¿Te importa hacer una diferencia en el mundo a través de tu trabajo, tus compras y otras actividades? Si la respuesta es «sí» eres parte de la revolución de los valores, que se refiere justo a esta tendencia en la que las personas queremos tener impacto positivo en nuestro entorno y por lo tanto exigimos más de los gobiernos, OSC y empresas.
Recientemente la consultaría en cambio social Global Tolerance dio a conocer un reporte realizado con investigación tanto documental como con encuestas y entrevistas en el que analiza esta revolución y su impacto en todo tipo de organizaciones. Según este documento, dos tercios de las personas piensan que tanto gobiernos como empresas y tercer sector deben hacer más en cuestiones sociales y ambientales. Además, el 81% de la gente cree que estas mismas instituciones deben rendir cuentas sobre sus acciones.
Para los autores, los millennials o generación Y son parte clave de este cambio, ya que la mitad dicen que elegirían un trabajo con propósito por encima de un mayor salario y el 75% quiere trabajar para una empresa que haga la diferencia. Esto también se nota en sus hábitos de compra y de vida, ya que estos jóvenes también prefieren comprar productos éticos (60%) y son voluntarios para causas que les importan (75%).
Todo esto significa que las organizaciones deben trabajar más para ganarse los votos, donaciones o clientes no solo en su marketing sino en todas sus operaciones. ¿Cómo puede hacerse esto? Global Tolerance ofrece tres pasos:
1. Encontrar: se refiere a que la institución encuentre sus valores, buscando tanto en su pasado como en su futuro. Es posible que estos ya se encuentren en documentos o tal vez hasta escritos en un lugar visible, pero vale la pena revisarlos y asegurarse de que sigan vigentes.
2. Vivir: incluir a los valores en todos los aspectos de la empresa, desde el manejo de recursos hasta políticas de gobernanza. Esto requiere apoyo de todos los colaboradores.
3. Hacer engagement: este es el momento para acercarse a otros para compartir los valores y amplificarlos. El proceso debe comenzar con los colaboradores, quienes sirven como embajadores de la marca, para después pasar a una comunicación externa.
Ejemplo de una marca que vive sus valores
El documento menciona Westpac como una empresa que ha seguido ese proceso, al evaluar sus valores basándose en su historia y principios de negocio y encontrar una fórmula que releja tantos sus objetivos sociales como de negocios. Al hacerlo, el banco se comprometió a ser «una de las mejores empresas del mundo ayudando a nuestros clientes, a la comunidad y a las personas a prosperar y crecer.»
Todo esto se vive mediante el protafolio de inversión, el cual se ha movido hacia la energía limpia y a la vivienda accesible. Finalmente, Westpac tiene un programa de mentoría en el que sus colaboradores ofrecen su experiencia y habilidades para ayudar a organizaciones comunitarias. El 87% de sus empleados cree que está haciendo una diferencia importante y el 72% afirma que comparte con personas externas las iniciativas de la compañía.