Recientemente ha habido una tendencia de las ciudades por convertirse en Smart Cities o ciudades inteligentes, basadas en la implementación de sistemas de innovación tecnológica que ofrecen soluciones proactivas y en ocasiones sostenibles a problemas urbanos. ¿Pero qué hay de las ciudades humanas? ¿Habías escuchado hablar de este concepto?
En ocasiones la construcción y el crecimiento de las urbes, lejos de fomentar la reconstrucción del tejido social, agreden la humanización. Partamos de la idea de que las ciudades no son solo calles, plazas, comercios y estacionamientos que forman un espacio; las ciudades son espacios de convivencia para la vida humana.
Lo que se requiere son ciudades más humanas e incluyentes. La apuesta requiere de proyectos viables y económicos que provean espacios públicos que garanticen el cumplimiento de los derechos y libertades de las personas.
La movilidad es un derecho que abre camino a otros derechos básicos como la educación, el trabajo, la vivienda, etc. En América Latina el 80% de la población vive en ciudades, por ello se debe de pensar de qué manera humanizar las calles; un elemento fundamental para la movilidad.
Algunas de las ciudades que han buscado aplicar este concepto son Copenhague, en Dinamarca, Ámsterdam y Houten, en Holanda y Bogotá, en Colombia. Entre las medidas que se pueden tomar para hacer ciudades más humanas se encuentran:
1.- Implementar una red de ciclovías y promover el uso de bicicleta como medio de transporte.
2.-Recuperar las aceras. Es importante ofrecer un espacio adecuado al peatón no solo para trasladarse sino para realizar actividades. Además de insertar mobiliario urbano como bancas, alumbrado, árboles, etc.
3.- Acondicionar acústicamente el espacio urbano con barreras acústicas de materiales naturales y artificiales que protejan al peatón del ruido del tráfico y al mismo tiempo de las condiciones climáticas adversas.
4.- Integrar la pedagogía al espacio urbano por medio de la educación y la concientización a los usuarios del uso correcto del espacio; tanto a los conductores como a los peatones para una convivencia en armonía.
5.- Incentivar el uso de transporte público y sostenible.
6.- Integrar la iluminación al espacio urbano, no solo para otorgar seguridad al usuario, sino para brindarle calidez.
7.- Incrementar la biodiversidad e introducir al diseño del espacio diversas especies de árboles y plantas locales que atraigan fauna. Esto permitirá además una mejora en la calidad ambiental y ofrece un espacio urbano cambiante sensorialmente, debido al estímulo visual y olfativo.
Además de abarcar los puntos anteriores es importante resaltar que no solo basta de políticas públicas para regular los espacios y ofrecer calidad en los mismos, también se requiere de la co-responsabilidad de los habitantes para garantizar la sana convivencia.
Fuentes:
istmo.mx
bicitekas.org
[…] Fuente: EXPOKNEWS […]