Está claro que las reducciones en la fabricación y el uso de plástico son fundamentales para crear un mundo libre de contaminación. Este material que en algún momento facilitó la vida, hoy es un gran problema en el agotamiento y destrucción del medio ambiente.
Por lo que el ser plástico neutro representa una forma de abordar la situación de los desechos plásticos, mejorando su manejo y recolección. Simultáneamente, el financiamiento en infraestructura podría impulsar la economía circular y crear fuentes de empleo e ingresos para miles de trabajadores que manejan residuos, de acuerdo con Sustainable Brands.
Ser plástico neutro
Se conoce como plástico neutro al estado de tener una huella plástica neta cero —recuperar más plástico del medio ambiente del que se libera—, durante un periodo de tiempo definido. Al igual que la neutralidad del carbono, la de plástico debe ir acompañada de compromisos de reducción para abordar la crisis ambiental de manera integral.
Inspirado en los créditos y la neutralidad de carbono, el mercado de los créditos plásticos está surgiendo para ayudar a las organizaciones a volverse más conscientes. Dicho instrumento refiere a una certificación transferible que implica la recolección de un peso específico de desechos recuperados o reciclados.
De esta forma, los créditos plásticos buscan contribuir a aminorar el impacto de este material, a través del apoyo en infraestructura que facilite la gestión de desechos y en innovaciones circulares en todo el mundo, al intensificar la recolección, fortaleciendo la economía circular para aumentar la recuperación y reciclaje, y por ende en la generación de empleos sostenibles.
¿Quién puede ser plástico neutro?
Cualquiera puede optar por el plástico neutral. Un individuo podría financiar la recuperación de plástico para neutralizar su huella personal. Un lugar de trabajo o toda una corporación podrían hacer lo mismo, aunque probablemente se requieran esfuerzos más sofisticados. Incluso la huella de un evento único se puede calcular y equilibrar financiando la recuperación de plástico.
Sin embargo, la neutralidad plástica se asocia más con marcas o productos de consumo. La aceptación del concepto se está extendiendo rápidamente en América del Norte y Europa, con certificaciones como Plastic Neutral y similares ya visibles en miles de productos.
En este sentido, la neutralidad del plástico está siendo adoptada como una acción responsable de las industrias ante el agraviante ambiental que son los plásticos. Y debido a que cada vez se vuelve más apremiante la crisis climática y la presión de consumidores que exigen insumos más responsables y sostenibles, el término plástico neutro ha ido ganando terreno en los negocios.
Ser plástico neutral es asumir la responsabilidad de las empresas: Caso Pley Beauty
Pley Beauty —una compañía Plastic Neutral, certificada con rePurpose Global— es un ejemplo de ello. La línea de productos de belleza se lanzó en este año y su fundadora Peyton List afirma que casi todos los empaques están hechos de materiales reciclados: «[…]Estamos encantados de asociarnos con rePurpose Global en un esfuerzo por abordar el problema global de la contaminación plástica, además de proporcionar un flujo de ingresos crucial y un entorno laboral seguro para los trabajadores de residuos y sus familias».
La alianza no solo mantiene los desechos fuera de la naturaleza en Bogotá, Colombia, sino que crea un impacto social positivo al permitir la expansión de la recolección de desechos en una región donde la infraestructura es muy limitada y reutiliza los desechos plásticos recolectados en madera ecológica para servicios públicos como bancas de parque y viviendas asequibles.
Así, al volverse plástico neutral significa que las empresas pueden asumir la responsabilidad inmediata de su huella y mostrar a los consumidores que están tomando medidas. De hecho, la neutralidad del plástico puede ser particularmente atractiva para las organizaciones con conciencia ambiental que no han encontrado alternativas satisfactorias a los envases de plástico.
Esta es parte de la razón por la cual sectores como el cuidado personal y alimentos y bebidas deberían estar interesados, ya que los envases no plásticos para productos que contienen líquidos o humedad a menudo no son viables.
Empresas preocupadas por ser plástico neutral
Actualmente, se han establecido o ampliado numerosos proyectos en todo el mundo para recolectar y recuperar plástico de los lugares donde corre más riesgo de contaminar, y a la vez estas iniciativas brindan un salvavidas económico a los trabajadores de desechos.
Debido a ello, el ser plástico neutro está impulsando a las corporaciones a tomar decisiones y normativas sostenibles, incluso frente a regulaciones ambientales más severas como el caso de los impuestos a contenedores en Reino Unido.
Pero, la neutralidad plástica se enfrenta a la restricción por las bajas tasas de reciclaje y la falta de infraestructura para su gestión, lo anterior podría cambiar a medida que aumente la demanda y las marcas respalden esta transición y financien lo que se requiere.
Ahora bien, varias instancias, incluidas rePurpose Global, Plastic Collective y Plastic Bank, están ofreciendo certificaciones Plastic Neutral en conjunto con operadores de recolección y recuperación de plástico en varias partes del mundo, donde los desechos plásticos corren mayor riesgo de contaminar el ambiente o filtrarse a los océanos.
Así se alcanza la certificación plástico neutral…
Aunque el camino hacia la neutralidad es arduo, por ello, se deben considerar estos elementos, si pretende obtener una certificación plástico neutral:
1. Medir la huella plástica
El primer paso es establecer una huella plástica precisa, es decir, que las empresas midan, gestionen e informen públicamente su empleo de plástico, como ya lo hacen muchas con las emisiones de carbono. Las principales certificadoras cuentan con una herramienta de evaluación patentada y fácil de usar para calcular las huellas de plástico, y pueden brindar apoyo para facilitar este proceso.
El cálculo suele incluir el plástico utilizado en productos y embalajes, así como cualquier otro del proceso de fabricación. Para conseguir la neutralidad, también se considera el plástico de las propias operaciones y el relacionado con el lugar de trabajo.
Cabe señalar que los principales proveedores están desarrollando metodologías para contabilizar otros desechos plásticos que quedan fuera de este alcance (por ejemplo, aquellos plásticos de uso indirecto) donde existen paralelismos con las emisiones de carbono del Alcance 3.
2. Reducir desechos plásticos
Una vez completada la evaluación, la marca recibe apoyo para comprometerse con la reducción de desechos plásticos, si aún no lo ha hecho, se le brindan estrategias tanto para disminuir el consumo de este material, como para la obtención de materiales alternativos y la maximización de la circularidad.
Hay que resaltar que las instancias que certifican solo darán esta distinción a las empresas si se comprometen a hacer, rastrear y lograr que disminuya el plástico. En este sentido, los compromisos de reducción claros y ambiciosos son importantes para evitar que las certificaciones de neutralidad plástica se perciban como una licencia para seguir contaminando.
3. Balance
Finalmente, cuando se solicita la certificación, la compañía financia la eliminación y recuperación de desechos plásticos «adicionales» de la naturaleza, para equilibrar su huella plástica. Los proyectos de recolección y recuperación de desechos plásticos generalmente se ubican en «puntos críticos» como: la India, Indonesia, Filipinas, Ghana y Kenia.
Posteriormente, los residuos recogidos se procesan y los proveedores del mercado se encargarán de que cada material llegue al mejor destino circular o al final de su vida útil.
Gracias a esta nueva forma de equilibrar, las marcas que no han encontrado opciones que logren sustituir del todo a los envases plásticos, podrían integrarse a la sustentabilidad y lograr ser plástico neutro.