Para nadie es novedad que los tiempos han cambiado. Los status sociales que antes eran ejecutados a la perfección ahora son puestos en tela de juicio y constantemente están en innovación. La sociedad se encuentra en una mutación constante y con ello el comportamiento e ideología de los seres humanos, especialmente de las nuevas generaciones que marcan nuestro porvenir económico, político, social y cultural.
Lo que antes se consideraba atractivo o sexy ahora ya no resulta ser así. Los deseos cambian, incluso la publicidad y el mundo de la moda han apostado por renovar sus estándares y hacerlos más ad hoc al pensamiento de la tan comentada y cambiante generación millennial.
Recientes estudios de mercado publicados en importantes sitios internacionales -como The New York Post oThe Huffington Post-, han arrojado interesantes resultados sobre el ser “sexy” hoy en día y lo que esperan tanto los hombres como las mujeres de este concepto. A continuación te lo explicamos en tres puntos.
Equidad de género
Con las demandas del día a día, las exigencias en el mundo profesional y una nueva mentalidad respecto a cómo formar -y mantener- una familia, la generación millennial está apostando por un rol más igualitario entre hombres y mujeres.
En un artículo publicado por The Huffington Post titulado “The New Sexy: Millennial egalitarian men”, la profesora de Leyes de la Universidad de California y teórica de género, Joan Williams, asegura que actualmente, “los hombres intentan apoyar lo más que pueden a su pareja sin importar el cambio de roles”. El hecho de que los hombres sean los que cuiden de los hijos y de la casa mientras las mujeres trabajan, ha pasado de ser un tabú en la sociedad a un modelo aceptado cada día más, especialmente si el trabajo de ella resulta ser más remunerado -e importante- que el de él.
Para los millennials, antes que seguir con el rol provedor (hombre) – cuidador (mujer), la estabilidad económica y metas personales están sobre todo sin importar el género que sea. Así lo explica Joan, quien además asegura, “que mientras los prospectos del trabajo y trabajador ideal se siguen redefiniendo, el nuevo sexy es la equidad de género”.
Concientización del entorno que los rodea
Aunado al punto anterior está la redefinición de lo que es ser sexy conforme al ambiente social.
En el artículo de The Huffington Post que mencionamos previamente, también aborda el tema de que actualmente a los millennials les resulta prácticamente imposible el combinar sus carreras con la familia. Sin embargo, con todo y ello luchan por mantener sus trabajos y al mismo tiempo tener hijos y una pareja.
Debido a que son la primera generación salida de la Gran Depresión, el hecho de tener una seguridad económica resulta imperante en sus vidas, por lo que tratan de obtenerlo todo sin importar los sacrificios que tengan que hacer.
Aplicado en el mundo del marketing, los consumidores millennials “apoyan a las compañías que promueven autenticidad y valores, productos que son más que productos, marcas que simbolizan algo más o tienen una contribución hacia alguna causa”, así lo dio a conocer el New York Post en un artículo titulado “Why Victoria’s Secret can’t sell sex to millennials”, destacando que los productos “sexys” están basados en esta ideología.
Autoaceptación
El último punto y el más importante de todos.
En una publicación de Elite Daily llamada “How Millennials forced advertisers to redefine the meaning of sexy”, explica que las generaciones más jóvenes ya no están dentro de esa ideología en la que el ser sexy era mostrar demasiado: “En los últimos años este concepto se ha convertido en una definición mucho más subjetiva”.
Por otra parte, Bussiness Insider entrevistó a la jefa de mercadotecnia de la agencia de publicidad Yard, Ruth Bernstein, sobre el concepto “sexy” y que más que ver a una mujer con una envidiable figura y semidesnuda, lo que las personas ven detrás de una imagen es el mensaje. Asimismo, uno de los factores que mayor impacto tienen en lo sexy es la autoaceptación. “No es sobre qué figura tengas, sino la forma en la que te sientas”, explica Ruth.
En el artículo de The New York Post se asegura que los estándares de mujeres altas y delgadas que promueve Victoria’s Secret ya no funcionan como antes, pues ahora se buscan figuras más curvilíneas debido a que están “más cercanas a la mujer promedio americana”. “Muchas están aceptando sus propios cuerpos sin basarse en las modelos de VS”, se lee en el escrito, que también puntualiza el hecho de que se puede ser sexy pero también cool, natural y con ideales bien fundamentados que a su vez tengan un impacto dentro de la sociedad, cuestión que aplica tanto para los hombres como para las mujeres millennials, y que por supuesto, a ambos les resulta bastante atractivo y fascinante.
Fuente: ELLE