Como defensores de la responsabilidad social corporativa, creemos que las compañías tienen el poder, la influencia y el deber de abordar muchos de los problemas sociales y ambientales, tanto globales como locales.
La responsabilidad social corporativa permite a las empresas poner su experiencia y dinero en ayudar a las comunidades locales y al entorno, al tiempo que el negocio trabaja en obtener ganancias.
La reciente carta de Larry Fink a los CEOs de las empresas del S&P 500 y a grandes corporaciones europeas para elevar los estándares de sostenibilidad, buen gobierno y vínculos con la comunidad, es un ejemplo de esta creciente tendencia. En todo caso, las compañías que trabajan de forma colaborativa, apoyando a las comunidades que les rodean y mejorando a su vez el medio ambiente, no solo se benefician con la licencia social sino que impulsan el desarrollo sostenible.
Muchos propietarios de negocios, pueden compartir la creencia de que la RSC es fundamental; sin embargo, también es necesario entender que a veces no se cuentan con los recursos para generar inversiones en este sentido o al menos la voluntad de hacerlo, y es que después de todo, es posible que algunos accionistas no compartan esta filosofía.
El punto anterior es complicado cuando las comunidades en nuestro entorno necesitan apoyos con urgencia o simplemente cuando surge una buena oportunidad de mejorar el desempeño ambiental de la organización a través de la adquisición de ciertas ecotecnias. ¿Qué hacer en esas circunstancias?
La respuesta puede ser sencilla: lo mismo que hacemos cuando surgen oportunidades de crecer nuestro negocio a través de la compra de maquinaria, remodelación de oficinas o mejora de insumos… Es factible contemplar la gestión de un préstamo que podamos pagar sin que sea una carga.
¿Es complicado?
No realmente; es posible obtener créditos con asnef en montos desde 750 a 5000 euros de forma rápida, conveniente, segura y de acuerdo a las necesidades de cada cliente; incluso existen calculadoras que permiten hacer números rápido respecto a la cantidad que pensamos solicitar y la forma en que quisiéramos liquidarla. De esa forma, es viable la creación de un plan de negocio con tiempos y retorno de inversión.
La obtención de un préstamo significa la certeza de poder aprovechar ciertas oportunidades para participar en proyectos internos o externos relacionados directamente con la responsabilidad social corporativa. Dichos proyectos pueden convertirse en ejemplos vivientes de los valores que el negocio intenta promover.
A través de la experiencia nos hemos percatado de que existen muchas iniciativas disponibles, en los que usted y su empresa pueden invertir. Algunas de carácter social son:
- construir casas
- iniciar jardines comunitarios
- ofrecer un evento de mentorías
- programas de mantenimiento o reparación de escuelas
- asumir programas de capacitación para la fuerza laboral
La lista podría ser muy larga. La sugerencia es crear una lista de proyectos potenciales y determinar lo que la empresa podría hacer. Un buen consejo también es restringir la lista de proyectos en función de aquellos que se relacionan con el núcleo del negocio o lo que más beneficia a los grupos de interés cercanos.
De la misma forma se pueden contemplar iniciativas relacionadas con el medio ambiente, que es uno de los pilares de la RSE. En esta área es posible que el ROI llegue en forma de ahorros que en el mediano plazo incluso serán mayores que los mismos costos. Por ejemplo, es viable centrarse en iniciativas dirigidas a reducir el impacto de la compañía si existe una oportunidad para adquirir páneles de energía solar o transportes híbridos.
Trate de identificar cómo ser socialmente responsable puede resultar en beneficios adicionales para la compañía y considere la implementación de la táctica descrita para obtener estos resultados. Si estos llegan como lo planea y son de verdad positivos, es muy factible que logre convencer a algunos escépticos y por ende logre impulsar aún más la incorporación de la responsabilidad corporativa en su organización.