Uno de los pilares de la responsabilidad social es el vínculo con la comunidad, definido este como el interés de una empresa en colaborar con la sociedad de manera que se genere el mayor impacto positivo posible para el mejoramiento del entorno humano donde se opera.
Es difícil que toda la sociedad esté enterada de los programas de vínculo con la comunidad que una compañía genera, pero es que estos no están hechos con fines mercadológicos sino como una forma de obtener licencia social, es decir, ganarse la voluntad y el aprecio de los grupos de interés que interactuan con ella; en otras palabras, podríamos decir que son esfuerzos enfocados en nichos y no en masas.
Tomemos por ejemplo a Chrysler en México; uno sabe por su historia y su nombre, que se trata de una entidad de prestigio y autos reconocidos; incluso muchos, a la mención de su nombre, podrán recordar la figura inmortal de Lee Iacocca y sus innovaciones en administración en los 80´s. Hablamos de una marca consolidada definitivamente, y estamos acostumbrados a conocerla por autos bien diseñados y de líneas llamativas.
Ahora bien, cuando uno ve este tipo de comunicaciones (arriba), ¿se imagina que detrás de ello hay una marca que tiene buenos programas de vínculo con la comunidad? Muy probablemente no, pero sin duda, hay grupos que no solo lo saben, sino que lo han vivido, porque la organización guarda con ellos nexos directos de apoyo; y quizás el mejor ejemplo de esto, sea la Fundación Chrysler.
Esta fundación nació en 1985, como gran parte del tercer sector en México, para apoyar a las labores de reconstrucción tras el terremoto de la capital.
Actualmente, a sus 28 años, ha beneficiado a más de 5 millones de familias en poblaciones urbanas, rurales e indígenas a través de alianzas intersectoriales que vinculan al sector social, empresarial y gubernamental. Asimismo impulsa el voluntariado con sus propios colaboradores y la sociedad civil de forma que el impacto de sus programas se potencialice.
La Fundación Chrysler apoya naturalmente en cinco líneas de acción:
- Educación
- Salud
- Cultura
- Desarrollo de comunidades
- Atención en desastres naturales
Como un ejemplo de las muchas acciones específicas que desarrolla Fundación Chrysler, en nombre de Chrysler de México, está el apoyo a «Aquí Nadie se Rinde» para trabajar a favor de los niños con cáncer por medio de 4 programas que incluyen trasplantes, tratamientos, capacitación de personal médico y la investigación de sarcoma infantil.
De este modo, la Fundación Chrysler es una buena muestra de ese nexo que las empresas deben generar con la sociedad, ya que la concepción real hoy de las compañías es que no solo existen para generar ingresos, como se podía plantear hace treinta años; hoy son ciudadanos corporativos y como tal son parte de una sociedad en la que también deben aportar. Es una falacia que un gobierno puede solventar todas las circunstancias de un país; sin las empresas es casi imposible hacer esto; de allí la responsabilidad tan grande de estas entidades y el compromiso que tienen con México.
