La violencia sexual es cualquier daño físico, verbal, psicológico o de comportamiento que infrinja los derechos de la mujer a decidir sus propios comportamientos sexuales. La violencia sexual no se limita a la violación sino que se extiende al acoso sexual, abuso sexual, exposición indecente, y el acecho. Cualquier conducta que esté causando temor a la violencia sexual en una persona, puede ser considerada como violencia sexual indirecta.
En este contexto, la violencia sexual suele manifestarse dentro de las empresas bajo la figura del acoso sexual, definido como una forma de discriminación por razón de género. Si bien los hombres pueden ser también objeto de acoso sexual, la realidad es que la mayoría de víctimas son mujeres. El problema guarda relación con los roles atribuidos a los hombres y a las mujeres en la vida social y económica que, a su vez, directa o indirectamente, afectan la situación de las mujeres en el mercado del trabajo. El acoso sexual es, por encima de todo, una manifestación de relaciones de poder.
La experiencia de la OIT indica que, inclusive cuando en la sociedad haya algunos que nieguen la existencia de este fenómeno, éste se ve confirmado por quienes lo sufren; lo que quiere decir que la ignorancia de que exista no significa necesariamente que no ocurra.
Aludiendo al tema de la violencia sexual es que se desarrolla este crudísimo anuncio que a simple vista luce como el cuerpo de una mujer, sin embargo, un copy colocado con las letras invertidas dice: «Si no miras de cerca no podrás ver.» Cuando el lector lo hace, se percata de que lo que está mirando no es ninguna zona femenina, sino un niño arrinconado. El copy en la zona inferior del anuncio dice: «Tu indiferencia ante la violencia sexual infantil, empuja a tus niños a las esquinas de riesgo.»
El anuncio pertenece al Centro de Socorro ante la Violencia Sexual en Korea (KSVRC). Como primer centro especializado en el asesoramiento sexual, el KSVRC ofrece una variedad de servicios de asesoramiento y educación sexual en la prevención de la violencia sexual sin importar el género ni la edad. La OSC, fundada desde 1991 por mujeres, tiene como objetivo crear una cultura de equidad de género.
La campaña pone de manifiesto la existencia de un problema que no respeta géneros, edades, países, razas ni estratos… un problema mundial que muchas veces guarda un ominoso silencio.
En este sentido, la OIT indica que las políticas y prácticas de una empresa responsable, contra el acoso sexual, deberían incluir cuatro elementos principales:
1) Una declaración de criterios
2) Un procedimiento de denuncia adaptado al acoso sexual que respete la confidencialidad
3) Sanciones disciplinarias progresivas
4) Una estrategia de formación y comunicación
La protección contra las represalia debe constituir también un elemento clave en todo procedimiento de denuncia.
En México también se estan realizando muchas acciones para atender lo referen a la violencia sexual en una persona, incluso en dependencia gubernamentales existen Modelos parecidos a lo que mencionan existe en Korea.
Que bueno que se toque el tema, ya que en nuestro País, algunas de estas prácticas, las personas no lo tienen conceptualizado como violencia, porque así lo han visto y vivido durante décadas.
Falta mucho por hacer, pero estas referencias son buenas.