El pasado 2 de septiembre, Enrique Peña Nieto presentó su Tercer Informe de Gobierno, un documento de más de 600 páginas (que se puede leer aquí) en las que se detallan los logros del año, así como los retos para el siguiente. ¿Entran la sustentabilidad y la responsabilidad social en estos temas?, ¿cuál es la visión del presidente de México al respecto? A continuación te lo decimos.
Respecto a responsabilidad social, muchos de los logros enfatizados por Peña Nieto están claramente relacionados. Entre ellos, la diversidad de género en la política, la creación de la Secretaría de Cultura y el combate a la pobreza. Estos puntos forman parte también de las 10 acciones planteadas por el presidente para enfrentar los mayores retos del país. Sin embargo, ausente en estas diez acciones está cualquier mención al cambio climático o el cuidado ambiental.
En el documento, la sección que lleva por nombre «México Próspero» incluye varios puntos dedicados al «crecimiento verde y facilitador», entendido como una forma de solucionar dos problemas apremiantes: el cambio climático y el deterioro de los recursos naturales y la creación de desarrollo social y de empleos dignos para todos.
Así, la administración de Peña Nieto creó programas que vinculan la sustentabilidad con los beneficios para la sociedad, implementó acciones para transitar hacia una economía baja en carbono y para hacer frente al cambio climático e impulsó la conservación del patrimonio natural del país, entre otras cosas.
Algunos de los resultados logrados en estos temas, según el Informe, son:
* En el marco del Programa de Manejo de Tierras para la Sustentabilidad Productiva, en 2015 se invertirán 3 millones de pesos en ocho municipios de Chiapas e Hidalgo, para el desarrollo de 11 proyectos comunitarios adicionales. A junio de 2015, se trabajó con 985 beneficiarios directos (136 mujeres y 849 hombres) en 511 hectáreas de tierra degradadas como parcelas demostrativas.
* El Fondo para el Cambio Climático aprobó cinco proyectos, con recursos por 47.1 millones de pesos, entre septiembre de 2014 y junio de 2015, en temas de: educación y sensibilización al cambio climático; implementación de sistemas municipales de transporte público y movilidad urbana de “cero carbono”; adaptación al cambio climático con cobeneficios en la captura y almacenamiento de carbono azul; y uso de gas natural comprimido como combustible alterno en flotas vehiculares.
* Se registró un avance de 20% en la planeación del proyecto de identificación de disciplinas y actores participantes orientados a un sistema de alerta temprana de enfermedades específicas relacionadas con el cambio climático.
* De septiembre de 2014 a junio de 2015, las acciones de manejo integral de residuos sólidos, de manejo especial y peligrosos, que minimizan los riesgos a la población y al medio ambiente, abarcaron la ampliación de infraestructura y de servicios en programas preventivos de accidentes que contaminen el medio ambiente.
* A julio de 2015, estuvieron vigentes 11 programas para mejorar la calidad del aire, en nueve entidades federativas, en beneficio de más de 40 millones de mexicanos.
* Se firmó el Convenio de Colaboración para la Protección de los Ecosistemas y Recursos Naturales del País, con el que se aumentará la protección de especies prioritarias como el pepino de mar, la vaquita marina, la totoaba, las tortugas marinas, las ballenas gris y jorobada, el tiburón blanco, los corales y los caballitos de mar.
Cabe mencionar que, simultáneamente a la presentación del informe, se llevó a cabo el Encuentro Internacional Economía campesina y Agroecología en América: movimientos sociales, diálogo de saberes y políticas públicas. Según reporta el portal Sin Embargo, este fue organizado por la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (Anec) y contó con la participación de expertos internacionales, quienes cuestionaron el que no se haga énfasis en el daño que el cambio climático causa en los suelos.
En un comunicado de prensa, Greenpeace también criticó la política ambiental de la administración de Peña Nieto, enumerando una serie de «pendientes ambientales», entre los que se encuentran la alimentación saludable para todos, el derecho al agua, la posible extinción de la vaquita marina y la falta de inversión en energías renovables, así como la vulnerabilidad de la población ante desastres causados por el cambio climático y la producción de basura electrónica.
