Un piloto responsable no solo hace que tu trayecto dentro de un avión sea una grandiosa experiencia, también se asegura que cada una de sus actividades y labores dejen una huella positiva en el entorno y en la experiencia de los pasajeros.
Y en la aerolínea de KLM, este tipo de piloto responsable se encontrará en cada uno de los trayectos porque para la marca integrar términos como la RSE o la sostenibilidad significa abordar cada paso que involucre que un avión pueda despegar y aterrizar.
Vuelos sostenibles
Para KLM, el enfoque en un futuro más sostenible, además debe involucrar a sus capitanes, quienes son responsables de brindar un excelente servicio y también, encontrar la forma de reducir las emisiones de CO2 e impulsar mejores prácticas.
Auke Dros, un piloto responsable de KLM, comparte la sostenibilidad y la RSE han logrado invadir cada espacio de las cabinas de los aviones de KLM. De acuerdo con él, cuando inició su entrenamiento en 1992, estos términos ya eran parte del programa.
Dros menciona que parte de estos programas abordan temas ambientales que a su vez tienen un impacto económico porque KLM ha impulsado aeronaves que son mucho más ligeras.
Esto permite utilizar menos combustible por hora y reducir las emociones de CO2. Además de asegurar que las operaciones de KLM sean cuidadosamente revisadas para asegurar un vuelo seguro y libre de CO2.
“KLM siempre ha tenido la ambición de reducir el peso de sus aviones, por ejemplo, mediante el uso de soluciones ligeras inteligentes para el material a bordo. Se ha implementado una sofisticada política de combustible para los pilotos desde que he estado volando para KLM”, mencionó.
Con el paso de los años, la política de combustible se ha mejorado, ya que ahora es posible realizar análisis más precisos e incluso solicitar y medir el tráfico aéreo para planificar las rutas más directas e incluso integrar herramientas más eficientes que les permitan a los pilotos trabajar de una mejor manera.
Más eficiencia al volar
Auke señala que gracias al progreso tecnológico de la aerolínea, ahora los pilotos pueden tener una mayor precisión sobre qué puede suceder durante un vuelo y pueden recibir actualizaciones en vivo de la velocidad y dirección del viento en cada punto.
Con esta información, los pilotos pueden ajustar la altitud de los vuelos y así aprovechar los grandes vientos de cola o evitar grandes vientos en contra. Además, se pueden predecir con precisión cuándo aterrizarán y poder optimizar los vuelos.
“En lugar de volar a una velocidad constante, lo que solíamos hacer, ahora podemos ajustar nuestra velocidad a las condiciones reales. Esto reduce la cantidad de combustible y, por consiguiente, también la cantidad de emisiones de CO2”, menciona.
Otra medida que han tomado es cambiar los planes de vuelo en papel, los registros de viaje y los manuales operativos a un eBriefer digital en el iPad, lo que permite ahorrar todavía más material.
¿Y cuando aterrizan?
KLM y sus pilotos responsables, se encargan de que cada uno de los vuelos sean sostenibles desde que despegan hasta que aterrizan. En general, en caso de una salida a tiempo, la aeronave puede volar de manera eficiente a su destino.
“Tenemos algunos trucos sencillos para ahorrar combustible en el suelo, como apagar un motor después de aterrizar para rodar hasta la puerta y programar el arranque de los motores durante el empuje de la puerta antes de la salida. Puede parecer insignificante”, menciona.
Por lo tanto, se pone mucho esfuerzo en hacer que cada vuelo salga a tiempo, tanto por el personal de tierra como por la tripulación. En Schiphol, el personal de tierra, los controladores de tráfico aéreo y los pilotos trabajan mejor juntos para organizar el momento ideal para poner en marcha los motores, teniendo en cuenta todos los factores que acabo de mencionar y evitando demoras en la pista de salida, que a su vez reduce el combustible.
Capacitación y un piloto responsable
KLM es una de las aerolineas pioneras que capacita a sus pilotos en sostenibilidad. La marca está a la vanguardia, con una sofisticada política de combustible, una mentalidad con respecto al medio ambiente y pilotos bien entrenados.
“No es una carrera entre aerolíneas para ser el más sostenible; Cuanto más inteligentes y limpios podamos hacer el negocio juntos, mejor”, señala KLM.
Sin embargo, para lograr más pilotos responsables, mayor sostenibilidad y compromiso se requiere trabajar en ciertos reto. Por un lado el acceso a Internet necesita mejorar en el aire que permita tener contacto en tiempo real con otros aviones y aeropuertos, en lugar de trabajar con estaciones terrestres, para que podamos anticiparnos mejor y optimizar nuestra velocidad.
En segundo lugar, hay un factor político: “debido a las regulaciones y tarifas aéreas de algunos países, no siempre podemos volar por la ruta más directa”, comparten.
En tercer lugar, todavía no encuentran la mejor alternativa para el combustible fósil. El combustible de Biojet está en aumento, pero sus costos siguen siendo dos o tres veces más altos, y sus suministros son demasiado limitados para usarlo a gran escala.
KLM ha identificado tres formas de reducir la huella de carbono de sus operaciones de vuelo: reducir el consumo de combustible, reemplazar el combustible fósil y compensar las emisiones de CO2. Cada uno conlleva un enfoque diferente. Aumentar la sostenibilidad de la operación en tierra es una cuarta forma en que KLM puede reducir su huella de carbono.
Así que no es raro que KLM y su equipo de trabajo busquen constantemente cómo pueden volar de forma más inteligente y reducir el impacto sobre el medio ambiente y los costes, mientras se da a los pasajeros la mejor experiencia de vuelo.
Para ir encontrando esta respuesta y proponiendo mejores soluciones la marca cuenta con objetivos muy específicos para mejorar su huella en el aspecto ambiental, social y corporativo que deje un impacto realmente positivo.