Imagina que llevas largas horas trabajando sin parar para cubrir todos los pendientes del día, has olvidado mirar el reloj y cuando te das cuenta hace mucho tiempo que pasó el momento de irse a casa; sales tarde, estas cansado y lo único que cruza por tu mente es que necesitas descansar antes de comenzar una nueva jornada laboral. Seguramente tu desempeño se verá seriamente afectado después de algunos días similares y con el tiempo también tu estado de ánimo. Pero ¿y si tu oficina desapareciera para enviarte a descansar a una hora prudente?
De acuerdo con un estudio realizado en 2011 por investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard, la falta de sueño de los trabajadores cuesta a la economía estadounidense más de 63,000 millones de dólares al año, una cantidad que sin duda justifica la preocupación de las empresas por prevenir los trastornos de sueño provocados por el estrés entre sus colaboradores.
El estudio de diseño Heldergroen en Amsterdam encontró una solución tan efectiva como creativa para este problema y literalmente ha hecho desaparecer los escritorios de la oficina cada vez que termina la jornada de trabajo con el fin de evitar que sus colaboradores permanezcan en sus computadoras más tiempo del necesario.
Así, lo que durante el día luce como una oficina típica, sufre una increíble transformación a las 6 de la tarde en punto, cuando un sistema colocado en el techo hace que todos los escritorios se eleven por los aires con todo y documentos y computadoras para dar paso a un espacio libre de trabajo.
El director creative de la compañía, Sander Veenendaal declaró a Fast Company que en ese momento todos son capaces de permitir que las mesas se eleven hasta el techo y convertir toda la sala en una pista de baile, un estudio de yoga o cualquier otra cosa imaginable. Por si esto fuera poco, la firma ofrece este espacio de forma gratuita por las noches y los fines de semana para el esparcimiento de sus colaboradores.
«Creemos que si le ofreces algo a tus colaboradores, en este caso un espacio para hacer lo que quieran, obtendremos también algo a cambio», aseguró Veenendaal.
El mecanismo que permite que los grandes escritorios compartidos se eleven por los aires es similar al que se utiliza en las producciones de teatro, está formado por grandes cables de acero unidos al mobiliario de forma permanente, aunque durante las horas de trabajo, las mesas descansan sobre gabinetes que funcionan como patas para mantenerlos fijos a una altura constante. Esta estructura permite que la oficina desaparezca en sólo un par de minutos.
De esta forma las oficinas de Heldergroen no sólo estimulan el equilibrio entre la vida laboral y personal, sino que también promueve el esparcimiento, la cultura y el deporte al tiempo que proporciona la oportunidad ideal para la interacción, creando un mejor ambiente de trabajo.
«Actividades como esta hace que sea más fácil para las personas trabajar aquí, ya saben cuando es el momento para relajarse o hacer cualquier otra cosa que los inspire.», señaló Veenendaal, aunque también aseguró que esta es una increíble forma de lograr que las personas se conecten con la cultura organizacional.
Por si esto fuera poco, la oficina también ha sido diseñada de forma sostenible, ya que fue construida en una fábrica de chocolate abandonada de un siglo de antigüedad. Además sus muebles hechos de materiales reciclados que fueron rescatados de la comunidad, como puertas de automóviles y viejos postes de teléfono. Sin duda un espacio en el que todos moriríamos por trabajar.