Una Mejor Práctica de Responsabilidad Social Empresarial es una acción, proyecto, programa o proceso que, en atención a una expectativa de un grupo de relación y preferentemente en congruencia con una política de la compañía, ha generado la resolución de un problema, la superación de una deficiencia, el mejoramiento de un proceso, el cambio de cultura organizacional y, además, contribuye a implantar de manera transversal la RSE en la empresa y la sociedad. La buena práctica puede ser desarrollada en algún ámbito de la gestión de la
organización y sus resultados deben ser mensurables, innovadores, sostenibles y replicables.
Características básicas de la práctica:
• Responder a una necesidad del negocio y atender las expectativas de al menos uno de sus grupos de interés (accionistas, empleados, comunidad, medio ambiente, proveedores, clientes, etc.).
• Atender a un área de oportunidad para promover la RSE en la gestión del negocio.
• Estar vinculada con alguna política de la empresa.
• Haber sido implementadas por lo menos un año antes de su postulación.
• Contar con herramientas de evaluación de impacto y tener un método de seguimiento.
• Ser original y replicable.