
Kangou:
Kangou también tiene una base en el transporte sustentable, pero este es un servicio de mensajería en bicicleta en el que un equipo de 200 ciclistas pueden entregarte cualquier cosa que necesites a las puertas de tu hogar. Estos mensajeros pueden trabajar en sus ratos libres y llevarse el 65% del precio del servicio.
El clóset de mis amigas:
En el mundo ya existen varios sitios web que utilizan el concepto colaborativo para revender artículos de lujo usados (sobre todo ropa y accesorios) en buen estado a un precio mucho menor. En México, la tendencia está llegando poco a poco a través de servicios como El clóset de mis amigas, que impulsa a las mujeres a compartir prendas de buena calidad que ya no utilicen para que otras puedan disfrutarlas. Además, la empresa dona el 1% de sus ventas a la Fundación San Martín de Porres.
