Por: Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH)
Las organizaciones han comprobado que no pueden ignorar que las características del mercado están cambiando, sin embargo no siempre saben cómo actuar ante eso. La gestión de programas de diversidad se puede comparar hoy en día con el mismo nivel de importancia que tienen los esquemas de Responsabilidad Social Corporativa y el balance vida-trabajo.
Las ventajas de desarrollar un programa de diversidad se pueden resumir en:
1. Mejorar la reputación en imagen: los colaboradores perciben su empresa como una organización que entiende las necesidades del mercado y que busca un equilibrio financiero y humano. El mercado las apoya porque reconoce que van más allá de lograr un beneficio económico.
2. Fortalece los valores culturales: fomenta la solidaridad, respeto, trabajo en quipo y ética.
3. Ayuda a atraer y a retener a las personas con talento: la imagen de la organización se torna en «el» lugar de trabajo, donde los colaboradores desean permanecer y sus familias y amigos desean ingresar. Los candidatos son atraídos por la imagen de la organización.
4. Incremento la motivación, efectividad y creatividad de los grupos de trabajo: los colaboradores se sienten altamente motivados para lograr el objetivo de la organización, crean alternativas para reducir costos, trabajan sobre nuevos procedimientos, se tornan más productivos y colaboran en programas de Responsabilidad Social en apoyo a su comunidad.
Para dar inicio a un programa de diversidad, las organizaciones, además de analizar las ventajas internas y externas, deben decidir si requieren -y por qué motivo- un programa con estas características, que a su vez se relacionarán con esquemas de Responsabilidad Social.
Los beneficios indiscutibles de adoptar modelos de diversidad se relacionan con la mejora del clima laboral, con la reducción de la rotación, con el incremento de la productividad convierten en elementos actualmente positivos en términos de rentabilidad y posicionamiento en el mercado.